Cap. 50: Última prediccion

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Pov. Calle

—Daniela, si no quieres ver más sangre será mejor que te voltees — advierte Mario justo en el momento en que Poché saca un cuchillo y aunque se que este momento quedará en mi mente para siempre no puedo evitarlo.

—Padre, desinféctalo— Poché le da un cuchillo a Juan Carlos y con una llama baja que sale de la palma de su mano, la calienta

—a Juliana no le hace nada algo con gérmenes—explica en voz baja Mario, se coloca a un lado mío para darme apoyo. Poché no me lo puede brindar por que esta tan concentrado en traer con vida a los gemelos que, no hace caso a nada—pues ella ya no...— trago saliva

—ya no esta viva— me queman las palabras al decirlo

—si, pero los gemelos si y la cuchilla puede causarles alguna infección— asiento, comprensiva. Una vez que Juan Carlos le da el cuchillo a Poché, el por un solo segundo se conectan nuestras miradas como si me pidiera permiso y yo, con un asentimiento de cabeza acepto. Casi vomito cuando Poché entierra el cuchillo y hace un gran corte en su barriga que comienza a perder color—Poché fue doctora en la primera guerra mundial, no te preocupes Calle— dice Mario pero todo el mundo ha dejado de girar para mi en el momento en que Poché se levanta y se quita su sudadera, la deja a un lado en el piso y se queda quieto viendo la pared.

Mi corazón empieza a latir rápidamente al pensar en que los gemelos están muertos pero eso, se descarta cuando Poché se levanta de un salto y pega con todas sus fuerzas a un tubo y de ahí, comienza a salir agua de a chorros. Se quita la sangre de sus manos y regresa con Juliana. Eso estaba buscando, agua para lavarse y no infectar a los gemelos.

Poché comienza a ver la barriga de mi hermana como si estuviera calculando, esta llena de sangre nueva y seca... estoy asqueada pero, entonces mi novia mete ambas manos a su barriga, por el corte que le hizo.

Durante unos segundos nada pasa, nada sucede solo esta Poché moviendo sus manos dentro de la barriga de mi hermana.

—necesito tu ayuda, Paula— pide  Poché y el pánico se apodera de mi— uno de los gemelos esta enredado al cordón umbilical y esta sintiendo dolor—comienzo a respirar pesadamente— necesito que lo toques y le quites ese dolor mientras corto el cordón desde dentro— Paula, asustada se hinca a un lado de su sobrina y con un poco de miedo pero con determinación, su mano desaparece dentro de la barriga de mi hermana

—¿ese es su pie?— pregunta Pau y con asombro y lágrimas sonríe— bien, ya le he quitado el dolor... si—sigue— Poché asiente y solo veo como la barriga de mi hermana de mueve, esto es tan... anormal.

—ya lo he cortado, sacaré a ambos al mismo tiempo—avisa —quítate tu sudadera para que lo puedas recibir— Paula hace caso y cuando ya están listos ambos, me acerco un poco más.

Poché saca dos cuerpos de un tirón y comienzan a irse dos llantos tan fuertes y rítmicos. Me acerco rápidamente mientras Poché le da uno a Paula y lo envuelve.

—¿lista para conocer a tus sobrinos?—me sonríe mi alma gemela y me pasa a ambos.

Ambos tienen los ojos cerrados pero el de mi derecha tiene el cabello color castaño oscuro mientras que el de mi izquierda lo tiene almendrado... como Erick. Es lo único en lo que se diferencian ya que tienen la misma nariz de Erick, la misma forma de la cara de Erick pero, sus labios son iguales a los de Juliana.

Comienzo a llorar de felicidad,he perdido a dos personas que necesitaba en mi vida pero, me han dado dos más. Dos pequeños cambiantes que cuidaré con toda mi vida.

Y abren los ojos, me quedo en shock.

Nunca había visto todos los colores del arcoíris en los ojos, es como ver todas las emociones en dos pares de ojos. Más lágrimas comienzo a derramar y no me importa estar manchada de sangre por los gemelos, no me importa estar hecha un asco, no me importa nada más que protegerlos con todo lo que tengo.

Ambos gemelos, como si estuvieran coordinados en sus movimientos levantan sus manos y tocan mis mejillas y no puedo evitar sonreír, no puedo evitar sentir felicidad.

Dos pares de risas se oyen en todo este silencio y cuando descubro de quienes son, yo también sonrío. Los gemelos se están riendo, están sonriendo y sin dejar de tocarme mis mejillas.

Y pasa, lo que jamás creí ver. Sus ojos de ambos se comienzan a pigmentar de un naranja hermoso, de un naranja perfecto y brillante. El de mi derecha, con su cabello oscuro será Alek y el de mi izquierda con su cabello más avellana será Harry.

—gracias por traerlos al mundo — le digo a Poché quien, se acerca y me mira con sus ojos brillantes —te amo— ella no dice nada más sin embargo, me da un beso en la frente. Se aleja un poco y abre la boca, sorprendida y maravillada — ¿qué pasa?—pregunto aún con mis ojos puestos en mis sobrinos

—por un momento pensé que ellos eran mis hijos... que por fin había formado una familia—me sonríe y eso causa más lágrimas de parte mía.

—Poché, somos tu familia— le sonrío.

Y solo por ese momento, olvido todo lo que ha pasado para perderme en este par de ojos color naranja.

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—Se parecen a Juliana— dice Eva justo cuando llegamos a la casa, la casa de Seattle— ¿y Germán? — le pregunta a Poché. Yo, voy cargando a Alek y Scott a Harry. Gruño por que quien menos esperaba ver era a quien dice ser mi madre

—lo hemos dejado en Malibú, cree que estamos seguros en algún lado—responde Poché

—la han matado, no te los llevarás— respondo, de inmediato— ¿y como has entrado?

—lo sé, yo nunca fallo en mis predicciones— Eva mira a los gemelos—vine a despedirme

—genial, ya era hora— respondo, protegiendo a mis sobrinos. Me cabreo cuando mis palabras no tienen el efecto deseado

—el mundo es muy pequeño y soy inmortal querida hija, no significa un adiós— me mira— si no, un hasta luego—ella mira por última vez a los gemelos y sin resolver mi duda de como a entrado a mi casa, se para justo en frente de mi novia— veo que haz tomado una decisión

—si— responde segura Poché

—cuando la décima hoja de otoño caiga, el enemigo se acercará y ella despertará— predice— y la realidad vencerá a la fantasía que tú haz impuesto—Eva, con una sonrisa se va. Todos nos quedamos callados y cuando quiero preguntarle a Poché a que se refiere y que me explique que es eso de la decisión que ha tomado, me doy cuenta que no quiere hablar de ello.

Me recuesto en el sillón y Poché me sigue, ambas tenemos a los bebés. Por primera vez, doy un respiro en todo el día.

Estamos a salvo. No se llevarán a los gemelos, están a salvo.

Y de eso, me encargaré por toda la eternidad.







Esto ya casi se acaba😢, que creen que pase en en los capítulos que faltan.🤔🤔

Maldita fantasía (adaptación caché gip)Where stories live. Discover now