Noche 14: Decretos.

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La mañana llego a las afuera del reino llevando consigo una espesa neblina que daba a toda la zona un aspecto de lugar embrujado los caballeros decían que era el escenario perfecto para luchar contra la bestia como en los cantos de valientes caballeros de antaño, Arthur por su lado pensaba en el frio que hacía ese día y en como los menores caminaban por ahí con nada más que algunos trapos cubriendo sus pequeños cuerpos, los miraba correr por entre las calles llevando algunas cosas para sus casa -como leña y comida- no podía evitar preocuparse por los menores por lo que paso la mayor parte de su mañana recortando algunas mantas que Merlín había empacado, con el propósito de mantenerlos protegidos en las noches de especial frio, para después repartírselas a los niños más pequeños.

Esa noche se encargaría de revisar decretos pasados que había logrado robar de la biblioteca real, ese sería su mayor intento de encontrar una manera de asegurar la seguridad de Morgana y Merlín dentro de Camelot. Desde aquel sueño que recordaba haber tenido durante el ataque de la bestia, no podía evitar pensar que su padre le ocultaba muchas cosas "Camelot esta fincada sobre mentiras" aquellas palabras taladraban en la mente y no le permitían pensar en otra cosa que no fuera el pasado de su pueblo y los registros que según su padre habían perecido durante la gran purga de Camelot. Deseaba de verdad investigar pero en ese momento solo tenía deseos de ir en  busca de su azabache favorito. 

Merlín comenzó su mañana siendo solicitado por un escudero pues necesitaba ayuda con algunas armaduras, o algo como eso; era consiente de que el azabache se quejaría por sus frazadas pues hasta ese momento Merlín había sido quien utilizaba sin falta la mitad de las mantas. Camino por el campo de entrenamiento ignorando la sensación de estar siendo observado por entre los arbustos del bosque, no le tomo mayor importancia aun cuando le pareció escuchar algunos murmullos, fue cuando estaba por llegar a donde Merlín que la neblina se hizo mucho más densa y las voces, que hasta ese momento parecían solo sonidos del viento, se volvieron risas infantiles por lo que se detuvo en su lugar fijando se vista al bosque.

No estaba seguro de que tan verdadero fuera lo que estaba viendo pues era simplemente imposible que decenas de niños estuvieras viéndolo desde las penumbras del bosque, no estaba muy seguro de que hacer cuando los niños comenzaron a susurrar su nombre sin parar una y otra vez hasta que las voces subieron de tono llegando al punto en que se vio obligado a resguardar sus orejas del fuerte sonido. 

Estaba seguro de que en algún momento los caballeros debían escuchar el ruido por lo que no tardaría en estar rodeado de sus compañeros y muy seguramente de un Merlín nervioso y preocupado que trataría de ayudar desde las sombras como sabía llevaba tanto tiempo haciendo. Sin embargo los segundos pasaban y nadie más que él parecía ser capaz de escuchar lo que estaba sucediendo, sus oídos dolían por los gritos que de un momento a otro parecían estar aun lado suyo y no en la espesura del bosque. 

El dolor se volvía tan insoportable que deseo gritar pero en su lugar solo presiono sus dientes haciéndolos crujir unos contra otros, sabía que sus oídos sangraban, podía sentir el pequeño hilo de sangre que escurría desde sus palmas hasta los puños de sus mangas donde la tela absorbía el cálido liquido. Las sombras de niños de un momento a otro salieron de su campo de visión dejando como único contraste entre el bosque las siluetas de una persona que parecía portar una larga capa y a su lado una cosa enorme y huesuda que parecía respirar con pesadez haciendo su cuerpo subir y bajar de manera perceptible aun a la distancia. 

Las dos siluetas parecían mirarlo desde la lejanía como si esperaran alguna reacción de su parte, estaba por llamar a los guardias para ir tras la bestia cuando una mano en su hombro lo hizo saltar en su lugar pensando en una emboscada alejo la mano de un golpe certero y retrocedió un par de pasos fijando su vista en quien sea que estuviese a su lado, su cuerpo actuó por reflejo al empuñar su espada para en un rápido movimiento amenazar con ella al hombre frente a él. 

Frío (Merthur)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang