Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDO

CAPÍTULO V- "Pánico"

Pánico

Allison:

Fue un fin de semana largo acomodando a mis nuevos alumnos y reorganizando mi agenda. El poco tiempo que me quedo libre lo utilice, ya sea para terminar algunas tareas, o adelantar otras. Mama me llevo a una rápida cena el domingo, era lo único que su apretado horario le permitía, su trabajo era muy solicitado y no podía permitirse faltar. Cuando regresamos a casa mi cuarto se encontraba a oscuras, y cuándo encendí la luz, me encontré una pequeña caja roja sobre la cama. Confundida me acerqué hasta dónde se encontraba el regalo. No entendía de parte de quién podría ser, mamá, tía Mel, Ben, April y Mica, ya me habían dado sus regalos.

Acaricie la aterciopelada caja que brillaba bajo la luz de foco, y estaba colocada sobre un peluche de oso de manera graciosa. La tomé en mis manos y con curiosidad la abrí. Dentro de ella brillaba una hermosa pulsera de oro rosado con varios dijes de distintas formas. La observe con detenimiento, cada dije tenía la forma de una atracción turística que deseaba conocer: Petra/ Jordania, el Coliseo Romano/ Roma, la muralla china/ China, la torre Eiffel/ Francia, Machu Picchu/ Perú y el Taj Mahal en la India.

Era muy hermosa y logró conmoverme, y no porque era un regalo caro, sino por qué significaba que esa persona recordó mi sueño de conocer el mundo y sabía cuáles eran mis destinos. No fue necesario investigar quién fue el responsable, era más que obvió, una sola persona los conocía. Tomé la pequeña bota que estaba bajo el obsequio y con voz triste la leí.

" Feliz cumpleaños, mi Lissy. Te juró que algún día te haré conocer estos lugares"

x Te ama, Papá.

Una sonrisa se formó en mi rostro mientras contenía las lágrimas y con velocidad me coloqué la nueva pulsera.

<Pensaba que lo había olvidado, lo hizo con los últimos diez cumpleaños, pero esta vez lo recordó.

Quería devolverle el mensaje, quería avisarle que ya no era necesario que permaneciera oculto. El hombre de los ojos esmeralda había muerto, ya no había peligro, podría regresar, porque ese hombre fue la razón por la que se fue ¿verdad?

La picazón en mis palmas comenzó a nacer y me encamine para el baño, debía aniquilarla. El agua fría mojo mi piel y me helo hasta los huesos, mi mente tratando de despejarse de teorías y conspiraciones sobre mi padre.

Papa era listo, también debe haberse enterado de su muerte, pero no regreso.

¿Si ya no quiso volver?

¿Si descubrió que no nos quería lo suficiente y tiene a alguien más?

¿Si jamás regresa?

La picazón no desaparecía, ahora estaba en todo mi cuerpo. Apreté los dientes mientras mis uñas rasgaban mi piel, dolía, pero la fantasma sensación de picazón era mayor. Empecé a decir palabras buscando distraerme, el agua fría no estaba funcionando. A veces no lo arreglaba todo.

Imágenes alazar rondaron en mi mente, quería buscar una y concentrarme en ella. Un par de ojos azules se formaron en mi mente, un recuerdo viviente que posee nombre y apellido. La intensidad de los colores hechizándome no sé por cuanto tiempo hasta que la picazón desapareció.

Ya no picaba.

Apagué la ducha y apenas dormí esa noche.

Durante una semana fui lentamente evitando a Jackson, aun no deseaba cumplir mi segundo reto. Aún seguía algo avergonzada con el primero. Sus hermanos siguieron compartiendo con nosotros en la cafetería y fue tanta la naturalidad de sus acciones, que parecía que todos siempre fuimos amigos. Por otro lado, Jackson seguía sentándose con Dean y sus amigos. También seguía ignorándome en público, aunque sus amigos siempre eran amables conmigo cuando nos cruzábamos en los pasillos.