La doctora resopla de nuevo fastidiada.

"Si, está con los viejos del prado."

"Se llevó a varios activos defectuosos con ella."

"Podemos traerlas a todas mañana mismo."

"Aunque..."

En este punto, mi miedo se ha transformado en rabia absoluto.

Siento la adrenalina del combate recorrerme todas de mis extremidades.

No me doy cuenta de que Rey me ha estado conteniendo, pues estoy intentando zafarme de su agarre para ir a matar con mis propias manos a esos dos hijos de puta.

"Paciencia mi hermosa princesita."

"Paciencia y obtendrás tu tan anhelada venganza de ellos."

Me relajo un poco cuando escuchó la voz de este Rey amable.

Intento suspirar contra la grande mano de Rey.

"Aunque que, doctora?"

Rey asesino cuestiona a la horrenda mujer.

"Aunque sabes que no podemos ir y llevarnos a las muñecas ahora que están en el pueblo de Miranda."

"El convenio con la esposa del médico debe ser respetado."

"Es su voluntad y no podemos ir contra de ella."

QUE?

Miranda es la esposa del maldito Médico Fundador?

Pero si ella...

Se preocupó por las princesas abandonadas en la cueva!

Trató bien a las chicas!

A MÍ!

"Sigue escuchando."

Rey me susurra y presto atención a la conversación de los dos malnacidos.

"Lo sé, lo sé."

"Podríamos hablar con los compradores y recuperar solo a princesita."

"La necesito, comprendes doctora?"

"Ella es mi creación perfecta."

"Ella es la cereza en mi pastel."

"Y no quiero que ningun otro Rey hijo de puta la toque."

Mi cuerpo se pone flácido al escuchar las palabras de ese Rey...

Ese cruel y malvado Rey que asesinó a la chica a sangre fría...

ES MI REY.

"Haré todo lo posible para traerla a casa, con nosotros..."

"Haré todo lo posible para devolvértela, MI REY."

Esa puta resbolosa, malnacida, víbora maldita perra asquerosa!

Mis pies adquieren vida muy tarde, pues el Rey defectuoso me atrae hacia la oficina del doctor Reginald mientras que intento patalear para poder ir y arrancar del lado de mi Rey a esa mujer sucia y coqueta!

"MMHMHMHMHM!"

"MMHMHMHM!"

Grito y me revuelvo como gata en peligro en los brazos de Rey.

Ambos terminamos desnudos.

Rey me sienta sobre el escritorio después de mandar todos los papeles al piso con su fuerte mano.

"Tranquilizate y te quitaré la mano."

Afirmo con la cabeza unas tres veces antes de que Rey retire su mano de mi boca.

Dulce JuguetitoWhere stories live. Discover now