Antología de Casos Clínicos

Capítulo 27 - Él fue a ver a Chen Man

CW: violencia, gore

Xie Qingcheng era un hombre tan varonil, frígido y recto como una flecha que probablemente nunca se había imaginado que algún día, un chico lo insultaría como un viejo pervertido en su cabeza.

Sin mencionar cómo la noche anterior, dicho chico se había puesto sobre él y lo había besado forzosamente como un pequeño pervertido, besándolo con tal urgencia de sangre caliente que casi había metido la lengua dentro de su boca.

De esta situación, era evidente que habían unos pequeños estudiantes quienes utilizarían su buena apariencia, buenas calificaciones y el hecho de que ellos hubieran sido considerados como menores hace cientos de años como arma, con el fin de comportarse de un modo completamente irrazonable.

Este completamente irrazonable xueba usaba su actuación en este drama como medio para suavizar la angustia provocada por su crush que no había ido a ninguna parte. Pero aún así, muy apenas había conseguido un rol bastante insustancial en nombre de otro actor, por no mencionar que la serie en sí era bastante corta para empezar. Como resultado, terminó de filmar pronto y después regresó a la escuela.

Antes de regresar, le envió un mensaje a Xie Qingcheng antes de dejar el hotel con su maleta arrastrando.

.

El mismo día que He Yu regresó a la escuela, Chen Man invitó a Xie Qingcheng para visitar juntos el cementerio en la mañana.

El pequeño policía acababa de resolver su primer caso por su cuenta y sentía que esta ocasión era digna de conmemorar, así que quería ir a tener una charla con su hermano mayor.

—Incluso fue un caso interprovincial —cargando una canasta de frutas y dinero de papel(1), Chen Man caminó hacia la lápida de su hermano. Sus movimientos eran impacientes incluso mientras caminaba a través del cementerio y casi tropezó sobre un arbusto al lado.

(1) Dinero falso que es quemado como ofrenda para el fallecido.

—Un caso interprovincial de robo en pandilla de bicicletas —dijo Xie Qingcheng.

El rostro de Chen Man se enrojeció.

—L-las bicicletas son vehículos también, y esas aún son propiedad de las personas...

Xie Qingchen no le prestó atención. Tomó la canasta de frutas, la posicionó ante la tumba como una ofrenda y encendió dinero de papel, el calor de las llamas creaba un halo de distorsión en el aire. Veía la fotografía del oficial de policía bastante joven en la lápida, y la fila de caracteres trazados con polvo dorado.

En memoria de Chen Lisheng.

La vida de Chen Lisheng había sido congelada a inicios de sus veintes. La impresión que Xie Qingcheng tenía de él ya se había vuelto bastante borrosa: solamente recordaba que al contrario de Chen Man, él había sido un joven hombre bastante serio y firme. Cuando traía a Chen Man, quién había sido bastante joven en el momento, a visitar la casa de la Familia Xie, cada otra palabra que salía de su boca parecía ser "gracias" o "perdón por la molestia".

Antes de ser asesinado, el último mensaje que había enviado a sus colegas también era "Ha surgido algo hoy, probablemente llegaré tarde, perdón por la molestia."

Xie Qingcheng miró a la lápida negra y dijo:

—Tu hermano menor también se ha convertido en oficial de policía que puede encargarse de un caso por su propia cuenta ahora.

Chen Man apresuradamente agregó:

—Seré mucho más asombroso en el futuro. Quiero ser transferido al departamento de investigación criminal.