Capítulo 8 - Incluso me ordenó como a un sirviente

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—Este anciano se llama Zhuang Zhiqiang, realmente es terco como el último clavo de una casa(1).

(1) "stubborn old nail house" nail house; término usado para las personas que se niegan a irse de una casa incluso bajo la presión del rentero.

Media hora después, el empleado del Departamento de Servicios a Indigentes de la Oficina de Asuntos Civiles se presentó, agradeciéndole a los trabajadores del hospital y a todos los que fueron con Xie Qingcheng mientras les explicaba.

Xie Xue y Bai Jing, que insistió en que le dieran un aventón, salieron del estacionamiento subterráneo. Se sentaron en el sofá de la oficina del doctor, escuchando los detalles de la situación.

—Sr. Zhuang Zhiqiang.... Aahh, su situación es bastante única. Es un problema que los Servicios a Indigentes han tenido problemas para resolver —retorciendo su muñeca, el empleado tomó un sorbo del té que las enfermeras prepararon en vasos de papel desechables y chasqueó sus labios antes de suspirar—. Él vino hace unos tres años, diciendo que estaba buscando a su hija, pero revisamos sus registros, solo es un viejo que vive solo, sin nadie más en su familia. Solía residir en un yaodong(2) en Shanzhou, un lugar tan pobre que ni las aves querrían estar ahí. Tampoco tenía vecinos, y caminaba dos kilómetros para conseguir agua. Incluso mandamos personal especialmente para preguntar a la gente en su villa, y todo lo que contestaron fue que el viejo era antisocial, que no sabían nada sobre él.

(2) casa rural construida a las orillas de un acantilado 

—¡Pero esa no es excusa para librarse de sus responsabilidades! ¿No deberían encerrar a los peligros para la sociedad? Él disturba el entorno municipal, ¡y puede atacar gente! —Bai Jing no pudo evitar comenzar a gritar.

—Señorita, es así —el empleado se veía incómodo—. No podemos encarcelar a los indigentes, también son ciudadanos en nuestra sociedad. Solo podemos arreglarles un domicilio, o enviarlos al hospital para cuidados médicos....

Bai Jing habló despiadadamente:

—No me importa, los locos deberían ser ingresados forzosamente. ¿Esas cosas anormales no deberían ser puestas en cuarentena?

He Yu no tenía una opinión en particular sobre esta mujer desde el principio. Él era alguien con una línea moral algo baja, en otras palabras, tenía tolerancia elevada para cualquier clase de persona. Para él, lo que le dijo Xie Qingcheng ni siquiera valía comentarse. Todos tenían su propia manera de vivir, todos tomaban sus propias decisiones.

Pero el parloteo de Bai Jing sobre los "locos" realmente bailaba un show de tap en los nervios del Joven Maestro He.

Una leve sonrisa burlona se curvó repentinamente en las comisuras de la boca de He Yu. Agachando su mirada, no pronunció ni una sola palabra.

El empleado del Departamento de Servicios a Indigentes se limpió el sudor.

—Señorita, por favor cálmese. Ya que la condición del señor Zhuang Zhiqiang es propensa a empeora,r que hasta podría perder su habilidad de funcionar en sociedad, una vez que su situación aquí mejore, nos lo llevaremos a nuestro hospital psiquiátrico afiliado para tratamiento y supervisión....

—¿Qué hospital psiquiátrico? —Xie Qingcheng preguntó de pronto.

—Dada la situación actual, probablemente será Cheng Kang. A pesar de que no es el mejor en términos de instalaciones y administración, el alojamiento que hemos reservado con Wan Ping ya fue tramitado, no hay nada que podamos hacer.

Antología de Casos ClínicosWhere stories live. Discover now