La familia Jeon

✨ Q u i n c e ✨

Un alfa azabache corría a toda velocidad tratando de buscar a su omega, estaba ansioso, con un poquito de miedo, pero era más su emoción que otra cosa.

Cincuenta minutos antes

— No puedo creer que ese maldito nos deje una práctica tan complicada, seguramente ni siquiera el profesor la ha hecho.

— Es parte de la vida — susurró él omega mientras le contestaba los mensajes a su alfa.

— ¡Pero es parte de la vida!, la verdad estoy pensando en cambiarme de carrera.

Jimin soltó una risita no creyendo lo que escuchaba, a veces le parecía demasiado gracioso. Estaban entrando a la cocina del campus cuando el omega sintió un aroma horrible a papaya llegar a su nariz provocándole náuseas, por lo cual salió corriendo hasta los baños para vomitar aquellos jugos gástricos, sus ojitos se abrieron en sorpresa.

— Jimin, ¿estas bien?, ¿qué pasó? — su amigo abrió el cubículo donde estaba, encontrándose con una escena bastante asquerosa — ¿estas embarazado acaso? — bromeó, pero todo se quedó en el olvido cuando Jimin no le dijo idiota y solo mantenía sus ojos muy abiertos — no jodas...

— Hace poco fue el celó de Jungkook, creo que puede ser posible — sus ojos no se apartaban de aquellas paredes del cubículo, como si su mente no existiera en ese mundo.

— ¿Hace cuánto es poco? — su amigo lo levantó para ayudarle a llegar a los lavabos.

— Un mes y medio, no... no lo recuerdo.

— Bien... ahora mismo iremos a buscar una farmacia — al chico no le importo si todavía apestaba a vomito, necesitaban hacer la prueba ahora.

Jimin fue arrastrado fuera de la universidad hasta las calles donde habían varios negocios, entre ellos una farmacia, pero los nervios de ambos aumentaron cuando estuvieron en un pasillo frente a distintas pruebas de embarazo.

— Agarra una — habló el alfa quien no sabía a donde voltear.

— Hazlo tú, estás más familiarizado con esto — grito en voz baja el omega.

— Que mis padres sean médicos no quiere decir que yo se de estas cosas — el alfa estaba sonrojado hasta las orejas, jamás se imaginó comprando esas cosas.

— Vamos, se un buen alfa...

— ¿Puedo ayudar en algo? — los chicos giraron su cabeza lentamente hasta encontrarse con la dueña de esa voz, tal como si se tratara de alguna película de suspenso.

— Amm — Jimin le dio un pequeño empujón — lo qué pasa es que estamos buscando una prueba de embarazo — la mujer volteó a ver los estantes como si fuera lo más obvio — a... a lo que nos referimos es a que no sabemos cuál sea la mejor.

— Bueno, las pruebas de orina no son tan certeras, lo mejor es una prueba de sangre, pero esta es la más recomendada — la mujer tomó una entregándola a los dos chicos inexpertos.

— Genial, muchas gracias...

— ¿Quieren que les cobre? — ambos asintieron caminando hasta la caja para poder pagar — serían 9.73.

Jimin rápidamente abrió su bolso buscando su billetera, estaba tan nervioso que se tardó en encontrarla, pues sus dedos temblaban con cada cosa que tomaba en brazos, al final dejó caer varias cosas, pero pudo darle los billetes a la señorita.

— Bien... es momento de saber la verdad — habló su amigo cuando salieron de la farmacia.

— Necesito orinar en esta cosa — Jimin estaba temblando.