Reescrito [Maitake]

12

Estar paranoico era poco pero, según su lógica, la barrera escolar impediría ver a Mikey y ese altote que gracias a Takuya, sabe que se llama "Draken" sus nombres le suena, de verdad lo hace.

Aunque si no recuerda dónde, además que no hay indicios de que lo conozca antes pues, le restará importancia, ahora su meta era estar entre el Top 10 de mejores calificaciones, una beca tenía, asegurado.

—Pasa x a este lado— su profesor seguí narrando algo que ya sabía, gracias a los castigo de kisaki con ponerlos a hacer soluciones matemáticas, cosas complejas que aprendió a malas.

Miro su ventana, sin tomar atención a los que sucedia en el corredor los gritos de dolor y jadeos, solo eran escuchados por sus compañeros.
“Se me antoja salir pero, dijo que hoy estaría ocupado, estúpido Baji, que acapara a mi fuyu„

—Oh aquí estás— sus ojos se cruzaron la figura del cenizo, parpadeó, para luego mirar a su salón, quería comprobar si no era una alusinación por la paranoia.—Takemicchy vamos a jugar—

—¿Mikey?—

—¡Joven Hanagaki, fuera la del salón y llévese a sus invitados!—

—pero... Maestro—

—Sal de mi clase—Rendido, salió del salón, sus compañeros lo miran con pena, la verdad le tenían, no importa qué, siempre termina envuelto en algún problema sin buscarlo.

Salió, junto con ambos chicos, sus ojos miraron sorprendidos como habían chicos de tercero tirados por el piso.

—Mikey—

—Tora ¿Estudias aquí?—

—Desgraciado, ¿Quién te dijo en qué salón está el bonito?—

—Cierto Mikey, Tora dijo en dónde estaba takemichi—

El mencionado no pudo evitar ver mal a los ojos dorados, vio que se puso tímido bajo su mirada, como un gatito mansito, su mano termino sobre el teñido, afianzando su agarre, Kazutora lo miro pidiendole perdón.

Sonrío, ellos estaban envueltos, en su conversación, los movimientos de cabeza y cejas, hacen que el incómodo ambiente desaparesca. Parecen tener un conexión.

—sabes esos idiotas nuevamente están causando problema—

—hay que sacarles su mierda, es territorio de la Toman—

Ambos chicos, observan a los comandantes que andan divertidos pisando la espalda de los de tercero.

—Tora....—

—¿si?—

—Ellos, siempre..... ¿Desayunan violencia?— comento bajito sobre el oído del más alto.

Kazutora se rió, lo hizo a carcajadas, obteniendo la mirada de Mikey y Draken sobre él. Ambos levantan un ceja indagantes.

—Bueno, es un surtido—

—¿Tu también?—

—No, yo desayuno violencia doméstica— hizo un beso de chef con sus manos, logrando sacar algunas risas del azabache, por lo menos había alguien aparte de chifuju y Baji que si se reía de sus chistes.

—con traumas como el ingrediente secreto—

—Como debe ser— se rieron nuevamente, caminando entre ellos, ignorando a ambos rubios.

Draken puede observar el disgusto en la cara de su comandante, también lo ve muy dispuesto a estropear el ambiente con sus arrebatos.

Lo toma del cuello del uniforme, obteniendo una mirada molesta sobre él, mueve su cuello negando.

—Sueltame Ken-chin Torá conocera mi golpe de talón—

—calmate Mikey, no está haciendo nada—

—Es un maldito atrazador—

—Mikey, Takemichi tiene tiempo libre— el tatuado le sonrió, Al cenizo le salieron brillitos.

—Y pensar que por un momento casi te hago carne picada—

—eso es ¿Premio o castigó?—

—¡Tora!—Draken le gritó, descontento por el comentario nada correcto que le dió el ojidorado.

Kazutora solo le saco la lengua sin remordimiento, divertido.

••••

—¿que tanto miras?—los ojos negros onix observan al chico de cabellos rubios claros, sus ojos azules zafiro lo miran con admiración y preocupación.

—Yo sabía que Takemichi tenía a alguien, solo me causa felicidad molestarlo, sus reacciones son divertidas pero.....— Nuevamente su mente le trae un ventarral de imágenes consecutivas de unos ojos dorados brillantes, que lo miran con un cariño fraternal.

No lo veía así, es más, jamás paso por su mente. Simplemente se levantó una mañana, a los que sus ojos solían ver cómo un niño, fueron encantados por sus expresiones.

Estaba más confundido por que de la nada le resultó malditamente atractivo.

Su mente le trae las recientes interacciones con el menor, cuando puso más empeño en escucharlo, verlo reír, cuando narra y sus ojos brillan como gemas.

Le gusta su alma, su personalidad, su espíritu, no lo ve de manera sexual o de atracción física y eso, es un alivió por qué se sentiría más mierda de lo que ya, por gustarle un niño, uno que le lleva 10 años de diferencia, el amigo de Mikey, de su hermano menor. “odia el humo del tabaco...„

—¿pero?— los ojos azules observaron como apretó la cajetilla entre sus manos, botandola a la basura, una última calada al que sostiene entre sus manos y este se desvaneció como la última exhalación de humo.—Tus cigarros...— hizo notorio su confusión con obviando las acciones contrarias.

—no quiero ser un mal ejemplo— sonrío avergonzado, mirando a otro lado.—Necesitare reemplazarlos con algo—tomo sus herramientas para darle algunos ajustes a la moto de su cliente más fiel.—¿Te gusta alguien Inupi?— indago divertido observando como la palida cara se vuelve roja.

—¡Shinichiro!—

(...)

—Micchy ¿como te fue hoy?—

—llegas tarde—

—un hola por lo menos ¿No?— los ojos turquesas no entienden la hostilidad de su lindo hermano.

—Fuyu.... ¿Acaso soy un imán para los problemas?— murmuró, frustrado, viendo que nuevamente estaba mentido hasta el fondo, en una situación nada favorable.

Chifuju siente que está viviendo nuevamente una situación, anterior, el Deja Vu que se cuela entre sus sentidos es lo mismo que cuando tomas cantidades exorbitantes de agua y aún así, el cosquilleo que deja el picante permanece.

—Compañero, no te llamarían Héroe llorón, si no metieras en problemas—

—eso no me está ayudando— Chifuyu alzó sus brazos para refugiar a un ansioso azabache de ojos azules, que está muy cerca de empezar a llorar de la frustración.—Siento que mi vida se va a la mierda— argumento ahogado sobre el uniforme de su hermano.

“que tan malo puede ser este problema..... Y por qué siento que hay un idiota detrás de esta situación„ arrugó su nariz descartando esa idea, después de todo, takemichi se fue de las pandillas, hasta de Mizo y se centro en estudiar.

—¿Micchy? ¡Micchy!—