🌸 capítulo 13 🌸

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Louis arrastró sus pasos hacia la entrada de aquella habitación. No había dormido y unas visibles ojeras asomaban entre aquel cabello rebelde despeinado. Pero, ¿ Cómo iba a dormir ? No, él después de recordar una y otra vez la conversación con el rizado no podía seguir como si nada. Sentía un dolor profundo en el pecho, tal vez la culpa, que arrasaba y se extendía por todo su pecho haciendo que le costara respirar. Era un nudo que se enredaba como una enredadera, haciendo pequeños estragos en la superficie de rosas marchitas ya, de otoños calcinados a la luz de octubre, lleno, a rebosar, dando la última gota, la última nota triste, de un sentimiento llamado arrepentimiento. Arrepentido, así se sentía Louis.

Entre melodías tristes, Louis se sentó pesadamente a esperar algo que sabía que no llegaría. Es esa pesada nota que anuncia el desespero mientras el nudo se hace más fuerte porque la realidad asfixia. Te deja sin aire, te aprisiona y te alcanza. Esa realidad que se esconde entre cortinas de irrealidad para no volver al inicio del dolor. Donde la mayor satisfacción es evadirte alcanzando un máximo de felicidad irreal, falsa e incompleta, para caer en un vacío que sólo te recuerda el dolor de las palabras ya dichas, enterradas en el pasado. Todo se desvanece cuando la realidad golpea recordando cada gesto de indiferencia y dolor por parte del rizado.

Louis no debería haber dicho eso, no debería haber empezado a decirlo; su miedo y su inseguridad al amar, habían hecho decir que Harry no estaba limpio, pero así no era. Louis era un alma en pena, un alma que recorría con desdén pisando las flores marchitas creyendo que seguiría viva la llama de algo, o mejor dicho, de un cabello rizado con ojos color verde, color musgo; color vida.

Louis suspiró cansado. Cansancio por esperar. Ya tocaba la hora de marcharse pero la llama, una pequeña llama de esperanza que se escondía y no moría súbitamente, le alimentaba el pecho a Louis de una manera diferente.

Louis recogió su chaqueta y al salir, unos brazos que temblaban le rodearon el cuello mientras una cabellera rizada se asentaba con desespero entre sus brazos ya mojados por aquellas lágrimas de ojos jade.

- Lo siento Louis, lo siento, no quise decir aquello... - Balbuceaba un Harry lloroso.

- No Harry, el que debe pedir perdón soy yo. No estás sucio, no eres impuro, y si me dejas, quiero darte baños de rosas, porque eso es lo que merece una deidad como tú. Perdóname Harry, lo siento tanto, no quise herirte - Dijo Louis conteniendo las lágrimas -. Soy un idiota por desconfiar de ti, no sé porqué mi miedo me pudo, pero no quiero volver a hacerlo.

- Te perdono Louis, si me perdonas a mí. Yo sólo me sentía traicionado porque ese era mi punto débil y no pensaba que tú lo dirías. Pero te perdono, no puedo odiarte y no puedo tratar de no entenderte. - Dijo Harry sorbiendo su nariz con el pañuelo que le había dejado Louis con las iniciales bordadas con algo más que el nombre de este último.

- Oh Harry, pensé que no vendrías; gracias por ser mi luz en mi oscuridad.

Y así, Harry y Louis se besaron dulcemente eximiendo su pena y su dolor, dejando todo rastro de sufrimiento en esos quedos y recónditos suspiros de amor.







Estoy triste hoy, no se nota la verdad. * ironía *
¿ Les ha gustado la narración ?

Ayer fue el concierto número 3 de Harry en NY y vimos a Louis con su familia en una cena familiar.

Ah y cuando escribo en cursiva es por algo. Me gustan los detalles, tenganlo en cuenta.

Vuestra afligida pero
Escritora puntual,

Bayofstars ♡♡.

Lo que esconden tus ojosWhere stories live. Discover now