II~ Capítulo 22 - "Huesos congelados"

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El frío calaba aún dentro de su enorme abrigo. Era algo común y normal ese frío en su ciudad, como lo es en Madrid en general.
Caminaba con prisa mientras pensaba en cuanto odiaba que Ángel le hubiera abandonado en la fiesta de graduación cuando pudo haberla traído de vuelta si él ya se encontraba allí.
En los segundos que tuvo para pensar mejor las cosas, se puso en mente el porque de repente su amigo había decidido ir de repente a la fiesta faltando desde el principio a sus planes. Por fin se planteó la idea de que su voz sonaba algo distinta, que solía estar vestido más formal de que lo había visto alguna ves. Y sin duda alguna ese maquillaje era bastante malo si intentaban engañar a alguien.
Su hipótesis con sospechas de fundamentos de repente se hizo más real cuando vio a su Ángel salir del auto negro que estaba estacionado algo lejos del lugar. "Tardaste mucho". Se quejó el chico que llevaba un traje negro, muy al contrario del blanco que el Ángel de la fiesta había llevado.

—¿Era ella cierto? —le saludo con una pregunta.

—¿De que hablas? —lo sabía perfecto, sin embargo, quería jugar un poco con la mente de su amiga.

—No soy tonta Ángel, Era ella —el interrogado frunció el entrecejo mientras imitaba una sonrisa —. ¡Astrid! Ella estuvo en la fiesta fingiendo ser tu.

—¡No grites! —se apresuró a poner su mano sobre la boca de la chica. —despertaras a medio vecindario.

—¿Por qué no me lo dijiste? —reclamó —pude haberla saludado, haberle dado un beso, que ella supiera que yo sabía...—se detuvo a pensar en que Astrid, a causa del choque, había perdido todo recuerdo posible en el que estuvieran juntas. —¿Crees qué ella me recuerde?

—Estoy seguro que si —no había mentido, Astrid la recordaba sin duda.

Repasaron un poco más el plan pero dentro del auto ya que el frío de afuera en verdad estaba congelando cada parte de su cuerpo. Ángel le dio la buena noticia de que no habría de que preocuparse ya que no había moros en la costa. La madre había salido junto a su hijo, ya sabían lo que había ocurrido con el padre y dónde se encuentra Belén. Una última mirada entre amigos y disparando su adrenalina automáticamente, guardaron ambas manos en su propio abrigo afelpado y caminaron fingiendo demencia.
Con Ana vigilando y Ángel burlando la fácil chapa de la casa, pudieron entrar.
"Con el Securby hubiera sido más complicado entrar". Con una sonrisa alababa a la tecnología que él mismo junto a su padre habían creado para la seguridad de sus hogares.

No había mucho tiempo. Una hora por lo mucho. Así que era mirar, tomar y correr. Ana revisaría en la planta baja y Ángel iría al segundo piso. Era una casa grande, con tres pisos, un ático, un sótano y un enorme patio que realmente no iba a ser necesario revisar.

....

Descansaba en una de las sillas azules  incómodas a que por fin algún oficial se dignara a atenderlos. Su madre daba vueltas, se ponía de pie y volvía a  sentarse, jugaba con sus manos, chasqueba y torcía sus dedos en cada oportunidad que tenía. Todo eso en un va y viene, siempre siguiendo la misma secuencia. Era claro que estaba nerviosa y que en su mente creaba miles de posibilidades infinitas que podrían llegar a ocurrir si el padre de sus hijos llegará a aparecerse de repente.
Muchas veces temió por su vida pero prefería mantenerse a raya solo para que sus hijos no sufrieran peor, o eso era lo que creía ella, porque Martín, apesar de solo tener 13 años, le suplicaba que se fueran, que son aquella bestia podrían salir adelante. Pero la mujer prefería quedarse, pensaba en que si se iba junto a una niña de diez años, uno de trece y otro de dieciséis no llegaría muy lejos y quizá incluso podrían llegar a pasar hambre. Jamás permitió que el hombre se acercara a su hija, siempre le exigió a Javier que debía cuidar de sus hermanos en especial de Belén, que por ser mujer, desgraciadamente corría más peligro. Javier y Martín se tomaron tan en serio su papel de protectores que por cada chico que le hablaba a su hermanita, debía pasar ciertas pruebas obligatorias, las cuales solo un par de chicos pudieron pasar del nivel tres.

Más Allá Del Olvidó  [I]Where stories live. Discover now