Día 9: Beso en la frente

459 57 6
                                    

La comidas juntos siempre eran ruidosas, todo el mundo decía algo y el resto retroalimentaba el tema de conversación, algunas veces terminaba en una pelea y una disculpa minutos después. Al principio cuando Giorno se unió a la pandilla se sintió fuera de lugar, no era el tipo de comportamiento que esperaba de un grupo de personas que pondrían su vida en el otro con fé ciega, pero conforme el tiempo pasaba y se iba integrando a ellos comenzó a entender la cotidianidad de estas situaciones.

Justo ahora había dos temas de conversación en la mesa, uno de ellos era sobre la ropa de camuflaje y cómo hacerla lucir bien, en este tema participaban Bucciarati, Abbacchio, Trish, Narancia y Fugo con este último diciéndoles que la importancia del camuflaje no era lucirlo sino no ser visto, sin embargo los otros creían que lucir genial era más importante.

El otro tema era sobre la mejor forma de preparar ciertos platillos y cómo algunas veces remplazar algunas especias o usar un poco de azúcar en comidas saladas -solo una pizca- ayudaba a dar un mejor sabor. Este era el tema entre Mista y Giorno, aunque a decir verdad solo era entre Mista porque el joven jefe solo se dedicaba a verlo sin decir nada o siquiera prestarle atención.

No hace mucho tiempo Giorno se había dado cuenta de los sentimientos que se habían desarrollado hacia Mista y que culminaron en enamoramiento. Por ello estaba más concentrado en las expresiones y gestos del mayor que en cómo preparar un buen tiramisú. Tenía sus codos apoyados en la mesa y su cabeza descansando sobre sus manos, había una pequeña y casi imperceptible sonrisa en su rostro y sus ojos brillaban ante la ilusión de cualquier joven enamorado ante la persona que le robó su corazón.

En lo que va de su joven vida, Giorno nunca se había enamorado, hasta entonces tenía asuntos más graves que resolver como para dedicarse a centrar su atención lo suficiente en otra persona y darse tiempo de conocerla hasta el punto de generar algo hacia ella; ni siquiera sabía que le gustaban los chicos hasta que se enamoró de Mista.

— Y los ingredientes frescos también pueden influenciar mucho el resultado de la comida. — Comentó Mista que no se había dado cuenta de que sus consejos ni siquiera eran tomados en cuenta por el supuesto otro miembro de la conversación.

Giorno amaba tanto lo emocionado que Mista lucía cuando hablaba de algo que le gustaba, era hermoso e iluminaba su mirada, todo lo contrario al hombre que apuntaba un arma a la cabeza de alguien y apretaba el gatillo sin dudar y sin una pizca de compasión. Extrañamente ambos le gustaban, un lindo chico malo.

Quería tanto acercarse más, abrazarlo, tocarlo, que Mista le devolviera todo eso y acurrucarse en los fuertes brazos del hombre, pensaba que eran la cura perfecta a su insomnio que le atormentaba casi todas las noches. Su cerebro preguntaba cuál sería el sabor de su boca si lo besaba justo ahora, ¿quizás salado? ¿O sería más fuerte el sabor del vino al que le daba ocasionales tragos para humedecer su lengua y continuar hablando?

— Por eso es mejor derretir el chocolate en agua caliente y no en un horno de microondas, de verdad cambia el sabor. —  De verdad no prestaba atención, hace un momento hablaba de comida salada y ahora de chocolate.

Permitió a su mente divagar un poco más. ¿Cómo sería si Mista le cocinara a él? Ya había probado su comida antes, a Mista le encantaba cocinar para su equipo, pero quería más, quería que hiciese algo especial dedicado a él. ¿Mista era el tipo de novio que le cocinaba a su pareja? Una cena romántica hogareña que termine en un postre y en besos en la cama. Si no fuese tan bueno controlando sus expresiones entonces hubiese habido una gran sonrisa de tonto en su rostro.

Ahora su cuerpo y su mente eran totalmente independientes uno de otro, su cuerpo estaba ahí, sentado y apoyado en la mesa, pero su mente y pensamientos estaban totalmente en una realidad alterna dónde Mista y él son una cursi pareja, de verdad era un adolescente enamorado. Exactamente por el mismo motivo de ser ajeno a su cuerpo no se dio cuenta como su mano se dirigía al gorro de Mista que levantó ni tampoco fue conciente de como de repente el moreno se quedó callado sin entender por qué hacía eso. Mucho menos captó cuando se acercó a Mista y depositó un beso en la frente del hombre debajo de un par de risos oscuros. Claramente no notó como todos lo veían en silencio por lo que acababa de hacer.

Su mente regresó a la realidad cuando pasado unos segundos Mista repitió la misma acción y dejó un beso en la pálida frente de Giorno.

Obviamente ahora pudo darse cuenta de la atención en él, de la sonrisa divertida y encantadora de Mista y de su rostro más caliente que el plato de comida frente a él.

~❁~

Insisto en que Giorno es torpe si se enamora, en especial considerando que es joven e inexperto, ¡es un bebé!
Cris se despide, bye.

GioMis Flufftober 2021Место, где живут истории. Откройте их для себя