Cap.5| Mi ángel tiene nombre y apellido o ¿apellido y nombre?

993 148 47
                                    

Jacob sentía que en la última semana su respeto hacia las mujeres (y hombres Omegas considerando su situación actual) que soportaban nueve tediosos meses de gestación, aumentó, porque él tenía menos de diez días embarazado y estaba apunto de salir corriendo, pero eso no serviría de nada, porque a dónde sea que fuese, el Bichito que se empeñaba en no dejarle dormir bien, ni comer en paz, iría con él.

Ah, pero no es el único pasándolo mal con su embarazo, porque si la mirada asesina de Wen Qing puesta en él era señal de algo, la chica parecía estar muy enojada y con bastante razón, cosa que él no iba a aceptar.

— Esto está algo amargo ¿Estás segura que no es veneno? —  sonrió inocente cuando ojos asesinos se posaron en él, enviando dagas imaginarias a su cabeza.

— Bebe toda la medicina, no me obligues a dártela yo — hizo pucheros tratando de apelar a su lado compasivo, pero la mirada en el rostro de la chica no cambió.

Llevaba algunos días tomando esa medicina, pero no podía acostumbrarse a su sabor asqueroso. Sabía peor que los remedios del chamán de su tribu, y eso era decir mucho.

— Pero A-Qing...— protestó, pero fue cortado abruptamente.

— Nada, me despertaste de madrugada diciendo que estabas de parto cuando ni siquiera se nota tu embarazo, Wen Chao, y no solo es hoy, todos los días tienes un drama nuevo. No me hagas enojar más, ahora bebe la maldita medicina — bien, ella tenía razón, pero había que tomar en cuenta que es nuevo en todo esto del embarazo y los Omegas, se asustaba fácil, y su Bichito no ponía de su parte.

Durante todos estos días había estado recurriendo a los hermanos Wen cada que un nuevo síntoma o antojo se hacía presente, tal vez se pasó un poco con lo de la hora, pero lo demás es por pura precaución.

Sabía cómo funcionaban los embarazos en la era moderna y con las mujeres, pero no tenía idea de cómo funcionan en hombres, por cuestiones de ciencia obviamente.

A todo esto, cómo iba a dar a luz él, ¿por dónde sacarán el bebé? Había leído omegaverse antes, pero en ninguna de las historias estaba explícito el cómo sucedía el parto de un Omega o Alfa hombre.

A menos que...

Oh.

Oh no.

Abrió sus ojos ampliamente cuando pensó en la posibilidad de que... no no no, no podía ser así ¿verdad? Por ahí...no, definitivamente no. Pero estaban a mil años de que se inventara la cesárea, así que esa era la única posibilidad.

"Cadena de oración por mi trasero, por favor "

•••

Caminaba rápido, casi corría emocionado mientras más cerca estaba de ese lugar, no podía esperar para llegar y poner en sus labios el delicioso manjar que había descubierto días atrás. Tenía hambre y también era una salida para distraerse de los pensamientos terribles de un parto que aún no llegaba.

Sonrió ampliamente y aceleró más el paso, expectante, casi saboreaba el jugoso sabor de la fruta, un poco más y estaría allí, pero...

— ¡Wen Chao! — no, no, no, por favor no. Se dió la vuelta con toda la incomodidad que sentía pintando su rostro. Una sonrisa tan grande como falsa en sus bonitos labios cereza.

— ¿Si? ¿Necesitas algo? — trató de que su tono de voz no demostrara el desagradado que sentía al ver a esa persona.

¿Por qué tenían que pasarle éstas cosas a él?

— ¡¿Cómo que si necesito algo?! Llevas días ignorandome, ya no me hablas, no me buscas — bueno si, tenía razón. Todo ese tiempo había evitado a ruda costa encontrarse con ella, pero la verdad no quería tener nada que ver con esa mujer y había estado prolongando el momento en que tuviera que toparse con ella, no quería tratar con una loca neurótica y excesivamente tóxica como ella — ¿Qué sucede? ¿Encontraste a alguien más? ¡¿Me cambiaste por otra?!

¡Transmigre a "The untamed"! {Slahs Crepúsculo-The untamed)Where stories live. Discover now