¡Transmigre a "The untamed"! {Slahs Crepúsculo-The untamed)

Cap.12| Entre estrellas, flores de loto y omegas gruñones con cambios de humor

«YUANFEN:

«Principio que define esos amores que nacieron predestinados».

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El alfa caminaba perdido en sus pensamientos por los pasillos desconocidos de aquella secta en la que se estarían alojando por un tiempo indefinido. Era tarde en la noche y no había mucho movimiento en el lugar, él también debería estar durmiendo, pero simplemente no podía conciliar el sueño, su cabeza se sentía muy ruidosa y los pensamientos no le dejaban en paz.

Aún no terminaba de procesar todo lo que había pasado. Los sucesos extraños no habían parado desde el enfrentamiento con los Jóvenes Maestros de Gusu Lan y Yunmeg Yiang, donde lamentablemente había tenido que romper la promesa que le hizo al Omega, para salvar su vida y la de su cachorro. Fue un impulso que no pudo controlar, aún podía sentir el miedo y la desesperación de su Alfa al ver al Omega a punto de ser asesinado frente a sus narices.

No podía sacar de su cabeza la imagen del tembloroso Omega, sus ojitos suplicantes y su aroma repleto de miedo. No pudo resistirse, no podía dejarlo morir y no hacer nada. Y luego, cuando lo vió correr hasta él después de haberlo salvado no pudo evitar el dejar salir su aroma para cubrirlo como una manta protectora. Wen ShaoLin se desconocía totalmente, nunca había sentido esa necesidad impoluta de proteger a alguien que no fuera parte de su familia, pero con ese chico rompía todos sus parámetros.

Al lado de su Joven Maestro sentía que sus instintos de Alfa se salían de control como nunca antes le había pasado. Le embargaba una necesidad insana de marcarlo con su olor para mantenerlos a salvo, al Omega y al cachorro en camino, respectivamente. Y no, aquello no podía estarle pasando, porque él seguramente tenía un Alfa esperándolo, su Alfa, el padre del bebé que llevaba en su vientre. Mas su lobo no parecía entender aquello y seguía tomando el control de su cuerpo cuando el Omega estaba cerca.

Lo único que le quedaba por hacer era controlarse, pero el mayor no era de mucha ayuda, porque sus actos no hacían más que confundirlo y agrandar el lío mental que ya se traía. Un ejemplo claro de ello es esa misma tarde cuando el Omega se había recostado en sus brazos tan relajado como si fuese cosa de todos los días, y él tuvo que controlar a su lobo inquieto y a si mismo para no abrazar al Omega y marcarlo ahí mismo y no sólo con su aroma.

Joder, estaba tan jodido.

Wen Chao no se despegó de él en toda la tarde y gracias a eso se enteró de cosas tan sorprendentes como que el Omega había tenido una especie de revelación de hechos futuros y por ello había cambiado tanto luego de lo sucedido en la cueva de Xuanwu. La verdad tenía un poco de sentido y eso respondía muchas de sus dudas acerca de su extraño comportamiento el último tiempo.

Ahora estaban en Muelle de Loto, porque claramente Wen Chao no podía regresar a su secta luego de haber desobedecido a su padre. Tenía que esconderse y no había mejor lugar que ese, pues... ¿quién se iba a imaginar que buscaría refugio en el hogar de sus enemigos? exacto, nadie.

Y él... ¿qué pintaba en todo esto? ¿Por qué simplemente no se iba y así arreglaba toda ésta situación con su lobo, lejos del Omega que estaba haciendo papilla su mente?

Sencillamente no tenía respuesta para ninguna de esas preguntas.

Podía decir que era por su lealtad al líder del clan, pero entonces ¿Por qué no entregaba a Wen Chao de ser así? ¿Por qué simplemente no regresaba a su hogar y olvidaba todo lo que había pasado desde que se enteró del embarazo del mayor?

Era obvio que después que el omega había traicionado a Wen RuoHan para ayudar a sus enemigos él podía irse y nadie lo detendría, pero bastaba con que a su memoria llegaran los recuerdos de unos jodidos ojos claros, grandes y rebosantes de inocencia, de un mohín en unos labios rosados y esa maldita sonrisa, sólo eso servía para hacerle cambiar totalmente de opinión.