CAPÍTULO XXVII- "Primeras despedidas"

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"Primeras despedidas"

Allison

Podía escuchar sus pasos atrás de mí, persiguiendo, acechándome y queriendo ganar. Seque la navaja de mi escoté, no iba a perder esta vez, no creo que resista.

Un golpe de alivio me recorrió cuándo vi el taxi estacionado a pocos metros y comencé a gritar y hacer señas paras que me viera. Apresure el paso y recién cuando mis dedos tocaron la puerta del vehículo, voltee y me encontré con una acera vacía. Escondí la navaja y me seque las lágrimas que corrían por mis mejillas. Estuvo ahí, lo sentí. Sabía que él me perseguía porque nadie era capaz de despertar tanto miedo en mi cuerpo.

Me subí al taxi y me quede el silenció cuando el conductor me pidió la dirección, no tenía a dónde ir. Le pedí disculpas y marqué el número de la persona que sabría que me ayudaría. 

— ¿Que quieres, Leíster?—Claire respondió al tercer tono. Por una extraña razón mi voz se quebró cuando escuché la suya y volví a llorar incapaz de contenerme.

Claire debió escuchar mi llanto porque su tono de voz cambió dramáticamente.

— Leister, responde, ¿Te paso algo?.

— Es-ttoy bie-en— Intenté formar palabras coherentes pero el llanto no me lo permitía. 

— ¿Dónde carajos estás? Maldición, Allison, iré a buscarte ahora mismo. Pásame tu ubicación.

Tome un poco de aire y lo solté como la terapeuta me enseñó cuándo era niña. 

— Estoy en un taxi, tranquila, iré yo.

— Esta bien— No sonaba para nada tranquila— Dame el número del taxista, pásame tu ubicación y dile que traiga a mi casa. Aquí te espero.

Hice lo que ella me ordenó y me afirmé a la ventanilla mientras me dirigía a las afueras de Greston. No quise pensar en nada, me dediqué a colocar la mejilla sobre el vidrio mientras lloraba y ver como pasábamos por el bosque dónde se escondía mi más grande y retorcido secreto.

Los minutos pasaron y note como el auto comenzó a mermar su velocidad. Me incorpore rápidamente por que seguía en alerta y el taxista me observo por el espejo retrovisor. 

— Tranquila, señorita. Solo que creo hay una motocicleta estacionada al costado de la carretera.

Abrí la ventanilla y a pesar de la luz visualice la figura de Claire Fox montada en su motocicleta a un costados de la carrera. 

— Deténgase por favor— Dije mientras las lágrimas volvían a surgir.

El taxista me hizo caso y se orilló a un costado, a pocos metros de Claire. Me baje del coche y entre la oscuridad de la noche me concentre en la brillante mirada de la pelinegra. Ella se bajo de la moto dejando que la larga falda del vestido negro de gala que llevaba quedará colgando en el aire. Miré su expresión seria mientras me acercaba temblando. El maquillaje negro alrededor de sus ojos resalto más su mirada verde pero no sentí miedo esta vez, los recuerdos de las pesadillas no volvieron a mi mente esta vez porque cada paso que di, acercándome a ella, me hizo sentir segura.

Quedamos frente a frente y ella me observó de pies a cabeza e hizo algo que no creí propio de ella. Abrió sus brazos y con los labios y todo el cuerpo temblando recibí el abrazo de Claire Fox. Las lágrimas caían sin contemplaciones, al igual que mis sollozos y mis temblores. Su mano comenzó a acariciar mi cabello mientras susurro unas palabras que recordare toda la vida.

— Ahora estás a salvo, Leister.

[...]

Claire se movía de un lado al otro en su habitación mientras no dejaba de observarme y yo rogaba que creyera mi mentira.

Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDOWhere stories live. Discover now