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Al mirar atrás JungKook pudo verse a sí mismo de pie al lado de la cama, con una mano acariciando la OUIJA. Oh, joder, su padre sí que era casi igual a él, solo que se veía levemente mayor, su cuerpo más maduro, con ropa añeja, ciertamente sus ojos eran mieles, y ciertamente, miraban a JiMin con todo el amor del mundo.

JeonGguk... —susurró el rubio sin poder creerlo, el amor de su vida, de su alma, de su ser, estaba ahí con él después de tantos años.

Minnie... —sonrió mientras se acercaba a su amado que instantáneamente se levantó para correr a su dirección. Se envolvieron en un abrazo tan apretado, tan amoroso, tan anhelado, como si nunca quisieran separarse de nuevo, y ciertamente así era. A los segundos estaban meciéndose adorablemente de un ladito a otro— Te extrañé tanto mi angelito... —susurró, JiMin dio un salto para abrazarlo con brazos y piernas, siendo atrapado perfectamente entre esos brazos fuertes musculosos, tan bien formado como los recordaba, JeonGguk se mantuvo inclinado hacia atrás para no caerse de frente por el peso, sin embargo empezó a girar suavemente con él en brazos, mientras reían juntos de dicha y gozo.

JungKook presenció con una sonrisa en su rostro ese amor tan puro y real que alguna vez le contaron sus amigos en esas dos almas que por fin se reencontraban, como su padre sonreía tan hermosamente mientras JiMin reía en sus brazos, sujetándole fuerte para no caerse aun sabiendo que no lo haría, su amado lo tenía bien sujetado, sin querer dejarlo ir.

Y justo en un precioso momento, JeonGguk se detuvo justo en frente de la ventana, para mirar a su amado rubio directo a los ojos, el cual le correspondió al momento de ver que se había detenido los giros. Entre miradas se daban todo el amor que sentían, era algo tan inexplicable de describir, simplemente inefable. El rubio sonrió para empezar a repartir besos por toda su cara, lágrimas caían por sus caras, solo que esta vez, las lágrimas de JiMin eran transparentes, eso le dio cierto alivio al castaño. Luego de dejar a su amado en el suelo, le dio unos besitos esquimales antes de darle un suave beso en la frente.

¿Dónde estuviste todo este tiempo, amor? —preguntó cuándo se separaron para verse a los ojitos nuevamente.

Te respondo todo lo que quieras luego, cielo, no tenemos mucho tiempo... —se separó de él un momento y se acercó a su hijo. JungKook se levantó al notar que iba en su dirección, tenía tantos sentimientos encontrados que no dudó en abrazarlo cuando éste abrió los brazos en su dirección— Hijo mío, estás tan grande, tan fuerte, tan guapo. —acarició sus cabellos rizados.

—Papá... —sollozó en su pecho, era levemente más bajito que su padre— Te he echado tanto de menos... —apretó su camisa en puños mientras sollozaba en silencio.

Yo te he cuidado desde arriba, mi pequeño... —se separó suavemente para limpiarle las lágrimas— Todo este tiempo he velado por tu bienestar, porque nadie borre de tu rostro esa hermosa sonrisa que también es mía. —acarició sus mejillas con cariño— Eres mi felicidad, JungKookie. —para luego besar su frente.

Un acto tan simple pero tan íntimo, puesto que los besos en la frente significan: "Eres importante para mí y siempre te voy a cuidar".

—Te amo, papá. —susurró antes de abrazarle de nuevo con fuerza, más lágrimas de felicidad caían.

Te amo, hijo. —un último apretado abrazo antes de separarse y volver al lado de su amado rubio, le tomó de las manos para darle unas pequeñas caricias y un beso a cada una, sacándole una sonrisa. El rubio movió el rostro al castaño en vida para poder hablarle.

Oye... Perdóname por haberte dejado a ti y a tu hermano sin padres... —sonó sinceramente triste, y JungKook de igual manera iba a perdonarlo. Así que solo le sonrió después de limpiarse las lágrimas.

Chained Soul. [JK&JM]Where stories live. Discover now