Coloco el escalpelo en la garganta de la niña para que deje de moverse como loca en la silla.

Ella se detiene al instante.

Buena niña.

"A partir de ahora solo seguirán mis ordenes!"

"Revisen una por una cada piso y cada habitación de la casa."

"Quiero a los intrusos estúpidos de rodillas ante mi en menos de una hora!"

"VAYAN!"

Los guardias que estaban afirman con la cabeza una vez antes de moverse.

"Yo revisaré esta, tu ve a otra habitación."

La voz de Rey me alegra demasiado.

Él viene a mi trampa.

El dedo en mi boca les indica a las dos niñas que deben guardar silencio mientras nos escondemos en el amplio y lujoso baño de esta habitación preciosa.

No por nada es la Casa Real!

Miro lo que el joven Rey hace.

Revisa debajo de la cama y dentro del amplio armario.

Mueve todos y cada uno de los muebles con la esperanza de encontrar algo.

Su mirada entonces se fija en la puerta del baño.

El sonido de la gota de agua cayendo al drenaje es lo único que resuena en este lugar.

Aunque yo escucho el fuerte latido de mi loco corazón en mis oídos.

La puerta se abre lentamente.

Estoy agazapada acechando a mi victima.

"AAAAAARRRRRRGGGHHHH!"

Rey grita brevemente por el desconcierto, mas que por el dolor cuando mi afilado escalpelo atraviesa su pantorilla de lado a lado.

Sin perder tiempo tomo con mi mano su otra pierna y jalo hacia mi.

Rey intenta equilibrarse, pero el dolor del escalpelo enterrado profundamente en su pierna hace que se desplome irremediablemente en el suelo.

Su cabeza rebota de maravilla cuando se golpea en el suelo.

Salto sobre él, colocando mis rodillas en su pecho.

"Eres una puta que destriparé viva!"

Logra gruñir el jovén Rey antes de que tome su cabello con mis manos y golpee repetidamente su cabeza contra el suelo.

Las manos del joven Rey intentan rodear mi cuello pero soy capaz de evitar que me toque.

El pulido piso ya presenta una satisfactoria mancha roja.

"Eres un hijo de puta infiel malnacido bastardo!"

Se que este no es mi Rey.

Pero de igual forma servirá para desquitar todo mi enfado hacia mi Rey verdadero.

Tiro de su cabello, llevandome mechones entre los dedos antes de rebotar con mis rodillas en sus costillas.

Eso me impulsa para tomar el mango del escalpelo para retirarlo de su pierna.

"Maldita clonada!"

Gime de nuevo el jovén rey antes de que clave el escalpelo en su pecho.

Los hermosos ojos del joven Rey se abren por completo.

El pánico se apodera de él.

"Te castraré por haber tenido sexo con esas niñas, maldito bastardo."

Dulce JuguetitoWhere stories live. Discover now