Capítulo siete

2.4K 443 39
                                    

Su andar era tranquilo, a diferencia de su apariencia, había decidido utilizar una gorra para cubrir su cabello rojizo, y utilizar anteojos para que no notaran siquiera sus cejas y ojos.

No deseaba recibir ninguna otra golpiza y arriesgarse a ser descubierto de la situación. Había podido convencer a Hans una vez, pero una segunda vez no lo creía posible, y menos si Ron llegaba a sospechar de algo. 

Nadie se corría de su camino y tampoco lo notaban, algo que lo alivió de manera considerable.

Entró a su salón y se terminó sentando hasta el fondo nuevamente, no deseaba estar en contacto con absolutamente nadie, y sería mejor si no hablaba con nadie. De esa manera podría evitar cualquier malentendido de que era Cale Barrow.

En si no les tenía miedo a que lo golpearan, durante parte de la escuela primaria y secundaria había recibido bastante bullyng físico y verbal, por lo que no se sentía intimidado de salir herido, sino de la evidencia de eso en su cuerpo.

Si bien físicamente no dejaba marcas, el problema era interno, y si su estrés aumentaba demasiado, podría terminar por vomitar sangre, ya le habían advertido los médicos sobre eso.

Con lo tensos que estaban sus hijos no podía permitirse dejar marcas de alguna golpiza, sin importar que pudiera sanar a un ritmo bestialmente rápido. Prefería no arriesgarse y tentar a la suerte, no con sus hijos.

Sacó su celular para ver su lista de actividades realizada por Ron para el día de hoy. Esto sólo lo hacía cuando había cosas particulares que no debía saltearse.

Observó cada punto de su agenda, dándose cuenta que su padre le había encargado visitar los almacenes para corroborar las cámaras de seguridad y testimonios, al parecer confiaba en los antecedentes y su actitud basura para evitar cualquier chantaje emocional o boicot.

Suspiró ante eso, porque sólo tendría tiempo para pasar a buscar a sus hijos antes de ir y verificar todo por él mismo. Siendo lo más probable que tuviera que volver tarde considerando la gran inspección con sus propios agentes de seguridad. Necesitaba evitar ante cualquier caso, que un infiltrado borrara sus huellas.

Un trabajo excesivamente tedioso que definitivamente no quería realizar, pero que no tenía de otra.

Elevó un poco sus anteojos para intentar masajear un poco sus cansados ojos. Sus hijos habían dormido esa noche con él, pero no habían dejado de moverse y destaparse cada tanto, teniendo que despertarse en constantes ocasiones para taparlos apropiadamente y acomodarlos.

Y si bien él podía funcionar correctamente con tan sólo tres horas de sueño, no podía coordinar si dormía con el sueño entrecortado. Eso no era descansar desde su punto de vista, y le cobraba factura en su cansado cuerpo.

Observó a su profesor ingresar al aula, cosa que agradeció, y se sacó sus anteojos de manera definitiva para poder prestar atención esta vez a la clase.

Para su propia suerte, nadie volteó a verlo, ni se sentó cerca a él, algo que definitivamente aprovechó para estar más tranquilo. 

Alberu junto a Witira y Bin caminaban por los pasillos del área de economía, la multitud de alumnos pasaban constantemente al lado de ellos. Deseaban disculparse con el chico Henituse.

--¿Están seguros que vino hoy? --Preguntó Witira frustrada al no ser capaz de notar un cabello tan llamativo como el pelirrojo.

--Considerando que fue golpeado sin ningún motivo desde su perspectiva, dudo que viniera --Habló ahora Alberu-- Más considero que lo amenazamos y acosamos en pleno pasillo.

Bin y Witira suspiraron ante las verdades expuestas por el rubio, era claro que cualquier estudiante normal se tomaría unos días para pensar qué hacer.

--Sin embargo, Bud me escribió diciendo que lo había visto en el comedor después de su primera clase. 

--¿Y cómo mierda no podemos encontrarlo? --Reclamó con enojo Witira, estaba frustrada por dar vuelta entre los salones del área de economía, todos los que se encontraban en esta sección siempre le dieron mala espina. 

--No comiences a quejarte, ninguno quiere estar en este departamento --El tono seco de Alberu provocó que los otros dos comenzaran a discutir.

"Locos viciosos" Pensó Cale al verlos.

Al ser figuras muy llamativas, Cale los notó enseguida al salir de su aula con sus anteojos y gorra bien puestos. Suspirando cansado al verlos.

Él deseaba evitarlos de manera definitiva, de hecho ya tenía como recordatorio que áreas no debía siquiera pensar, pero ahora se encontraban los dos sujetos que lo habían amenazado en pleno pasillo con el chico que lo había golpeado sin explicación alguna.

Pasó al lado del chico rubio ignorando su presencia, manteniendo su paso habitual deseando y esperando no ser notado, cosa que funcionó, dado que ese chico que parecía el reflejo del sol continuaba  caminando hacia adelante.

Aceleró un poco más su paso al verlo seguir discutiendo con los otros dos y agradeció tener un poco más de suerte esta vez, después de todo no podía ser poseedor de tanta mala suerte por tanto tiempo.

Al menos creyó que tenía suerte, hasta que vió a Bud en las rejas de la universidad con su celular. Intentó esquivarlo, pero fue imposible, porque el chico de cabellos azules tomó su brazo en cuanto notó sus intenciones de huir.

--¡Mi amigo! --Lo saludó con una gran sonrisa mientras guardaba su celular de nuevo en su pantalón.

"¿Cómo mierda me reconoció?" Se preguntó internamente, mientras contenía un suspiro que ansiaba escapar.

--Tengo que irme --Mencionó alejando su brazo de Bud. 

--No seas tan frío, Mi amigo, ni siquiera me saludaste durante el almuerzo --Se quejó como un niño mientras lo volvía a agarrar del brazo.

--No te vi --Mintió con descaro sin perder su actitud seria.

Dirigió su mirada a la calle, donde se encontraba su auto y Hans como conductor esperándolo con la puerta abierta.

--Me tengo que ir, adiós --Se despidió sin más ignorando los intentos de Bud de atraerlo, pero eran imposibles cuando Cale lo ignoraba para subir rápidamente a su auto. 

Hans como siempre mantuvo un excelente trabajo al alejar a Bud quien quiso abrir la puerta del auto para llamar su atención. Cale claramente no volteó a verlo en ningún momento, y sólo tomaba su celular para llamar a su mayordomo.

Al no voltear hacia la escuela, no pudo ser capaz de ver que los tres chicos viciosos que lo andaban buscando en el departamento de economía estaban recién saliendo de las puertas de la Universidad.

El auto partió dejando a los cuatro chicos atónitos.

Ninguno se había esperado que ese chico tuviera el suficiente dinero como para tener incluso un chofer personal.

--¿No se trataba de un chico normal, Bud? --Preguntó Bin desconcertado, si ese chico, que claramente parecía tener suficiente dinero, llegaba a presentar cargos contra él, estaría definitivamente en problemas.

--Juro que se veía como uno, incluso su actitud era la de un chico completamente normal --Se excusó rápidamente. Ante sus ojos parecía un chico tan normal como Bin.

Asexual Boy [TCF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora