Cap. 43: Paraíso

1.7K 178 7
                                    

Pov. Calle

—Tú padre se la esta pasando genial eh, preciosa— frunzo el ceño y sigo su mirada, me encuentro a mi padre platicando animadamente con una chica de pelo güero, curvilínea y ojos con tonos miel café claro. Es hermosa y aunque suene raro, mi padre no es feo.

—se merece encontrar el amor después de Eva— le digo a Poché aunque no puedo evitar sentir un poco de celos— de seguro Eva nunca lo quiso—digo, con rabia. Juli y Erick están jugando en la arena y, trata de untarle más arena en su barriga. Se ven muy bien aunque Erick aún no tiene mi confianza ganada. Poché y yo estamos en una tumbona tomando el sol, yo estoy boca abajo y Poché me esta mirando desde hace un buen rato... maldigo al sol por que hace más notable mi sonrojo.

—cariño, se que Eva es un asco— empieza— pero eso no significa que no haya amado a tu padre— lo miro, como si estuviera loco

—¿Te das cuenta que ha tenido más de noventa hijos?— menciono—sin que fueran su alma gemela— bufo

—Adán y Eva no son fieles— responde Poché —son leales— y por un segundo se me olvida que estaba discutiendo con ella, ya que un rayo de sol le da directo a los ojos y en este momento los tiene color rosa... mierda, hace un contraste perfecto. Se que es un riesgo que nos vean a los ojos y nos cambien de color pero, el agua de mar lastima si traemos los pupilentes. Tenemos mucho cuidado de que no nos vean o que no nos vean mucho.

—¿eso que significa?— pregunto, todavía no convencida

—que tal vez ellos estarán con otras personas pero siempre se pondrán en primer lugar... siempre— sonrío un poco— siempre serán su primera opción

—¿tú me pondrías en primera opción?— pregunto de la nada y el se queda en silencio. Viendo el mar, viendo como las personas juegan en el agua, viendo como muchas parejas se divierten, viendo como muchas amigas sonríen. Y mi ánimo decae un poco en recordar a Manu. Podría ahora mismo estar platicando con ella por teléfono... creo que ahora mismo me estaría diciendo que mi bañador esta espectacular pero que le hace falta ser más provocativo. Me río por mis pensamientos.

—Daniela—dice de nuevo Poché — tú no eres mi primera opción— mi corazón se estruja—preciosa, eres mi única opción— me mira, con sus ojos rosas brillantes y después azul claro, Esta chica me trae como loca. Siempre me ha traído así— venga, vamos a un lugar... que te encantará.

Yo solo asiento un poco sonriente, nos levantamos y me entrelaza su mano con la mía, la agarro con fuerza. Ojalá nunca me suelte.

Nos acercamos a la playa y llama a Erick y Juli, me espero con ellos tres y Poché comienza a hablar con un chico moreno del lugar y después de unos segundos mi chica regresa con una enorme sonrisa. Le quiero preguntar por que pero la respuesta me llega por si sola cuando un yate color blanco y hermoso aparca junto a nosotros. Poché me ayuda a subir a mi y a mi hermana, antes de Erick ponga dos pies en el barco, lo empuja y cae directo al mar. Todos nos reímos y sobretodo Juli, que se esta muriendo de risa.

Después de una disculpa poco sincera de parte de Poché ambas ya estamos dentro,  y Erick se quedan en la parte de abajo que es técnicamente dos sillones contra agua y una mesa de cristal en medio, más al fondo esta el único camarote pero, subo las escaleras que están a un lado, siguiendo a Poché y me encuentro en la parte del timón, varios controles y tecnología desconocida para mi. Poché toma el mando y me mira, sonriente.

—¿sabes manejar esto?— pregunto, asombrada

—helicópteros y aviones también — se ríe viendo mi cara de asombro— y quiero aprender a usar un submarino— se burla y comienza a andar el yate— ventajas de ser inmortal, tienes tiempo para todo.









Pov. Poché

—Oh, si que lo vas a hacer— repito, por milésima vez a mi novia

—Poché... esto es demasiado extremo—dice Calle. He traído a todos a una pequeña isla cerca de Malibú, la única forma de entrar es por medio de un barco o... como lo estamos haciendo Calle y yo, saltando por un acantilado. No es tan alto pero si unos veinte metros sobrepasa. ¿Qué? para mi no es tan alto. Erick y Juli los he dejado en una pequeña alberca que se forma en medio de la isla, obviamente Juli no puede saltar y Erick dijo que se iba a quedar a cuidarla... cuando leí su mente no me sorprendí al ver que era miedo el que tenía.

—no voy a dejar que nada te pase, cariño— le aseguro— toma mi mano, no te voy a soltar— ella lo hace un poco insegura. Caeremos a una parte donde el agua es muy profunda y al lado, hay una mini playa y, para mi gran suerte esta sola.

—si muero, juro que te mato— asegura mi chica asustada antes de saltar. Me río por lo que dice y con solo un pequeño paso, un solo salto de fe... caemos al vacío.

Toda la adrenalina es tan fuerte que, Calle pega un grito de la impresión y, después de unos segundos el agua amortigua nuestra caída. Comenzamos a nadar hacia arriba pero con la ayuda del agua, no tardamos en llegar.

—¡Poché puedo respirar bajo el agua!— grita mi chica, manteniéndose a flote y, me lo demuestra. Se pasa unos veinte minutos bajo el agua. Sonrío, porque demuestra que ya estamos compartiendo más poderes, más condiciones de cambiantes... ya somos aún más unidos. Y es cuando lo noto...

Nunca me ha soltado la mano.

Yo no siento mariposas en el estómago, yo siento un maldito zoológico cuando estoy al lado de ella.



Maldita fantasía (adaptación caché gip)Where stories live. Discover now