Capítulo 9. Último verano

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Portland, Oregón
Verano/1990

Aurora

Muchas cosas pasaron en el último año, esta decir de más que Kai y yo hemos estado juntos desde hace un año, solo puedo pensar en lo mucho que me gusta y lo agradable que es conmigo que brinco de la emoción, pero como es bien cierto, nada bueno es para siempre.

He llegado a creer que la felicidad es como una mariposa, en fin basta de reflexiones. La relación con mis papas va de mala en peor, en especial con mi padre. Si ya de por si mi relación con él era complicada esta se fue en decliné cuando le comenté que me iría a estudiar Arte a Los Ángeles, por supuesto que no se tomó para nada bien mi decisión pero no le pregunte.

Desde que me gradué de la escuela hace un mes casi ni me habla y pese a que me pagara mis estudios no siento ningún apoyo por parte de él, y duele.

Mi madre por otro lado me anima a seguir mis sueños y me dice que no le preste atención a mi padre, pero ¿cómo se supone que haga eso?, es por eso que mil veces prefirió continuar con mis objetivos y alejarme de él.

Hazel me apoya demasiado a que me vaya, juro que no merezco una hermana tan dulce como ella, incluso me ayudo a buscar un lugar para mi estancia allá.

Por otro lado Kai sabe desde hace meses lo que estudiare pero no ha estado muy contento con la idea de que me vaya, a pesar de que California esta abajo de Oregón irme me duele demasiado, pero Kai y yo tenemos metas distintas, definitivamente no quiero pasar el resto de mi vida en ese estúpido aquelarre al que siento que no pertenezco y eso es lo que él quiere. Tuvimos algunos pleitos hablando del aquelarre y sobre todo de nuestros planes a futuro, sin importar lo que pase estoy consciente de que lo quiero y siempre lo voy a querer.

- Mama en un rato vuelvo- baje casi corriendo las escaleras.

- Con cuidado cariño- y antes de que siguiera caminando la voz de mi padre me interrumpió.

- Ya te vas de nuevo con ese ¿no es cierto? - esto terminara en pelea, pensé.

- Su nombre es Kai, y si, voy con el- conteste respetuosamente.

- Solo pierdes tu tiempo- ¿me está provocando acaso? - sabes que lo que tienen terminara en cuanto te vayas.

- ¿Cuál es tu problema? - hable y creo que grite porque mi mama me dio una mala mirada.

- No me hables en ese tono- se levantó de su silla- soy tu padre.

- ¿Pero tu si me puedes hablar así? - lo mire con enojo- me dices esas cosas solo para tirar a matar y después te excusas en ser mi padre, ni siquiera lo pareces- y justo cuando termine de decirlo me dio una cachetada.

Llevé mi mano a mi mejilla tratando de minimizar mi dolor, solo le di una mirada final y vi un poco de arrepentimiento en su mirada. Trato de acercarse a mí pero me aleje inmediatamente.

- Aléjate de mí- le suplique- Y no te preocupes, pronto me iré y solo me tendrás que ver cada seis meses- salí de la casa bastante triste y enojada.

Me dirigí para encontrarme con Kai. Odiaba soportar todo eso no lo merecía, pero definitivamente esa última pelea habia acabado con las pocas ganas que tenia de quedarme aquí.

Al llegar espere sentada a que llegara me limpie las lágrimas, no quería que me viera así.

- Phesmatos tribum, melan veras. Phesmatos tribum, melan veras- estaba haciendo crecer unas pequeñas plantas que estaban cerca mío tratando de controlar mis emociones.

- Rory- llegó un Kai risueño.

- ¿Que hay? - lo salude con una tímida sonrisa, no quería que notara que acababa de llorar.

- ¿Que te paso en la cara? - mierda.

- Nada- no lo miraba a los ojos.

- Aurora mírame a los ojos- con su mano alzó mi rostro y supongo que lo que vio no era agradable porque inmediatamente su rostro cambió de preocupación a enojo. - ¿Tu padre fue el que te lastimó? -

- Si- tartamudee- pero no es nada grave- trate de minimizarlo.

- ¿Como no es grave?, yo lo mato- a lo que me alarme.

- No Kai, de ninguna manera harás eso- me levante rápidamente a detenerlo- Si tratas de acercarte a mi padre te meterás en un problema y me meterás en uno más grave a mí.

Al mirarme tan preocupada su cuerpo en automático se tranquilizó y se acercó a abrazarme. Mi cabeza descansaba en su pecho y su aroma tan exquisito solo provocaba que mi mente se tranquilizara.

- ¿Qué puedo hacer por ti para ayudarte o al menos subir tu ánimo?- pregunto.

- Vayamos a caminar o a hacer algo, escuchar música lo que sea- suspire- hazme pasar un buen último verano aquí.

- No me recuerdes que te irás por favor- su rostro se puso serio.

- Es una realidad inminente- le devolví la mirada.

- Vámonos antes de que te quiera amarrar y no dejarte ir nunca- me tomo de la mano.

- Jamás te librarás de mi- le advertí- siempre me tendrás molestándote una y otra vez.

Solo río y continuamos caminando, la tarde era calurosa pero el viento era fresco. Podía sentir el óxido del aire entrando en mis pulmones. Estaba teniendo mi último verano a lado de mi gran amor.

Y es que parecía solo ser un amor de verano, pero la verdad es que yo lo amaba desde antes y pasaron años donde solo nos hacíamos mensos ocultando lo que sentíamos.

Eventualmente pasaron los días y me fui de Portland, la despedida con Kai fue dura pero lo entendió, bien dicen que cuando amas algo déjalo ir, y por supuesto que yo volvería para las vacaciones. Estaba por iniciar una nueva etapa de mi vida y estaba más que emocionada por comenzar a vivirla.

¡Feliz Año Nuevo! #imfeeling2022
Gracias por leer esta historia

So it goes// Kai ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora