Día 16: Compartir cama

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No fue hace mucho, en realidad solo había pasado una semana. Una semana que Giorno y Mista habían decidido comenzar a salir formalmente, como una pareja. Dejaron las cosas claras desde el inicio, irían lento y tentarían el terreno, querían conocer un poco más del otro antes de hacer algún movimiento arriesgado. Esta decisión tuvo varios motivos pero había dos que resaltaban. El primero de ellos era la inexperiencia de Giorno, el chico nunca había tenido un romance y Mista no quería presionarlo de alguna forma, por ello irían al ritmo de Giorno en ciertas cosas.

El segundo motivo tenía un peso diferente pero no por ello menos importante; su trabajo. Se querían, querían estar juntos, pero debían ser cuidadosos cuando su trabajo era el inframundo criminal. No podían ser como el resto de parejas jóvenes, no podían tener citas de manera convencional ni ir a cualquier parte cuando quisiesen. Ni siquiera podían tomar sus manos en público. Mostrar afecto frente a otros era mostrar fragilidad y un punto de débil si querían hacerles daño. Debían ser fríos y distantes si no estaban solos.

Sin embargo, ambos eran optimistas, siempre buscaban cualquier oportunidad incluso en la peor situación y aprovecharon el trabajo mismo como una forma de pasar tiempo con el otro. Estar tanto tiempo juntos en una oficina les permitía hablar y conocerse aún mejor, e ir a misiones solo ellos dos ayudaba con la confianza y fe ciega que se tenían que la pasaban de compañeros de ejecución a pareja. Alguien que pelea a muerte a tu lado y hace todo lo posible por salvar tu vida, incluso arriesgando la suya, demuestra que la infidelidad no era un tema de preocupación.

Justo en este momento estaban en una misión de campo, desde la tarde cuando salieron de su hogar conducían, seguían pistas y volvían a conducir. Estaban buscando a un molesto grupo de una pandilla contraria que había aceptado unirse a Passione, pero aparentemente este grupo de personas no estaba muy feliz con esa decisión. Giorno y Mista iban a encargarse personalmente de ellos no solo para asegurar arrancar el problema de raíz, sino también para dar un mensaje claro a todos los que se atrevan si quiera pensar oponerse al nuevo Passione.

Giorno miró el cielo estrellado a través de la ventana cerrada que impedía la entrada del aire frío de invierno y después vio el bonito y claramente costoso reloj color oro rosa de su muñeca -lo había robado- y ahora dirigió su atención a Mista que conducía concentrado por la solitaria carretera a penas iluminada por las luces del auto.

— Es tarde, busquemos dónde pasar la noche. — Dijo Giorno, no recibió una respuesta pero no necesitaba escucharla, sabía que Mista había recibido el mensaje y haría lo que su jefe ordenara.

Siguieron en el auto aproximadamente veinte minutos más cuando por fin dieron con un hotel de paso. El edificio no era el más bonito pero tampoco estaba mal, algo de fácil acceso al bolsillo de cualquiera pero sin caer en la pésima calidad de lo más barato. Estacionaron el auto que a decir verdad no sabían de quién era -las viejas costumbres eran difíciles de irse- y salieron para caminar al hotel soportando en silencio el frío hasta que ingresaron, para su fortuna la recepción estaba cálida y tenía un ambiente casi hogareño.

Una mujer adulta de cabello rojo y largo que leía una una revista y daba ocasionales bostezos estaba detrás del mostrador y dirigió su total atención al par de jóvenes cuando escuchó la puerta abrirse. Con una sonrisa y suave mirada que estaba tan practicada habló.

— Buenas noches, caballeros. — Dijo la señorita. Parecía no reconocer al rubio, lo cual era bueno, no querían demasiada atención, pese a ser un rostro conocido por las personas involucradas en el crimen y alto poder, no todos los civiles sabían de él.

— Buenas noches. — Habló Giorno tan educado como siempre. — Dos habitaciones. — Esto era parte de ir lento.

— Disculpe, pero solo tenemos una habitación disponible. — Los miró por un momento no sabiendo si dar la siguiente información. — Con solo una cama matrimonial. —

GioMis Flufftober 2021Where stories live. Discover now