Bad Girl

Bad Girl, 16

Hola, buenos días o tardes! Espero se encuentren bien!! Aquí les traigo ya el nuevo capítulo, debo decir que ya solo faltan dos capítulos para el final de esta historia, gracias por leerla!!

Advertencia: Escenas violentas o peleas.

Bad Girl, 16

Aquel suburbio de casas exquisitamente grandes y con jardines espléndidos había sido invadido por autos de la policía y paramédicos, cuando parecía ser un día normal y libre de preocupaciones se volvió uno lleno de gritos de desesperación; había sido inesperado y captado la atención de los vecinos pues uno de los conocidos y afamados empresarios había sido víctima de la violencia.

 Las calles estaban frenéticas por los oficiales y equipo médico entrar de pronto, las miradas chismosas también querían saber lo que sucedió, si el altercado no había cobrado la vida de alguien de la familia, si estaban vivos o si...

Todo el mundo quería saber, la curiosidad y chismorreo era tanto.

-Kizashi, Kizashi...- Los gritos de la mujer de cabellos rubios se habían hecho escuchar con fuerte lamento, en aquél salón donde había empezado todo, Mebuki Haruno trataba de ayudar a su esposo, ambos estaban heridos. 

Quería correr, quería gritar de rabia y enojo, Mei y Sasori los habían herido y secuestrado a su hija y su esposo estaba... ¿Se vería estúpida, si reía en ese momento? Quería hacerlo, quería soltarse a reír con locura y después llorar sin control. Su esposo había sido atacado de un disparo, su hija llevada a la fuerza por alguien a quien consideró su amiga y el hijo de esta. 

-¡No se mueva señora!- Uno de los enfermeros la trató de calmar, pero ella no hizo caso a la petición del joven.- Debemos curarla.-

Ella siguió sin escuchar, quería ir hacia su esposo tendido en el suelo. Las criadas estaban ahí, trataban de ayudar a la señora de la casa.

Un oficial entró y trató de hablar pero Mebuki se adelantó.

-¡Mi hija Sakura! ¡Sasori y Mei Terumi se la han llevado!-

-Llamen a más patrullas...-Aquél oficial indicó por su radio comunicador.-Señora, debe calmarse y dejar que la atiendan a usted y su esposo. Nosotros nos vamos a hacer cargo de todo.-

-Pero...-El cansancio la reclamó, no sabía si era por algún analgésico dado por el equipo médico pero sus ojos estaban pesados. Sus ojos se cerraban para ver por última vez a su esposo ser subido en la ambulancia.

Estaba cansada, cansada, no quería rendirse ante la sensación adormecedora, no quería caer por su esposo y su hija. Al final ganó aquellos brazos adormecedores.

-¡Camina!- La orden dada por Mei caló en los oídos de Sakura Haruno.

Momentos antes, Sasori sacó un arma dispuesta a señalarla a ella, sus padres se habían paralizado igual que ella, pero su padre había sido tan valiente al verla en peligro, enfrentando a Sasori, habían forcejeado, su madre trató de ayudar a Kizashi pero Mei se lo impidió, ambas mujeres pelearon en un gran forcejeo; Mei había empujado a su madre al suelo hasta que se escuchó el primer disparo. Kizashi cayó arrodillado y con una gran mancha de sangre en su ropa, Sasori había estado nervioso luego de accionar el arma.

Y luego Mei le quitó aquella pistola a Sasori y disparó a su madre en el brazo.

Todo había sido frente a sus ojos, había quedado en shock, quiso ayudar a sus papás pero fue tomada del cabello y sacada como un animal de su casa, lejos de sus padres.

-Eres una perra, Mei...-Soltó pero una bofetada en su rostro la silenció, el ardor y el sabor de la sangre estaban en ella.

-Será mejor que respetes a mi adorada madre.-

Sakura sonrió sin temores.

-Y tú... Intento de hombre... Eres tan patético.-

-Al parecer no te importa tu vida.-Dijo Mei, le parecía gracioso la valentía de la joven pelirrosa.- Sigue caminando.-

Estaban saliendo de aquel lugar de casas adineradas y nadie sabía.

- Ya que todo se ha ido al carajo, quizá podamos pedir dinero a cambio de tu vida o solo deshacernos de ti.-Comentó Mei, sin sentimientos.

-Solo debías casarte conmigo, ser mi linda esposita, pero saliste una zorra... una zorra muy astuta.- 

Siguieron caminando, sin ser vistos hasta que lograron avistar un auto, momentos antes ellos habían llamado a uno de sus pocos y leales sirvientes. Entraron a aquel auto y comenzaron a alejarse, sentir que era alejada de todo lo que conocía y amaba era espantoso. ¿Y si se salían con la suya? ¿Si se deshacían de ella? La cabeza le daba vueltas de solo pensar los peores escenarios. Pensó en Sasuke y esperó que él pudiera venir a su rescate.

Y pensó en su bebé, su  vida y de nuevo en aquel ser que estaba en sus entrañas, debía de hacer algo, debía de escapar.

Al pelirrojo le sudaban las manos y era tan evidente que no podía usar una pistola, Mei... Quizá podría enfrentarla. No iba a dejar que se salieran con la suya. Tomó un respiro, un segundo y con todo el valor del mundo comenzó a forcejear con los Terumi. Los gritos no se hicieron esperar. 

Sasori trataba de tomar aquella pistola, pero le era imposible. Sakura lo arañaba, golpeaba y Mei no se salvaba de sus ataques. Golpe tras golpe eran dados a sus secuestradores, estaba desesperada por dejarlos desarmados, oraba por una oportunidad de lograrlo, siguieron forcejeando y sin querer, un disparo a la nada salió. 

El coche se detuvo y sin saber cómo, ella logró desarmar a Sasori, abrió de prisa y salió del transporte.

-¡Detente ahí!-Gritó Sakura al ver salir a los Terumi.

-¡Sakura!-Una nueva voz llegó por detrás de ella, seguido de las sirenas de la policía.