Prólogo.

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La pelota rebotaba en el suelo para después golpear a la pared y volver a la mano de su dueño, quien estaba acostado en su cama de sábanas aterciopeladas, dos golpes se escucharon en la puerta y después de dar permiso alguien entró.

—Ya llegó Kang, nos espera a todos abajo.— el chico se levantó rápidamente y la emoción comenzó a surcar en su cuerpo

Bajó las escaleras hasta el sótano donde encima de la mesa estaba la típica ruleta, buscó con la mirada la foto del apuesto joven que conocía muy bien y aplaudió colocándose en el círculo en un salto.

Sus demás colegas bajaron también y todos se pusieron alrededor de la ruleta. El líder, Kang, llegó para ponerse en la cabecera de la mesa.

—Nos dimos un buen descanso de unos meses— comenzó a relatar mientras el chico no dejaba de observar la foto—. Pero es momento de volver a la cacería. Hay mucho dinero en juego, así que hagamos nuestro mejor esfuerzo.

Todos asintieron ante las palabras del líder, quien después sacó un cuchillo de plata, lo colocó en el círculo y las fotos fueron puestas en posición vertical para ser vistas por todos en un ángulo mejor.

—¿Solo se rotará una vez?.— preguntó el chico interrumpiendo el silencio

—Jimin— advirtió Kang—. Una vez, solo una. Lo siento si los resultados no son de tu agrado.

El nombrado rodó los ojos y se cruzó de brazos. Kang tomó el borde de la ruleta y aplicó un poco de impulso para después soltarla, la ruleta comenzó a dar vueltas y Jimin estaba tan nervioso que tomó el brazo de su compañero de al lado para apretar un poco.

La ruleta comenzó a disminuir la velocidad y mordió sus labios conteniendo su emoción.

Cuando la ruleta paró, todos se fijaron en los inesperados resultados.

El mango del cuchillo apuntaba hacia Jimin; él tenía que ser un asesino esa semana. Y la punta del cuchillo apuntaba hacia la foto de Jeon Jungkook; el objetivo de Jimin.

El chico soltó un grito de felicidad y comenzó a dar saltos de alegría, no lo podía creer, el muchacho tenía una suerte digna de envidiar.

—Jeon Jungkook, 21 años, trabaja en un estudio de fotografía. Su padre cometió un delito hace unos años, su madre falleció cuando le dio a luz...

—Ya dígalo.— lo interrumpió Jimin y Kang soltó un suspiro

—Calicó, tu objetivo es buscar a Jeon Jungkook, eso es fácil ya que sabemos donde trabaja. Su padre está fuera del país, secuestralo, una vez que se sepa que el chico desapareció su padre querrá buscarlo, ahí es donde entra el resto del equipo. Matarás a ambos después.

—Yo quería que me tocara ese mocoso, es un engreído.— gruñó uno de los colegas y Jimin le golpeó el hombro

—Pues es mío— presumió sacándole la lengua—. Puedo hacerlo, deme dos semanas

—¿Dos semanas? Me parece poco.

—Se que hacer, puedo hacerlo incluso en una, pero quiero divertirme un poco con él.

—Está bien, haz lo que quieras, solo no falles o ya sabes que pasará.

Jimin asintió he hizo una reverencia, antes de irse miró la ruleta de nuevo. Kang lo notó y rodó los ojos.

—Llévatela ya no la necesitamos.— dijo refiriéndose a la foto y Jimin sonrió antes de tomarla como un preciado tesoro

Subió a su habitación de vuelta y colocó la foto del joven Jeon en el espejo de su escritorio.

—Tú y yo, tendremos dos semanas divertidas.


































[giskj]

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