Más Allá Del Olvidó [I]

II~ Capítulo 19 - "Los tres soñadores"

Había logrado subir dos cajas sin que se dieran cuenta. Saco todo su contenido, lo escondió debajo de su cama y regreso las cajas a su lugar.
Inspecciono cada una de las cosas. Sería mentira si ella misma se dijera que no esperaba encontrar cartas, recibos, fotos o más pruebas que pudiesen funcionar para pagarle unos diez años en prisión a su abuelo. El asunto ahora era como lograr volver a bajar para inspeccionar la última caja que le quedaba por revisar, no confiaba en que en esa caja encontrara más de dos cosas útiles porque su hermano era lo suficientemente listo como para dejar pruebas potenciales en contra del mayor Borg en una sola caja que todos podrían ver y revisar.
Tomando de nuevo valentía bajo por las escaleras a ese pequeño cuarto que desde siempre a sido su pesadilla. No importa cuánto miedo tenía, por ahora se tragaría cada sentimiento con tal de que su abuelo pagará cada pecado que cometió.

Alguien toco su puerta, se trataba de su hermano Javier que -si bien anuncio su llegada- entro como si nada a su habitación. Se sentó en la cama con sábanas moradas en la que descansaba Belén luego de un largo día.
Molestando solo porque le hacía gracia, Javier subió los pies sucios a la cama ajena.

—Baja tus pies cochinos —Belén empujó con fuerza los pies de su hermano.

—¿Qué hacías? —con una risa se incorporó dejando los pies en donde correspondían.

—trabajos y tareas —lo ignoro intentando ocultar el videojuego y la carta. —¿si conoces esas palabras, o estás aún más menso de lo que creó?.

Una risa de Javier sonó por toda la habitación. La amistad de ellos dos era buena, era aún mejor cuando Martín estaba en el medio pero él no había soportado lo suficiente, abandonando a Javier en el pesado trabajo de defender a su madre cuando su padre se ponía pesado. Si, Javier era molesto, grosero y se podría decir que hasta machista pero era claro que a su madre y hermana nadie las iba a lastimar estando él presente.
Cristian y Arturo eran el verdadero problema porque para Belén tanto como Javier aprendió cosas malas de Alex, Alex aprendió cosas buenas de Javier. Aquel chico no había decidido ser malo pero en esta vida la maldad era lo único que conocía y lo rodeaba.

—deberías irte, me concentro mejor si no están molestando —lanzó una orden mirando en dirección a la puerta.

—se cuando no me quieren en un lugar —si hermano se puso de pie —y es obvio que deseas que me quede —volvió a recostarse. Belén logro esconder todo debajo de libros y carpetas, ya no tenía miedo a que Javier encontrará las cosas de Martín, se sentía más tranquila así que no insistio más en que Javier saliera de sus aposentos.

—solo quería venir a preguntar... —Belén se tensó, su conciencia estaba sucia así que no sabía qué problema iba a mencionar Javier. —¿Quien era ese chico con el que estabas en el parqué?

—¿Tu eras el fisgón atrás del árbol?.

—solo estaba cuidando de mi hermanita.

—un amigo, lo conocí hace unos cuantos días.

—y... ¿Te gusta? —se burló Javier parándose a su lado para picar las costillas de su hermana.

—Claro que no, ya sabes lo que opino sobre lo de tener novio.

—¿eres lesbiana? —pregunto Javier con una mueca de asco.

—No, pero no me molestaria serlo. Los hombres son un asco.

—ay si si, la feminazi. —hizo un gesto exagerado con sus manos.

—idiota —Javier río al insulto de Belén. —no me interesa tener a un hombre a mi lado porque mis ejemplos del género no son muy buenos.