O33;; H y u n j i n Pt. 1 • 6/8 ¡!

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Ahí estaban ambos, el rubio con un vaso de cerveza casi vacío en su mano, tú a su lado acariciando su cuello. Sus labios se movían con ganas de más, como si nunca fueran a cansarse del sabor del otro.

No eran nada pero a la vez lo eran todo.

El olor a alcohol y a cigarrillos inundaba el ambiente, la música retumbaba fuertemente por toda la casa aunque aún así podían escuchar los gritos alegres de sus amigos. No era perfecto, pero estabas con Hyunjin y eso ya era estar en el mismo paraíso ti.

Repentinamente el mayor se levantó del sofá en el cual habían permanecido por aproximadamente treinta minutos, levantaste tu mirada y pudiste observar esa sonrisa que escondía miles de cosas; una mano se extendió frente a ti y sin dudas la tomaste esperando las ordenes que tenía aquel chico.

- ¿A dónde vamos? -preguntaste.

Él no respondió, simplemente jalo de ti entre todo ese mundo de gente para abrirse paso hasta una de las habitaciones, misma que estaba vacía para su suerte. Sabías perfectamente lo que sucedería en aquel cuarto y estabas bien con ello.

Las manos del más alto viajaron a tu cintura para acercarte más a él, volvió a sonreir, era esa tipica sonrisa que podía joderte la vida de mil formas y tu mirada solo pedía que lo hiciera, no importaba si te destruía, querías todo de aquel chico.

- ¿En qué piensas? -susurró sobre tus labios cerrando levemente sus ojos- ¿Es que no quieres...?

Y dejando lo último al aire uniste sus labios en un beso profundo, pidiendo más del otro, queriendo volverse uno con tan solo una simple acción. Hyujin sonrió en medio del beso y eso te encantó, cada gesto, por pequeño que fuese, te mataba, su mirada, sus labios, su sonrisa, absolutamente todo de él era tu perdición.

Sentiste como él mordió tu labio levemente, no te había lastimado pero sí te habías llevado un susto. Nuevamente aquella sonrisa apareció solo que esta vez era diferente, podías notar ese hilo de picardía que escondía y no te disgustó. Lentamente el rubio te llevó hasta la cama, donde tu cuerpo cayó sobre el suave colchón rebotando levemente sobre este. Hyunjin colocó sus manos a cada lado de tu cabeza para poder sujetar su peso y desde ahí te admiró.

- ¡¿Y luego?! -la voz de tu mejor amigo te había sacado de tus hermosos recuerdos- ¡¿Qué hizo luego?!

- Nos seguimos besando y ¿sabes lo que hizo? -Minho negó rápidamente metiendo un pedazo de la pizza que habían pedido como su cena-. "Alice" -susurraste intentando imitar el tono con el cual aquel chico que te tenía tan loca había llamado a otra chica.

Te dolió, no ibas a negarlo.

- Dime que es broma -habló el otro con la boca llena de pizza. Hiciste una mueca al ver toda la comida que tu amigo tenía en la boca, él al instante tragó aquello ya que sabía lo mucho que te molestaba esa acción-. Debo ir a golpearlo, ¡¿cómo te pudo hacer eso ese idiota?!

Más que decidido el chico se levantó de la cama con su pijama de autitos dispuesto a "darle una lección" al "idiota" que había arruinado tu noche. Notaste que iba en serio cuando empezó a buscas sus pantuflas y al no encontrarlas tomó las tuyas y salió rumbo a la puerta.

- ¿Qué mierda haces Minho? -cuestionaste siguiendolo por todo su transcurso- ¿Siquiera eres consciente que llevas unas pantuflas de conejo puestas?

- Y que lo agradezca el imbécil, no le dolerá tanto el golpe.

Corriste hasta la puerta del apartamento para bloquear la salida, sin embargo en ese momento tu celular empezó a sonar lo que llamó la atención de ambos.

- Ni se te ocurra.

- Es demasiado tarde -con una sonrisa corrió hasta donde estaba el aparato, lo desconecto del cargador y se escondió en la habitación más cercana posible-. ¡Me lo agradeceras algún día! -gritó del otro lado.

Trataste de empujar la puerta de esa habitación pero por más golpes que le dabas esta no se abría; los gritos e insultos de Minho eran audibles, eso te desesperaba aún más, sabías que Hyunjin, quien se encontraba al otro lado de la línea, no diría nada, pero también conocías a tu amigo y no se detendría fácil. Estuviste caminando de un lado al otro sin parar esperando que tu mejor amigo se dignara a salir y cuando por fin lo hizo una sonrisa de victoria colgaba en su rostro como clara señal de que lo había insultado de las miles de formas posibles.

- Preciosa, no me mires así -el celular cayó en tus manos y suspiraste resignada ante la situación-. Se lo merecía, ¿que clase de chico hace eso?

Luego de ese "accidente" los días pasaron entre altibajos de emociones para ti, en un momento estabas feliz, luego lo recordabas y era lo contrario. Minho estuvo a tu lado siempre, cada vez que recibías una llamada del chico que tanto adorabas te prohibías a ti misma contestar, la debilidad atacaba tu cuerpo y con solo una palabra lo perdonarías si es que ese era el motivo de las miles de llamadas y mensajes que llegaban a tu celular.

Te encontrabas en tu departamento, "Sway" de Michael Bublé sonaba por todo tu hogar, amabas esa canción y la cantabas a todo pulmón, pero el sonido de la puerta interrumpió el concierto que le estabas dando a los platos sucios. Secaste tus manos y con un gran suspiro te encaminaste a la puerta, sorpresa la tuya cuando aquellos ojos que te habían mirado con adoración se toparon con los tuyos.

- Quiero que habl-...

Rápidamente cerraste la puerta, no querías escuchar ni una sola de sus palabras; por el lado de Hyunjin él luchaba para que no cerraras la puerta por completo.

- ¡Vete! -exclamaste molesta- ¡No me debes explicaciones de nada!

Era verdad, a finales de cuentas no eran nada para poder reclamar lo sucedido y eso lo tenías claro. De repente sentiste como dejó de empujar la puerta y tu fuerza disminuyó, pero en ese segundo la puerta se abrió de golpe, te hiciste a un lado para evitar que esta te lastimara. Lo miraste y él hizo lo mismo, te causaba miles de cosas con esa mirada y no podías esconderlo. Hiciste el intento de ir a tu habitación pero su mano se cerró sobre tu muñeca, impidiendo tu escape de la situación.

- No, no somos nada -afirmó. La diferencia de altura era evidente, él agachaba la mirada para poder buscar tus ojos, por tu lado solo mirabas tus pies-. Dios, mirame por favor -su mano libre paró en tu mentón subiendo este hasta que sus ojos se encontraran en un bello e insignificante instante-. Fue un error, sé que suena loco, pero te juro que no quise decir eso.

Él espero una respuesta y no hubo nada, no sabías qué sentir, nunca hubo nada serio entre ustedes y eso te asustaba. Ibas a decir algo pero aquel chico te arrebató las palabras de la boca.

- No quiero que me respondas ahora pero... -sostuvo tu mano y miró como estas se entrelazaban de forma lenta. Sonrió por la acción y su vista volvió a fijarse en ti-. Pero quiero que tomes en cuenta que si estoy aquí, buscando tu perdón, es por algo, si realmente no me importaras habría desistido esa misma noche -depositó un suave beso sobre tu frente y se alejó de ti-. Minho tenía razón al decir que soy un idiota, pero espero puedas querer a este idiota.

Con eso último se marchó cerrando la puerta a sus espaldas, dejandote con la duda de si debías ir detrás de él o dejarlo marchar y cerrar aquel tema justo ahí.





































G x n e t i c s

Bueno... Espero les haya gustado y me gustaría que comentarán qué quieren leer en la segunda parte si es que la hago.

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♡;; Stray Kids reactions ¡!Where stories live. Discover now