II~ Capítulo 15 - "¿Comenzamos?"

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Ana
Madrid España.

22/10/15

Desperté en mi cama, tenia que ir a la universidad pero no tenía suficientes fuerzas para levantarme.
Parece como si fuera ayer que la vi por un momento antes de que su padre se la llevará lejos para protegerla de las amenazas de Arturo. No logre despedirme como me hubiese gustado, pero al menos me alegraba saber que estaría segura aunque significaba que no volveria a verla en mucho tiempo.

—Ana... —mi madre irrumpía en mi habitación antes de que fuera a la escuela —Max acaba de llamar —captó mi atención.

—¿Qué pasó?, ¿Qué dijo? —era clara mi emoción por la noticia.

—Despertó —una sonrisa de felicidad apareció en su rostro. —Astrid acaba de despertar. —Un gesto de preocupación a mí -no tan sorprendida emoción- apareció en su rostro. Me alegraba saber que al fin volvía a ver la luz del día pero me dolía no estar ahí para verla y que me viera. —era necesario que la escondieran, no conocemos del todo a ese hombre ni sus capacidades de venganza. —alentó mi madre como si supiera lo que retenía mi emoción.

—Desearía estar con ella en estos momentos.

—volverán a estarlo, solo necesitamos atrapar a Arturo en alguna fechoría para que lo encierren.

Cuando mi madre salió de mi habitación, me acosté de nuevo en mi cama mirando al techo recordando lo que haríamos cuando creciéramos, que cada una cumpliría su sueño de la mano de la otra, que yo estaría a su lado.
Recuerdos volvieron para hacerme sonreír. El día que la conocí, cuando me salvo del idiota que intentaba besarme, cuando me salvo de Arturo, cuando ella me abrazaba y olvidaba todo.
Con ella era muy difícil estar triste, era difícil llorar, siempre estaba feliz a su lado y me costaba creer que por ahora tendría que vivir sin estar con ella por todos lados.

—atrapar a Arturo... —repase las palabras de mi madre.

Atrapar a Arturo, una loca idea y película de detectives se creó en mi cabeza. Si reúno pruebas sobre algún delito de Borg podría presentarlas y que lo atrapen de una vez por todas.
Mi padre y mi madre no estarían de acuerdo con que yo arriesgará mi vida de tal manera pero tenía que hacerlo, al menos si quería a Astrid de vuelta a mi lado.

•••

—traeremos de vuelta a Astrid. —hable firme frente a ellos mientras comíamos en el patio de la escuela.

Habíamos tenido un pequeño descanso de cinco minutos, con los proyectos finales, exámenes y Erick con su tesis sin terminar, teníamos a la escuela ahogando nuestras cabezas en el inodoro.
No sabía muy bien como lograr adentrarnos a la vida de Borg pero sabía que a Ángel o a Erick se les ocurriría algo.

—¿Cómo planeas hacer eso? —atajo Erick.

—es un riesgo traerla de vuelta —hablo la voz de la razón: Ángel. —y no solo por Arturo, sino porque también tiene una posible demanda por parte de la chica afectada, mi padre apenas está intentando que la chica deslinde a Astrid.

—lo sé, lo sé —calme las aguas —pero estamos de acuerdo que los tres la extrañamos.

—no hay duda, pero no quisiera verla en la cárcel o peor —Erick admitió sus miedos.

—tranquilo, mi plan es que busquemos pruebas.

—¿De qué?

—sobre los delitos de Borg y que es claro que alguien manipuló los frenos del auto.

—Sobre los frenos podría encargarme yo —sugirió Ángel.

—¿Cómo nos acercamos a Borg? —pregunto Erick confundido.

—no lo sé —un suspiro de Erick me hizo saber que no estaba muy de acuerdo con esto.
Sabía que había un miedo dentro de él que le impedía querer ayudar. Se trataba de su mejor amiga, si, pero no quería decir que eso lo obligaba a arriesgar su vida por ella.
Si quería tener su confianza debía tener un plan más concreto que solo decir: "Traeremos de vuelta a Astrid".

—Belén —miramos confundidos a Ángel —Alex un día me presento a su prima, Belén Borg. Debemos buscarla.

—¿Y qué seguiría cuando la encontremos? —Pregunto Erick.

—ni Ángel ni yo podemos acercarnos a ella por lo que tú tendrías que volverte su amigo.

Un plan malévolo comenzaba a trazarse en mi cabeza, sabía lo que debíamos hacer y cómo debíamos hacerlo pero aún así había cositas que no cuadraban. Cómo por ejemplo, la que más me importa: como le haríamos para ganarnos su confianza lo más pronto posible.

•••

Parados afuera de la supuesta escuela de Belén Borg esperábamos a que está saliera.

No sabíamos mucho sobre ella, pero teníamos claro que su familia era unida a la de su primo y su padre lo era de su abuelo. Sabíamos que algo andaba mal con la familia de apellido ya sabido, pero no sabíamos a que grado. ¿La razón?, Solo la conoce Alex y Belén Borg.

No nos causaba alivio saber que Alex solía frecuentar su casa demasiado tiempo, Álex era muy unido a su primo Javier, así que eso causaría un efecto en nuestro encubrimiento de Erick, por eso también decidimos que Ángel y yo no nos acercaríamos a ella.

Cuando la vimos salir con esa carismática mochila morada empujamos a Erick contra ella, eso no estaba en el plan pero había resultado.

—lo siento, no fue mi intención —se disculpaba nuestro galán —quería hablar contigo pero ¡esta no era la manera que buscaba! —hablo alzando la voz, eso era para nosotros. —soy Erick, un gusto en conocerte —dijo con una sonrisa.

La mire ignorarlo, no había dicho ni quejado sobre nada, tampoco había tirado nada sobre el suelo porque no tenía nada que tirar. Los encantos de Erick estaban fallando o aquella chica no le interesaba de nada tener una conversación con nuestro galán.
Con una mirada sería y como si no hubiera alguien dirigiéndose a ella se propuso a irse.
Ángel le hizo señal para que no la dejara ir, lo único que pudo hacer fue sostener el brazo de la chica con cabello oscuro.

—soy Belén —de repente recordaba sus modales. —tengo prisa, ¿qué quieres?.

—nada... —se había quedado sin ideas para retenerla —la verdad es que... Me llamaste la atención y quería ser tu amigo.

—no me interesa —con una sonrisa indiferente intento irse por tercera vez.

—vamos no seas mala, no tengo muchos amigos.

—ese no es mi problema.

—pero podrías ser la solución —Érick le regaló una de sus sonrisas coquetas. Una risa de Belén con algo de ironía, nos indicaba que comenzaba a ceder respecto a esa muro duro que colocaba por razones desconocidas. —tengo algo de tiempo libre, ¿Te gustaría tomar algo?

La chica de cabello oscuro lo miro con indiferencia pero con una rara sonrisa con combinación de interés y desinterés.
Aceptó. Sabíamos que nadie se resistía a los encantos de ese galán de cabello castaño claro y que conquistaba la chica que quisiera solo con sonreír, lo que no teníamos confirmado era la facilidad con la que lo hacía.
Dejando pasar primero a Belén con un gesto de mano, aprovecho que le daba la espalda para levantar ambos pulgares a nuestra dirección dando por cumplida la -no tan complicada- misión que se le encomendó.

Más Allá Del Olvidó  [I]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt