Noche 15: Sentencias.

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No lo comprendía, no era capaz de entender nada de lo que estaba leyendo, porque entre más lo hacía más perdía de su vida era obvio que Uther le ocultaba cosas sobre el reino y su propio reinado, lo conocía de antemano, pero el saber todo aquello no hacía más que colocarlo entre la espada y la pared, y es que cuando finalmente parecía haber encontrado la manera de cuidar a las personas con magia los decretos antiguos hacían énfasis en como el rey tenía derecho a rechazar la magia dentro de Camelot dando una razón lógica, siempre y cuando esto no dejara en desventaja al pueblo, de igual manera los magos debían tener un representante que estaría al servicio del rey tal persona debía prometer respetar las leyes de Camelot, así como el rey en poder debía jurar proteger a los magos y jurar su bienestar dentro del reino. Sería imposible que la corte permitiera algo así. 

Sin poderlo evitar su mirada se dirige a Merlín quien descansaba en la cama mientras él leía aquellos papeles que se había llevado al lugar con el único propósito de conseguir puntos a su favor y posibles leyes del periodo de su abuelo que él pudiese implementar en su intento de derrocar las de Uther; sabía que al intentar algo así se metería en grandes problemas e incluso el reino podría revelarse contra sus gobernantes - si eso sucedía todo estaría acabado-  pero debía intentarlo no solo por Merlín y Morgana sino también en nombre de todos los inocentes que habían muerto a manos de la familia real. 

Estaba orquestando contra el reinado de su padre, estaba dispuesto a revelarse contra el si con eso evitaba el dolor de las personas que más quería, estaba buscando la manera de derrocar todo el reinado de Uther Pendragon - el reino de su padre-  y aun cuando una parte de él odia con fuerza al mayor otra lo amaba y guardaba la esperanza de que cambiara y pudiera ver que no siempre la magia es la causante de todos los males que existen en el mundo, deseaba que su padre viera lo que él -era lo único que pedía-  sabía que simplemente se quedaría como un deseo, su padre jamás cambiaría. 

Su vista volvió a los papeles ahí había muy pocas cosas sobre el reinado de su abuelo -por no decir solo lo básico- debía encontrar algo que le dijera porque razón su padre había prohibido la magia y el porque su abuelo no le temía. No quería ser como su padre y solo ser un dictador necio con aduladores que no dudarían en darle la espalda en cuanto se viera en peligro su puesto en el trono, no quería seguir bajo las ordenes de su padre y tener que mancharse las manos con sangre de inocentes - lo había hecho una vez por aprobación y le costo un constante remordimiento- no lo haría de nuevo. Se negaba a ser como Uther. 

Sin contar con el hecho de que Merlín creía que aquella bestia había sido creada con magia oscura muy poderosa cosa que ellos pensaron que ya no pasaría pues según lo contado por Merlín el mismo había matado a la única bruja que conocía capaz de algo así -cosa que le sorprendió- no tenía ni idea de que tan lejos llegaría Merlín por defender a las personas que amaba pero saber que estaba dispuesto a luchar contra personas o seres que podrían matarlo lo hacían tener sentimientos encontrados, por una lado le asustaba pensar en Merlín luchando contra cosas o creaturas que él ni siquiera podía imaginar y por otro su pecho se sentía cálido al saber que había una persona que se sacrificaría en su nombre, no por que fuera un príncipe sino por ser solo Arthur. 

Si bien en su recorrido por el bosque no hallaron  pistas físicas de nada sabían que algo había en ese lugar con la suficiente presencia como para mantenerlos alerta ante cada pequeño sonido a su alrededor, Merlín menciono algo de hechiceros y druidas pero él no podía ver nada de aquellos "Vestigios de magia" que su azabache aseguraba ver, por lo que solo le quedaba confiar en su chico y fue por ello que regresaron al campamento con nada más que vestigios de magia y una que otra huella que no llevaba a ningún lugar. 

Cansado de no encontrar nada y por todo lo ocurrido en un par de horas decidió descansar al lado de Merlín quien parecía estar aun más cansado que él y estaba seguro de que eso se debía a un uso de magia excesivo pues lo había visto cuando el tono de sus ojos cambio a un dorado brillante que casi le cuesta una grito de sorpresa - cosa que no hizo por que era un caballero y los caballeros no se asustan con cosas tan pequeñas- aun cuando recuerda la sorpresa inicial no pudo evitar la curiosidad de saber si los ojos de su chico se coloreaban dorados ante el uso de magia era algo que solo pasaba en ocasiones, él había escuchado de los brujos y hechiceros pero nunca escucho que sus ojos fueran un delator de su magia. 

Frío (Merthur)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora