-Christian...

-No menciones mi nombre con esa boca tan sucia. No me vuelvas a hablar, ya te lo dije.

-Ponte la venda.- Ordeno el.

-No hare nada que tu me digas.- Dije tirando la venda al suelo.

-Te amo...- Dijo el, ambos estabamos empapados.

De mis ojos volvieron a salir lagrimas, volvi a derrumbarme frente a el.

Daniel se acerco a mi. Alze la mirada y di un paso atras.

-Yo no.- Afirme, tome mi mochila y sali por la puerta.

La herida comenzaba a doler mas que el dolor interno. Con pasos tontos y tambaleantes logre llegar a mi edificio. Entre en el elevador y llegue a casa. Toque el timbre, no se donde estaban mis llaves.

Lana abrio rapidismo.

-¡Christian!.- Grito.

-La...- Me deje caer en sus brazos, llorando.

-¡Nena! ¿Que ha pasado?.- En su voz podia sentirse la preocupacion.- ¿Esa es mi ropa?

-Me duele...- Dije con voz debil. Y no presisamente la herida era lo que dolia.

Lana me levanto y vio que toda su playera habia sido manchada de sangre.

-¡Mierda! ¡Ven!.- Me llevo a la cocina y me sento en una silla, saco una gasa y alcohol etílico.

-Primero debo lavar la herida, mujer, casi te desangras.

Lana lavo con cuidado la herida, yo tenia la mirada perdida. No podia sacar de mi cabeza la imagen de Daniel saboreando a Shirley. Ew.

-Esto podria doler.- Dijo. Pero sabia que nada podria doler mas que Daniel.

Lana puso la gasa con alcohol en la herida, senti un dolor penetrante, pero se quito al instante.

-Listo, nena, deja voy por una venda a tu cuarto, no te muevas.- Pero no podia moverme, me sentia debil. No me sentia viva.

Lana regreso en un instante con una venda rosa en la mano y comenzo a enrollar mi cabeza con la venda.

-Creo que estas mucho mejor.- Dijo cuando termino.

Seguia sin poder articular palabra, solo queria tirarme en mi cama y llorar.

-Quiero... Quiero dormir...- Dije con voz casi inaudible.

-Si, nena, ¿necesitas que te lleve?

Sacudi la cabeza y me levante de la silla.

-Gracias.- Balbucee. Lana sonrio y me dirigi a mi cuarto.

Avanze por el pasillo hacia mi cuarto dando trompicones, todo me daba vueltas, y, una vez mas, las lagrimas quemaban mis ojos.

Llegue a mi cuarto y me deje caer en la cama. ¿Porque me dolia tanto? De mis ojos seguian saliendo lagrimas sin cesar.

Estaba hecha un ovillo en mi cama. No tenia animos de hacer nada. Me sentia horrible.

<<Christian, por favor escucha, te amo...>> Recibi el pensamiento de Daniel.

-¡AAAAAAH!.- Grite lo mas fuerte que pude. Tape mis oidos con las manos y meti mi cabeza entre mis rodillas.

-¡Nena! Pero... ¿Que pasa?.- Lana llego segundos despues del grito. Yo la voltee a ver con mi cara bañada en lagrimas.

-Dios mio.- Lana se sento en mi cama, me erguí y me recargue en su pecho.- ¿Que paso, Christian?

-Daniel...- Dije entre sollozos.-...Daniel y yo terminamos.- Al terminar esa frase llore con mas fuerza.

-Ay, nena, creo que se lo que es perder al amor de tu vida, pero todo pasa por algo...

-¡PERO YO LO AMO!.- Grite sollozando.

-Lo sé, los primeros dias siempre son los mas dificiles, pero todo se supera en esta vida, te lo aseguro.

-Pero, lo peor es que yo no quiero superarlo, quiero estar con el, por siempre...

-Con el tiempo y la vida he aprendido que "por siempre" no existe. Solo es una ilusion.- Me dijo.- No sufras por Castellan, el no lo merece.

-Se llevo todo, Lana. Todo de mi.- Le dije acostando mi cabeza en sus piernas.

-Lo recuperaras, te lo aseguro, eres fuerte, Christian.- Dijo.- Y, por cierto, ¿Porque traes puesta mi ropa de repuesto?

-No se donde quedo la mia, me di la libertad de tomar la tuya, espero y no te moleste.

-No, no te preocupes, esta bien.- Me dijo.- Por ahora solo duerme, es lo que necesitas, ya mañana es Sábado y podemos salir o lo que tu quieras.

-Gracias, Lana.

Ella solo sonrio, me regalo un beso en la frente, ahora cubierta por una venda rosa, y salio por la puerta. Intente relajarme y me sumergi en un sueño profundo.

Me desperte de sobresalto, estaba soñando con Daniel, y no quiero eso.

Me levante de mi cama, traia mi pijama y 2 trenzas en mi cabello. Lana me habia peinado.

Camine por mi cuarto y llegue a mi baño, vi los ojos de mi reflejo, estaba comenzando a perder la vision pero parpadee, no queria tener una vision porque sabia que Daniel apareceria ahi.

Sali y fui a mi ventana, todo estaba obscuro, no podian ser mas de las 12:00 de la noche.

Tenia que hacer algo, no me podia quedar toda la vida sufriendo por un amor que no dio frutos. Mientras tenga mi don nada cambiara, Daniel podra comunicarse conmigo por mis pensamientos ya que eso no lo controlo. Tengo que dar mi don, y ya se a quien.

La lluvia habia dejado de caer pero el frio era intenso. Aun con la chaqueta de cuero moria de frio.
Traia unos vaqueros de mezclilla y mis converse. Mis lentes tenian pequeñas manchas de gotitas de la ahora ya escasa lluvia.

El hospital "Santa Monica" parecia un edificio de hace años. Solo estaba alumbrado por dos debiles focos en los pilares de los lados. Me apresure a entrar.

-Buenas noches.- Dije a la recepcionista.- ¿Puedo pasar a ver a un paciente?

-Señorita, ya no son horas de visita...- Dijo la chica.

-Porfavor.- Tenia que pasar a verlo, asi que use mis pocos dones de control mental.- Necesito pasar a verlo, lo amo y lo extraño...-Sabia que las clases de actuacion servirian de algo en el futuro.

-¿Cual es el nombre del paciente?

-Mateo.- Dije.- Mateo Difaglio.

Prohibido EnamorarseWhere stories live. Discover now