Capítulo 21 | ¿Tú?

1.9K 138 10
                                    

Ian y Ansel salen primero de la camioneta. Ezra espera conmigo y cuando estoy a punto de bajar, toma mi mano.

—Ten cuidado —me dice, mirándome. Sus ojos siempre serán mi debilidad.

—También tú —le digo apretando su mano. Antes de que me de cuenta, él me acerca rápidamente a él y une nuestros labios. Acepto el beso gustosa, sintiendo sus labios besar los míos con dulzura.

—Es mejor que salgamos.

Salgo del auto y abrazo a Ian antes de entrar al bosque. Camino guiada de la poca luz de la Luna y tengo el presentimiento de que estoy cerca. Cuando veo la fogata y a George, me detengo.

—Te dije que no vinieras —susurra, sin siquiera mirarme.

—Tenía que hacerlo... tienes a mis padres —le digo, avanzando cada vez más hacia él.

—No podré hacer nada para protegerte —dice, calmado, todavía sin verme.

—No quiero que me protegas. Quiero que me digas donde están mis padres.

—No puedo decírtelo, Olive. He estado haciendo todo lo posible para aplazar este momento... No puedo protegerte sin que él me mate primero.

—¿Quién es él? —pregunto, por fin llegando a su lado. Por fin voltea a verme y se levanta —¿Dónde están mis padres?

—Quisiera decirte... pero no puedo. Me caes demasiado bien. Revelarte la verdad sería hacerte daño.

—Ni siquiera me conoces —le digo, tratando de sonar lo menos nerviosa posible.

—Claro que te conozco. Él y yo hemos tenido el ojo puesto en ti desde hace un tiempo. Sólo que yo quiero salvarte... y él, bueno, él quiere lo opuesto.

—¡Dímelo! —grito, desesperada.

—No te lo dirá —dice alguien detrás de mí. Una voz masculina bastante familiar. Fijo mi vista hacia donde proviene la voz y veo a Bryan, vestido de negro, viéndome y sonriendome maliciosamente. ¿Bryan? ¿Cómo carajos...? ¿Él es... malo?

—¿Tú? —digo, con un nudo en la garganta.

—No te sorprendas, Olive. Después de todo, bueno, fui bastante cuidadoso.

—¿Por qué? —le digo enojada y confundida. Aún no me lo puedo creer.

—Creo que eso te lo explicaré una vez que nos vayamos de aquí —dice, sonriendo calmadamente.

—No me iré de aquí... —empiezo a decir. Quiero gritar para que Ansel, Ezra e Ian vengan.

—¿Y quién me lo impedirá? ¿Tus amiguitos que estaban escondidos unos árboles más allá? Oh, no pongas esa cara. Son muy tontos, a decir verdad. Tus padres no están conmigo, simplemente jugué un poco su memoria y ahora están disfrutando de unas bellas vacaciones en México —dice, divertido—. Desprenderte de tu mente fue... tonto. No tienes el mismo poder de siempre, puedo percibirlo. Además, si no vas voluntariamente, bueno... Recurriré a otros medios.

—No iré contigo —digo, decidida a usar mi mente y todo mi cuerpo para luchar.

—¿Estás segura?

Es lo último que dice antes de ver como sus ojos se vuelven rojos, y sus dientes y garras empiezan a aparecer. George huye y yo no me puedo mover. ¿Es un hombre lobo? Cuando está a punto de saltar sobre mí, otros dos aparecen y lo interceptan. Reconozco a Ansel y a Ezra que están peleando contra Bryan. Ansel me mira y puedo leer el "¿Qué haces? ¡Corre!" en su mente. Obedezco pero sólo para buscar a Ian. Grito su nombre mientras corro. Escucho un rugido de dolor en la pelea y cuando volteo, veo a Ian ahí, lanzandole piedras a Bryan.

Él no me quiere | Ansel ElgortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora