OUR LIFE [SOUKOKU]

Cupido

Doppo Kunikida, el rubio de los ideales de la Agencia de Detectives Armados. Un nuevo misterio para Dazai.
Kunikida había estado actuando raro en el último mes. Se iba temprano del trabajo, hacía llamadas constantemente, alejado de los demás, y se miraba en ciertas calles, con trajes elegantes.

Dazai decidió seguirlo esa noche, al salir del trabajo. Iba sigiloso, sin hacer ruido ni siquiera al caminar.
Se ocultaba en arbustos y edificios, evitando ser descubierto por Kunikida.

El rubio echó un vistazo a su reloj, para estar al tanto de la hora.

-— Kunikida-kun... Eres demasiado sospechoso para mí. Es evidente que estás saliendo con alguien pero, ¿Con quién? ¿Es ella o él? ¿Chūya y yo conocemos a esa persona?

Se cuestionaba a sí mismo desde su escondite.

La luz de cierta tienda de ropa, lo hizo voltear, mostrándole hermosa ropa pequeña y de colores pastel, rosado, amarillo, azul...

Sonrió, con un libero rubor en sus mejillas.

— Chūya... Dentro de ocho meses la familia crecerá. Presiento que será un gran crecimiento...

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Akutagawa lidiaba con su acaramelado novio, Atsushi Nakajima, el chico de la habilidad de tigre que además de eso, es altamente cariñoso y amoroso con su pareja.

Atsushi abrazaba por detrás a Ryūnosuke, rodeando con sus brazos su cintura, mientras recargaba su cabeza en la espalda de Ryū.

— O-Oye... Pareces un gatito, Atsu.

Dijo nervioso. Atsushi sonrió.

— Soy un tigre...

Dejó de abrazar al azabache, y fue hacia la cocina, a servir la cena para los dos.

— Es hora de cenar, Akuta... Ryū. Hasta el momento, todas mis comidas te han gustado. ¡Espero que esta también!

Habló con cariño, sonriendo tierno y haciendo sonrojar a Akutagawa.

— Atsu.

El mencionado volteó, sin distraerse de lo que estaba haciendo.

— Casémonos, y formemos una familia como la de Chūya y Dazai-san.

Una propuesta repentina aceleró el corazón de ambos. Atsushi hizo una pausa en su actividad, y empezó a derramar lágrimas.

— ¿Por qué lloras? ¿No quieres casarte conmigo, Jinko? ¿No te gustaría formar una familia?

— No es eso, Akutagawa...

Limpiaba sus lágrimas. Fue a uno de los sofás a sentarse para seguir llorando. Era algo sensible en ocasiones.
Akutagawa se sentó a su lado y lo abrazó, animándolo con cariño.

— Te escucho, Atsu.

— Quiero casarme contigo, soy muy feliz a tu lado, Akutagawa... Pero...