Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 51._Felicidad.

—¿Puedo hacerlo? —Pregunta antes de entrar en mi pero creo que lo hace porque no lleva ningún condón en él esta vez.

Asiento como loca a su petición pues las ondas del orgasmo aún se esparcen por mi cuerpo y aunque sea vergonzoso, el deseo se ha intensificado al verlo juguetear con su miembro.

Zero se coloca entre mis piernas, levanta mis rodillas un poco y luego se hunde en mi con urgencia, tal parece que habia planeado hacerlo lento pero las ganas le han ganado, él entra y sale con rapidez, cierro los ojos para disfrutarlo, lo rodeo  aprieto con las piernas para sentirlo aún mas dentro pero entonces... Un vago recuerdo llega a mi cabeza como si se tratara de un sueño o mejor dicho, una pesadilla.

Veo a Ilie encima mío balbuceando tonterías mientras me penetra, abro los ojos de golpe con una sensación horrible en el estómago, no es Ilie, es Zero pero eso que ha venido a mi cabeza no ha sido mi imaginación ha sido un recuerdo muy vago  de lo que paso hace un par de noches.

Trato de alejarme en ese instante, a pesar de lo excitada que estoy pues la incomodidad me invade al momento. Es Zero quien esta conmigo, debería solo disfrutarlo, lo extrañaba tanto, lo deseo tanto, no puedo simplemente apartarme.

—¿Pasa algo? —Zero se detiene y trata de salirse de mi pero lo detengo.

—No, no, no pasa nada. —Digo y él continúa solo dos arremetidas más pero vuelve a detenerse.

—Te siento muy tensa Flesh. —El calor de mi cuerpo comienza a apagarse, él se inclina sobre mi deteniendo su peso en un brazo —. Si pasa algo solo dime. —acomoda un mechón rebelde detrás de mi oreja.

Coloco ambas manos sobre mi pecho con nerviosismo pues no sé que decir, deberia confesarle ya todo pero ¿Cómo hacerlo en este momento? Su miembro aún esta dentro de mi y me mira de ese modo, hace unas noches que eso paso y ahora estaba teniendo sexo con él, me siento tan zorra, sé que no debería pero…

—Me duele la cabeza. —Miento—. Mis calificaciones me tienen mal.

—¡Umm! Es eso. —Murmura y se separa de mi lentamente dejando una sensación extraña en mi entrepierna—. Debiste decirme, te conseguiré algo para el dolor.

Zero se levanta de la cama de inmediato y comienza a subirse los pantalomes, yo me siento en la cama abrazando mis rodillas para evitar exponer mi desnudez, no sé cuando esto dejará de cohibirme.

—No quiero que tu… —Hablo con rapidez y pena a la vez al ver su muy erecto miembro.

—Ah. —Mira hacia el mismo lugar donde yo miro también—. Descuida, se me bajara con una ducha fría aunque… —Me analiza y luego camina hacia su closet—. Verte así la ducha no ayudará mucho.

Él saca de su closet una bata de baño y espero que me la dé pero en lugar de eso, él mismo se encarga de colocármela sobre los hombros.

—Toma una ducha, la tina esta lista, justo iba a entrar cuando llegaste. —Sus labios rojos por la fricción de nuestros besos son fascinantes y me embeleso mirándolos—Iré por algunos bocadillos, una pastilla y agua, o lo que sea que me encuentre en la cocina.

—No es necesario. —Me siento pésima por mentirle pues  esta siendo tan servicial cuando a mi lo único que me duele es el pecho por guardarme todo lo que llevo dentro—Con el baño esta bien.

—No te pregunté Gelatina, lo haré aún si tengo que obligarte comer y beberte una pastilla.

—Eres tan…

—La palabra insufrible no va conmigo, debes admitir que me viene mas el adjetivo “atractivo”

Esta vez no le ruedo los ojos ni hago caras de ningún tipo, solo le sonrío con pesadez, esta siendo tan lindo justo ahora que siento que estoy siendo tan perra con él.