Capitulo 16

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Amber.

Toque delicadamente la puerta.

—Adelante.

Esta sí que era la oficina de Nathan. La habitación era pequeña, pero tenía una amplia mesa llena de papeles y documentos. Nathan ordenaba todo en distintas pilas de papel, sin mirar más allá de lo que traía.

—Hola. —susurre, entrando. Al oírme, él me sonrió.

—¿Qué sucede, hija?

—Ah, yo solo venía a verte. —me encogí de hombros—Y, ya sabes, a contarte que terminamos las rondas. Es un lugar muy grande.

El asintió, acomodándose el reloj. —Terminaron excepcionalmente rápido. Buen trabajo.

—Si, si...—pero no salí del cuarto, solo me quedé allí de pie. Nathan volvió a lo que hacía, sin prestarme atención. — Nunca me dijiste realmente que piensas de que Darcy este aquí.

—¿Hum?

—Nunca me dijiste que... que piensas de que Darcy este aquí. —repetí.

—Tu hermana está contigo, creo que es fantástico.

—No. —murmure— Sabes que no me refiero a eso.

El suspiro, y alzo la mirada— Me decepcionó que hicieras todo aquello a mis espaldas.

Baje la mirada, avergonzada. Cameron probablemente habia tenido que contarle sobre la invocación.

—Llevaste a cabo un ritual peligroso que pudo poner en peligro a todo el grupo, e incluso a tus amigas indefensas—su voz comenzaba a tener un matiz de enojo. Removí mi pierna— Te reuniste con Erinias, las mismas Erinias que casi destruyen a Paul y a Andrew. Llevaste a Cameron contigo y te expusiste de la forma más irresponsable que he visto.

—Cameron me obligo a llevarlo...

—Imagino que eso resuelve todo.

—Yo...

El alzo la mano, mandándome a cerrar mi boca con sutileza. Lo hice, apenada. Lo peor de todo era que no me gritaba, solo me hablaba, como si fuese una conversación cualquiera.

—Tu evolución como Lycan es impresionante, y tu madurez ha sido ejemplar durante el último mes. Pero estos hechos no dan por sentado que tomaras buenas decisiones, porque claramente aun no has entendido como. —bajo un poco el tono de su voz, y, mirándome fijamente, de tal forma que me sentí muy avergonzada, añadió—Siempre habrá consecuencias por tus acciones, siempre. Esta vez estas teniendo suerte, pero si no comienzas a tener cuidado llegara un momento en el que algo horrible suceda y te darás cuenta de que cometiste un error. Y será muy tarde para tratar de arreglarlo.

Nos quedamos en silencio. Parte de mi mente, esa que aún era ligeramente inmadura, exclamaba que no era para tanto, que habia sido muy cuidadosa y...—No podía quedarme de brazos cruzados, Nathan. —susurre, sintiendo presión en la garganta. Recuerdos de Darcy y mi madre se repetían contra mis retinas una y otra vez, igual que una terrible película de horror—No después de ver a mi hermana. Habría sido imposible.

Lycans III: ApoteosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora