25- ¿Días de paz?

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Los chicos que eran guiados por Dafne llegaron a la aldea, Alexey se sorprendió al ver que algunos hogares contaban con luz eléctrica, algo que en Cipango era muy poco usual. Ivanna vio la expresión de alegría que tenía Dafne en su rostro al sentir el olor a sal de mar.

—Señor Alexey, podríamos pedir hospedaje en este poblado y así relajarnos un poco ¿no le parece? — propuso la loba.

—Claro, por qué no.

Pero no vio que Dafne guió a Ceres al mar tomándola de la mano hacia el mar, ambas reían con la misma energía que la que un niño pequeño tenía cuando jugaba con sus amigos en el jardín, se subieron a una roca de algunos cuantos metros de altura y saltaron sumergiéndose en el agua, justo allí Dafne sufrió su acostumbrada transformación de humana a sirena sólo que ahora su cola brillaba sin igual. 

—Dime, Alexey — comentó Jack —¿te atrae Dafne?

"Otra vez la burra al trigo" pensó el alguacil y recibió un coscorrón en la cabeza de parte del vampiro.

—Oye, ¿qué te pasa? — exclamó furioso el pelilargo.

—¿Vas a responder a mi pregunta, o no? — fue la respuesta del vampiro.

—Idiota, la verdad es que... no sé cómo decirlo pero esa chica es especial, la verdad es que no me había imaginado una chica tan absolutamente loca — comentó el alguacil.

—Ay... retráctate — comentó Pancracio mirando aterrado la cara de Dafne.

Alexey se giró para ver a la chica y lo último que pudo apreciar a Dafne cargando una roca y estampándosela contra la frente. Después sólo la oscuridad mientras que en su cabeza sólo se podía notar un enorme chichón en producto del golpe con la piedra.

—Nadie me dice loca — espetó molesta la híbrida.

—idiota ¿qué has hecho? ¿no ves que él puede o no ser nuestro mate? y me siento muy a gusto con él, eres una imbécil  — le reprochó Aysel

Para Dafne simplemente fue como un balde de agua helada pues no se esperaba eso de parte de su loba interna, sólo atinó a cargar a Alexey hacia un alojamiento en la aldea. Los rostros de sus amigos no tenían precio ya que todos ellos estaban tratando de evitar que se les saliera la risa por tan insólita situación que se ha presentado.

—A mí no me engañan, esos dos están enamorados — dijo Ceres con una sonrisa.

—Tú lo has dicho, amor — contestó Jack.

Ceres se emocionó tanto que abrazó a su mate importándole los reclamos de él, ante la curiosa escena Ivanna se fijó en una joven pescadora y pudo sentir que su bestia interna ronroneaba de alegría, se acercó a la otra loba del grupo mirándola con una sonrisa en sus labios bastante notoria para cualquier miembro de su especie y tal parecía que, Ivanna, había encontrado a su Mate.

—Lo mejor que puedo hacer es dejarlos solos, iré a ayudarle a esa chica de allá — dijo Ivanna alejándose del lugar.

—Está bien... — contestó titubeante el vampiro.

—Busquen un alojamiento en la aldea, no es muy decoroso que los vean en situaciones un tanto subidas de tono — sugirió la loba con una sonrisa cómplice.

Ambos mates se sonrojaron al escuchar las palabras muy obvias de la amiga y ayudante de Alexey, poco le importó a Ceres besar por primera vez a Jack en los labios frente al mar. Era la primera vez que ese vampiro sentía los cálidos labios de su pareja que contrastaban con su fría piel. Mientras tanto Ivanna se acercó a la pescadora quien la miraba con peculiar curiosidad.

—¿Necesitas ayuda? — indagó la loba mirando a la muchacha.

—La verdad es que sí — contestó esa joven pero algo le llamó la atención a Ivanna, esa chica tenía una cicatriz que comenzó a cerrarse en cuestión de segundos.

"¿Qué le sucedió?" pensó sorprendida.

—¿En qué? — inquirió.

La muchacha guió a Ivanna a una cabaña en medio de la playa, ella abrió la puerta de la cabaña con cierta cautela esperando a que nadie la descubriera, cuando al fin entraron a esa cabaña la loba se sorprendió al ver una gran variedad de armas de fuego, unos hombres vestidos con camperas verdes y unos sombreros negros de ala corta armándose para lo que parecía ser un combate cercano.

—¿Puedo saber qué hacen con todo este armamento? — indagó Ivanna sin salir de su shock.

—Industrias Dunde, ellos están bajo el mando del conde Alaric Windsor de Britania — comenzó a contar la chica mientras la licántropa de cabello negro anotaba todo en su libreta —, según los informes de los pueblos vecinos es que él planea mandar una flota de su ejército a esta región.

—¿A qué se dedica ese tal Alaric Windsor? — Ivanna no dejaría ningún cabo suelto, ese sujeto cada vez más le llamaba la atención por su vida tan peculiarmente interesante.

—Es un conde que quiere expandir sus dominios, y como Cipango es la región más rica y menos poblada que se conserva quiere conquistarla a como dé lugar — respondió uno de los hombres tomando un arma semiautomática.

Pero justo en ese preciso momento el sonido de una alarma alertó a todos los habitantes de la aldea, la jovencita rápidamente le pasó un rifle con una mira telescópica a Ivanna para que les ayudara desde la distancia. Los milicianos salieron de la cabaña cubriéndose en los muros de algunas de las construcciones derruidas, igualmente Dafne salió a la calle donde estaba su alojamiento junto a Alexey. El olor a sangre humana se hizo presente en el lugar así como también el fuerte sonido que producían los disparos.

—¿Qué diablos es eso? — cuestionó Dafne al ver las armas de fuego —vi que Akira usaba una.

—Shhh — la calló Alexey —, si nos descubren nos dispararán y créeme que no es nada bonito — añadió hablando en voz baja —, vamos — nuevamente sus escamas de serpiente hicieron su aparición en su piel —detrás de los edificios hay un callejón, si los sorteamos podríamos salir de aquí.

—¿Y por qué? ¿que acaso no vamos a pelear con ellos para proteger a los habitantes?  

Alexey se quedó en silencio, Dafne estaba en lo cierto y no por nada era la alfa de esta manada tan extraña y peculiar. De repente el sonido retardado de un disparo de rifle de francotirador se oyó en todo el lugar, los soldados apuntaron a todas direcciones con sus armas automáticas sin hallar una respuesta.

Desde arriba y como una araña, la chica con la que estaba charlando Ivanna saltó y le cortó la garganta a uno de los soldados. Cuando uno le iba a abrir fuego, otro disparo desde el mismo lugar que vino el anterior dejó en el suelo a ese hombre. Aquel francotirador era ni más ni menos que Ivanna, y como en toda sociedad los lobos podían también saber usar armas de fuego tanto para sus cacerías como para defenderse.

(...)

Ni yo mismo sé en qué época transcurre, me encantaría que me dejaran sus teorías (de conspiración) acerca de en qué tiempo transcurre la historia.

Los quiero. :3


Alfa y Omega: La Dama del Mar (en pausa)Where stories live. Discover now