Capítulo 24 - ÚLTIMO | Él me quiere

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Me encuentro junto a un lápida con el nombre de Ezra en ella. No puedo venir a este lugar sin sentir la ya típica opresión en el pecho y recordar sus últimas momentos.

No podía moverme cuando vi a Jessica sonreír maliciosamente e irse como si sólo hubiera robado una paleta. Corrí desesperadamente y me arrodillé junto a él. La sangre que salía de su cuello era impresionante. "No, por favor, Ezra, no..." le dije con mi mente. "Está bien, Olive. Te quiero, está bien" me respondió él. "Yo también te quiero" le dije mientras acariciaba su mejilla. Las lágrimas corrían por mis ojos y el hueco en mi corazón se hacía cada vez más grande mientras sentía que su mente abandonaba lentamente la mía. No puedo ni siquiera explicar todo lo que sentí. Fueron sensaciones inefables.

Recuerdo que hizo un ruido extraño antes de finalmente abandonar su cuerpo y perder toda la luz en sus ojos. Lloré demasiado. Sentí a Ansel detrás de mí mientras me consolaba. Nunca podré olvidar la expresión de Sheila cuando vio el cuerpo de Ezra tendido en el suelo. Recuerdo haber sentido el deseo enorme de torturar inmensatemente a Bryan y a George; de perseguir a Jessica hasta acabar con su vida al igual que ella había acabado con la de él.

Finalmente, lo que se decidió fue borrar la mente de Bryan y George, incluyendo los recuerdos de todos nosotros. Sinceramente, yo no quería, pero esa fue la decisión de Sheila.

Con Jessica es otro cantar. Nos llegaron noticias de la manada de Ezra, en donde nos informaron que ellos habían acabado con su vida. Lo más impresionante, fue que no me importó. No me juzguen. Ella había matado a una persona realmente especial en mi vida.

—Así que ya estoy a punto de graduarme —le digo a la piedra tallada—. ¿Qué opinas, huh? En dos semanas es la graduación y me aceptaron en unas universidades bastantes buenas... Aunque no creas que no te visitaré, vendré aquí todos los días que pueda —digo y acaricio la lápida—. Ansel vendrá conmigo a la universidad también pero Ian decidió que viajaría por todo un año antes de regresar aquí. Apuesto a que serías bueno enseñándole a controlar todas esas cosas lobunas —sonrío nostáligamente y me pongo de pie. Las lágrimas están a punto de salir de mis ojos— Vendré a verte antes de irme —digo mientras una lágrima cae en el suelo. Limpio mis ojos, doy media vuelta y me voy.

Camino fuera del cementerio hacia mi casa. El Sol abrasador me sigue mientras camino por la acera. Me hubiera gustado tanto que Ezra pudiera estar aquí... Tranquila, Olive. Pasaste todo este tiempo llorando, a Ezra no le hubiera gustado verte de esta manera. Respiro hondo antes de entrar a casa y sonreírle a mis padres. Comemos juntos y subo a mi habitación lo más normal que puedo. La verdad, es que siento que voy a pasar toda la tarde llorando. ¿Es normal? ¿Llorar tanto tiempo? Cuando abro la puerta, veo a Ansel sentado en mi cama con dos bolsas de Fro-Yo. Sonrío al verlo.

—Tú sí que sabes como animarme —le digo mientras me acerco a él y lo beso en los labios.

—Sabía que hoy irías a visitar a Ezra. No quería dejarte sola —susurra por encima de mis labios.

—¿Mis padres saben que estás aquí? —le digo separándome y sentándome a su lado.

—Sabes que prefiero las ventanas —dice, divertido.

Nos recostamos en la cama y cuando acabamos de comer el Fro-Yo, nos recostamos de lado y nos miramos fijamente.

—No puedo creer que estemos a punto de graduarnos —dice Ansel, sorprendido —. Parece como si hubiera sido ayer cuando te vi por primera vez. Recuerdo lo bonita que te veías —me dice mientras acaricia mi mejilla.

—¿Por qué nunca me lo dijiste? —pregunto, acercándome un poco más a él.

—Porque estaba todo ese asunto de nuestros padres y pensé que Ian era tu novio —responde, divertido por la última parte—. Además, si lo hubiera hecho, jamás me hubieras mandado esa horrible carta —continúa mientras sonríe. Yo le doy un suave golpe en el brazo.

—Oye, fue hecha con mucho amor —respondo mientras sonrío. Nos quedamos mirando fijamente. "Sé mi novia" escucho decir a su mente. Mi respiración se corta inmediatamente.

—Si lo quieres escuchar con palabras... Sé mi novia —dice mientras me acerca más a él. Yo sigo en shock, no puedo responderle —. Sé que debí pedírtelo antes pero... —sigue diciendo pero yo acerco nuestros labios para que guardara silencio.

—Está bien —respondo, delineando cada una de las partes de su rostro—. Teníamos varios problemas, yo estaba algo confundida por mi pasado con Ezra... Yo no estaba segura acerca de lo que teníamos aunque te quería con el alma... —empiezo a decir tratando de que el nudo en mi garganta no me orille a las lágrimas—. Sí, quiero ser tu novia. Una y mil veces sí —respondo. Apenas y termino de hablar el me toma de la cintura y rodamos para que yo quede encima de él. Lo beso y sonreímos mientras lo hacemos.

—Juro que no seré un patán como lo era antes. Voy a hacer las cosas bien —dice mirándome fijamente.

—¿Me harás enojar como siempre lo haces? —pregunto, divertida.

—Sí, eso sí lo haré. Me encanta cómo te ves enojada.

Estar así, con él y con todo en paz es lo único que necesito para ser feliz. Puedo acostumbrarme a esto. A los abrazos, a los besos, a sus palabras, a sus cuidados...

   

No sé cuánto durará esto. ¿Será amor eterno? No lo sé. El amor nos trae tristezas, dolor, desesperación, preocupación... Pero también nos da la fortaleza para sobrellevar todo eso. De lo único de lo que estoy segura es de que él me quiere y que no necesito nada más.

Él no me quiere | Ansel ElgortWhere stories live. Discover now