Enemigas intimas CAMREN

parte 72

Esa noticia hizo que el corazón de Camila se disparara y la cantidad de oxígeno en sus pulmones disminuyera, casi asfixiándose. El chico cogió el radio y se dispuso a hablar.

-¿Es una mujer? –Preguntó Austin.

-Sí, parece que sí es una mujer, necesito la orden de ir a comprobar su estado.

Austin miró a Camila en señal de permiso y, casi instantáneamente, la pequeña asintió con la cabeza rápidamente.

-Vayan a ver su estado, agente –Ordenó Austin.

-Ahora mismo.

-Infórmeme de inmediato –Ordenó nuevamente el chico.

-Por supuesto, inspector –Aceptó el agente sin ningún problema.

Camila volvió a llevarse las manos a la cabeza, caminando de un lado para otro, demasiado nerviosa.

-Mila, cálmate –Pidió Normani, quien se estaba poniendo también nerviosa al ver como Camila caminaba adelante y atrás sin ninguna dirección.

-Eso hizo que se detuviera para mirarla- ¡No puedo calmarme! –Gritó la pequeña, sin ninguna intención ni ánimos de hacerlo- Jo*der, ¿por qué tardan tanto? –Dijo la pequeña, refiriéndose a que estaban tardando demasiado en informar del estado de esa mujer.

-Dijeron que estaba al final del descampado Mila, ten paciencia, tienen que llegar hasta allí –Explicó Austin.

La pequeña simplemente suspiró, volviendo a retomar su caminata de nerviosismo y sin ninguna dirección. Dos minutos después, volvieron a hablar por el radio de Austin:

-Tiene un disparo en el muslo, inspector, se está desangrando. Necesitamos una ambulancia.

-Pregúntale si es castaña –Pidió Camila.

-Ahora mismo la pido. Agente, ¿la mujer es castaña? –Obedeció Austin.

-No, es rubia y es bastante joven, no creo que tenga más de 20 años –Respondió el agente.

-Mier*da, es Taylor –Dijo Camila- Pide la ambulancia Mani, rápido –Pidió Camila, observando cómo rápidamente Normani sacaba su celular- ¿Cómo está? Pregúntale –Pidió a Austin.

-Ya estamos pidiendo la ambulancia. ¿Cómo está la mujer? –Volvió a obedecer Austin a la petición de Camila.

-Pues no soy médico, inspector, pero está perdiendo mucha sangre y su aspecto es... es bastante deplorable –Informó el agente.

-¿Está consciente? –Preguntó ya Camila.

-No comandante, está desmayada –Respondió el agente.

-Pídeles que le hagan un torniquete en la herida y la traigan hasta aquí, no es seguro que se queden ahí en medio –Ordenó la pequeña- Y que vayan a inspeccionar ya el almacén, por Dios –Añadió.

-De acuerdo –Obedeció una vez más Austin, dando la orden.

-Y que si ven a una castaña avisen de inmediato –Añadió algo más la pequeña.

-La ambulancia ya está de camino –Anunció Normani- Les pedí que vinieran sin el sonido para que, si Luis y sus hombres están en el almacén, no escucharan.

-Bien, buena idea –Felicitó la pequeña a su amiga, mientras observaba como Austin volví a cumplir órdenes, hablando por el radio con el agente.