Coffee

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Es hora de pensar que mientras MinHo retozaba en una cama junto a Chittaphon, JiSung estaba acarreando unas cuantas bolsas de basura afuera de la casa de Shotaro. Esa noche bailó con unas cuantas chicas y sus amigos, rechazó unas cuantas invitaciones con gentileza, ya saben para qué eran las invitaciones, y cuando ya todos se habían ido, y Haechan cayó rendido en el sofá por la borrachera, JiSung se dedicó a limpiar la casa junto a Shotaro para antes de que llegaran sus padres y le regañaran. Shotaro le comentaba que tenía un primo, japonés al igual que él, y que se había ido de fiesta también y no quería estar molestando en la casa cuando estuvieran ahí los chicos. A JiSung le pareció un buen gesto, pero cuando el tal primo apareció, algo le pareció aún más bueno.

--- ¡Yuta-niisan! --- Saludó Shotaro al ver a un chico en sus veintitantos, con el cabello un tanto largo y alborotado que le sonreía ampliamente.

Le sorprendió que el querido primo de Shotaro, el abogado recién graduado, estudiante abnegado y chico bien portado el 100% del tiempo, fuera tan, pero tan guapo. Le causó impresión, es todo.

--- Taro-chan... ¿Él es uno de tus amigos? --- Yuta reparó en él y se sintió medianamente encogido.

--- Sí, JiSung hyung.

--- Oh ¿Eres de fuera, amigo?

--- Sí, soy de... fuera --- Respondió JiSung --- JiSung Lee, es un placer.

--- Nakamoto Yuta, para servirte, lindura --- Yuta le guiño un ojo, y en realidad, JiSung no sabía qué hacer con eso así que solo se rió, entrando un poco en pánico.

Shotaro se incomodó un poco, pero no iba a decir nada.

--- Lindura, ¿necesitas que alguien te lleve a casa? Sería una pena que vuelvas solo.

--- Ah... yo, estoy bien, estoy... con un amigo --- JiSung aclaró la garganta --- Gracias, de todos modos, Yuta hyung.

--- Bueno, entonces, espero verte seguido por aquí, se amigo de mi querido primo, por favor.

Yuta volvió a guiñar un ojo una vez se fue. De hecho se volteó un par de veces para verlos y viceversa. Shotaro no se atrevía a decir que lo que pasó había sido extraño, y JiSung estaba tan confundido y avergonzado que tampoco iba a mencionar lo ocurrido por lo que fingió que nada pasó.

Yuta frecuentaba la cafetería a la que JiSung iba con sus amigos, y él se enteraría por Jisung, que un día le avisó que había un sujeto que no paraba de mirarle. JiSung les había invitado las bebidas como siempre (con la tarjeta auspiciada por ya saben quién) y se disponía a sentarse cuando el menor del grupo le notificó del extraño que tanto le observaba. Jisung señaló una mesa cercana, entonces el rubio miró y se encontró con un sorprendido Yuta. JiSung lo saludó alegre sorbiendo de su smoothie de fresa, y el mayor le sonrió de vuelta. Por supuesto Jisung no le diría a JiSung que aquel hombre le estaba mirando, evidentemente, el trasero, y se sorprendió al ver que en realidad se conocían.

Se encontraron más veces, en el mismo lugar, haciéndose buenos amigos, pero JiSung no era tonto. Sabía muy bien que Yuta se sentía atraído por él, por la manera en la que lo miraba, le decía cumplidos, apodos bonitos, se ofrecía a llevarlo a casa cada que podía, y en algún momento lo lograría, solía tocarle la cara y el hombro con delicadeza, y quien no se diera cuenta de que Yuta se sentía muy atraído por él era un completo estúpido. Sin embargo, el chiquillo no estaba interesado en el abogado recién egresado, no quería aceptar que estaba pillado por MinHo, pero así era. Luego de siete meses saliendo con el hombre, era inevitable su sentir ante tan maravilloso ser. No iba a negar, eso sí, que Yuta le parecía increíblemente atractivo, tenía una sonrisa de ángeles y facciones perfectas, suaves. De no estar saliendo con MinHo, o al menos si lo hubiera conocido antes, hubiera salido con Yuta, sin duda, y por algún motivo se sentía mal al pensar en eso cuando MinHo lo empotraba contra la marquesa de la cama.

SuGaR (MinSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora