"mmmmmmhhhhhh..."

Gimo en su boca de forma desesperada.

"SUFICIENTE."

La voz del doctor Reginald nos hace detenernos de golpe.

Ambos jadeamos exhaustos mientras que mi corazón me duele de tanto latir rápidamente.

"Fue entrenada por alguno de los Reyes de confianza."

"Solo ellos tienen la habilidad para lograr esta clase de acondicionamiento y entrenamiento."

Asevera este magnífico Rey después de haber aclarado su voz varias veces.

Estoy tan excitada y deseosa que me doy asco a mi misma.

Muy tarde me doy cuenta de que irremediablemente soy un juguetito roto,
ansioso,
caliente,
lujurioso
y llena de lascivia en este momento.

De esta forma me creó  MI Rey.

Y ahora, otro Rey también sabe como encenderme de forma...

Perfecta.

"Entremos al departamento ahora."

El doctor Reginald me dirige una mirada severa y se que estoy en problemas por preferir a quien se parece a mi torturador personal.

Con poca delicadeza, Rich toma mi mano entre la suya para después hacerme andar rápidamente para que crucemos el umbral de su puerta.

Es en este momento en que más siento miedo.

No de este Rey, pues se lo cruel y despiadado que puede ser conmigo...

Se lo cruel e inhumano que puede ser contra mi.

Pero el doctor...

Recuerdo lo que le hicieron el doctor, la doctora y Rey a mi antigua amiga, la enfermera.

Ella padeció y sufrió demasiado en sus horrendas manos.

Y ahora estoy en manos de un médico que puede ser igual...

O metódica y despiadadamente peor.

"Controlate doctor."

"La estás asustando."

Rey camina sin prisas detrás de nosotros.

Pude sentir que este Rey no quiso dañarme, aunque...

"NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER TRAIDOR!"

La voz del doctor se eleva fuertemente haciéndome brincar en mi sitio.

Mis ojos se abren grandes como platos mientras que me preparo para enfrentarme a estos dos hombres.

Es entonces cuando caigo en cuanta de que deje que trajeran a su lugar y no se cuales son sus intenciones conmigo.

Felicidades princesa estupida!

Intenté cuidar a las frutas, defenderlas, hacerles abrir los ojos ante el peligro y heme aquí!

La estupida e idiota princesa a solas, en un departamento con un Rey idéntico al bastardo que me aterrorizó y maltrató por más de un año.

Y además un doctor quien ahora me avienta al sillón.

Instintivamente busco mi bisturí en el escondite dentro de mi ropa, pero...

"NO ESTÁ!"
Grito asustada en verdad.

El doctor Reginald se cierne sobre mi con el bisturí en la mano.

Dulce JuguetitoWhere stories live. Discover now