Cap 27: Donde Cenizas Quedan Juan Carlos Estuvo

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Pov. Poché

Todo mi cuerpo desborda furia mientras doy un golpe tras otro al cazador, sin piedad. Se que las chicas y Sebas corren a ayudar a Mario pero descargo toda mi furia total en el hasta, que queda inconsciente. Mi respiración es agitada y no tengo ningún control.

Hasta que la miro, miro sus increíbles ojos grises de Daniela.Me esta mirando y todo en mi se calma, todo en mi se relaja cuando la miro. No soy consiente de los gritos y gemidos de sus amigas es como si no existiera nadie más, solo ella y yo. Esta al lado de Mario, inconsciente... sus ojos se tornan de un azul fuerte mientras derrama lágrimas.

No, no, no, esto no es verdad. Mario no puede estar muerto.Mi corazón late frenéticamente mientras me acerco corriendo a mi hermano. Quito a todas sin importarme sus reacciones, lo muevo pero no reacciona. El pánico me envuelve y me acerco a su pecho para ver si respira, no lo hace. La angustia y desesperación además de las lágrimas se arrinconan. No, no puede estarlo.

Con mis manos le doy golpes en su pecho, tratando de que reaccione pero no lo hace. No sucede nada.Miro a Calle quien no me ha dejado de apoyar.

—le daré respiración— trago saliva e ignorando el llanto de Kim. No puedo dejar que Mario muera , no... me niego. Bajo mi cabeza, dispuesta a hacer de todo para que sobreviva

—ni se te ocurra— interrumpe una voz. La voz de mi hermano.Todo el aire se sale de mi cuerpo. Las chicas gritan de alegría, yo solo asiento alivio.

—ven acá—lo abrazo y aunque el con quejas de dolor, me devuelve también el abrazo— no vuelvas a hacer esto, por favor— digo, serio. Mario se ríe.

—¿crees que me gustaría ver tus labios tan cerca de los míos otra vez?— rodeo los ojos, tiene varios cortes pero ya comienzan a sanar—ahora ayúdame a levantarme—asiento mientras lo ayudo a parar

—si vuelves a hacer eso, jamás te lo perdonaré— gruño—apena saguanto que conozcas a Erick—digo, en un susurro

—¿te doy un espejo?— frunzo el ceño— los celos te convierten en otra persona—gruño—bien, la prioridad es sacarlos a todos de aquí— todos asienten aún conmocionados—vaya cumpleaños Calle

—lo sé—sonríe sarcásticamente, la miro. Sus ojos ahora son grises.

—¿sabes muy bien que todos se enterarán de todo?— le menciono a Mario

—siempre les puedo borrar la memoria—sonríe— debemos salir por la parte de la alberca,mi padre los esta enfrentando directamente y Felipe custodia la entrada— se oyen varios gritos,de agonía— que ya han oído, no esta sólo—seguramente Pipe los esta haciendo sentir asfixia

—¿mi familia?- pregunta mi chica,con pánico

—esta en el estudio de mi padre,no les pasará nada ya que esta lejos de la habitación en donde estaba Alejandro y también de la entrada— dice mi hermano

—i¿Alguien podría decirnos que esta pasando?!—grita Juana —no entendemos como mierda unos tipos acaban de entrar y explotar una parte de la casa—mira a Mario, Calle y yo. Nos mira,pidiendo una explicación— ¡digan algo, demonios!—grita aún más

—Juana, no podemos decirles nada aún— todas se miran,confundidas. Sebas me mira a mi—si salimos con vida les juro que les daré una explicación pero no es el momento— explica Calle

—eso y me explicarás como es que se curo tan rápido el—agrega Sebas, señalando a Mario

—todo, ahora hagan caso. Por favor—suplica Calle. Todas asienten

—yo iré en frente—comienza a explicar mi hermano— Poché atrás— asentimos— si alguien es atacado los demás no harán nada— ordena Mario—Poché o yo iremos, nadie más— me muerdo el labio— y una vez más, no los vean a los ojos—todos asienten,comprendiendo—¿y mi madre?

—antes de que te dieran el golpe dijo que tenía que ir a ayudar a su esposo— siento un nudo en la garganta a las palabras de Manu

—maldición— grita Mario—¿Poché, te llegan sus pensamientos?— me pregunta

—son demasiados, no podréencontrarla—digo, desanimada

—bien, sigamos— todos comenzamos a avanzar hacia la alberca pero, antes de eso. Una vez más, otra explosión se oye. Mis padres. Corremos hacia dónde están. Sin importarme nada.









Pov. Calle

—son nuestros padres, hanquemado todo— dice Poché al llegar a la parte donde estaba el cazador. No hay absolutamente nada que quede en pie, todo está quemado y lleno de cenizas.

—es Juan Carlos, quemo a los que estaban— miro a todos lados pero, no hay ningún cuerpo. Vaya que si sirve su fuego. Todas mis amigas no han dicho nada pero se que siguen nerviosas, confundidas y su instinto de supervivencia esta al máximo. Se oyen pisadas y logró distinguir a Felipe con su ropa rasgada y llena de polvo

—¡Pipe que bueno que estas bien!— grita Laura pero un momento después esta en suelo,retorciéndose de dolor. Manu, Kim, Juana y yo corremos a ayudarla. Sus gritos son tan desgarradores que siento como lágrimas comienzan a correr sobre mis mejillas. Felipe la está haciendo sufrir

—¡basta!— suplico pero los ojos de Felipe siguen fijos en ella— ¡basta!—Poché, Mario y Sebas lo empujan y solo basto esa distracción para que dejará de gritar. Laura respira pesadamente

—es uno de los poderes de uno de los cazadores, esta manipulando a Felipe— grita Poché pero parece que su mejor amigo no responde a sus gritos, a sus suplicas

—luces fuera— la voz de Felipe se hace presente pero es fría y cortante, sin ningún atisbo burlesco como siempre, las pocas luces que habían se quitan,dejándonos en oscuridad total.¿Qué mierda esta pasando?puedo ver la silueta de los chicos moviéndose. También se oye la voz ya recompuesta de Pipe

—¿qué ha pasado?—pero se calla, otorgándonos un silencio sepulcral. Siento la mano de Poché en la mía, mi respiración se normaliza. No puedo ver ni un carajo.

Alguien se acerca con una vela y cuando se acerca más, noto que no son velas si no, las palmas de Juan Carlos alumbrándonos. Se ve agitado.

—se han ido— toda su ropa esta quemada y la que aún conserva, llena de sangre— tu familia esta bien, Calle—asiento, agradecida— ¿y la castaña?—frunzo el ceño. Todos volteamos a vernos.

Y solo falta una. Se han llevado a Manu.

Maldita fantasía (adaptación caché gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora