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31 de octubre, 1977 ━━━━━━━━━━━━━━━ CHAPTER EIGHTEEN
"This ain't for the best My reputation's never been worse, so you must like me for me"
— No quiero ir. — La voz de August salió en un leve susurro, pero fue suficiente para que Sirius le prestara atención.
Aquel sábado se festejaba la fiesta de Halloween, por la cual, August venía esperando mucho tiempo. Por supuesto que, jamás pensó que estaría atravesando uno de sus peores momentos sociales. Si bien, Lily no mintió al decirle que Dumbledore habló con los estudiantes no impidió que todos siguieran mirándola con asco. Como si ella fuese la culpable de tener un "padre" sociópata.
No soportaba ir a clases, y en el único lugar donde se sentía bien era en su propia Sala Común; pasaba horas, y horas, sentada frente al ventanal observando a las criaturas marinas sobrepasar por el lugar. Sus compañeros de casa también habían sido muy buenos con ella, al parecer, no les molestaba en lo absoluto tener a alguien con el apellido de un asesino en serie. Le habían llegado "rumores" de que había algunos estudiantes de Slytherin defendiendola de aquellos que la insultaban o la llamaban por nombres indecorosos.
Objetivamente, estaba siendo su peor año escolar, y pensar que eran sus últimos meses viviendo en Hogwarts la ponía muy triste. Se suponía que sería un año inolvidable. Debía de ser excelente. Pero, pasaba más tiempo llorando que disfrutando el momento.
— August. —Sirius se levantó del sofá, y caminó hacia su mejor amiga. — Venimos esperando esta fiesta por meses. Íbamos a ser la pareja más envidiable de todo Hogwarts.
Oh, otro punto para sumar a la lista de cosas que no salieron bien: no iría a la fiesta con su novio. Cuando Remus comenzó su relación con Emily, Sirius le había ofrecido ser su pareja para el baile, y obviamente, August aceptó.
El licántropo terminó yendo con Marlene, y aunque no estuvo muy contento por esa decisión, entendió que August no podía dejar plantado a Sirius de un momento a otro. El moreno había comprado un disfraz que hacía juego con el de ella, y se lo notaba muy emocionado. Remus no se atrevió a hurtarle eso.
— No soporto ver como todos me miran—confesó, moviéndose a un costado, para que el león entrase en la cama. — Susurran cosas a mis espaldas, y no lo tolero.
— ¿Desde cuándo te importa lo que los demás digan? —La abrazo contra su pecho. — ¿Recuerdas el primer año cuando descubrieron que eras adoptada? Te molestaron un tiempo, y luego...
— Tuve que comenzar a defenderme—susurro, no sintiéndose muy orgullosa de los métodos que utilizó.
— No voy a repetir esto en voz alta, así que, escúchame bien. — August lo miró, sin despegar la cabeza de su pecho. — Eres una Slytherin. Las personas más fuertes, y perseverantes que conozco, son ustedes. Jamás dejarán que alguien los pase por encima, y es una de las cosas que más admiro. — El heredero quitó algunas lágrimas que bajaban por la mejilla de August, antes de susurrar. — No hay maldad en tu cuerpo, Augustine, y eso es lo que más amo de ti. Tienes un amor muy profundo por las personas que forman parte de tu vida y nunca van a poder arrebatarte eso. Sea quien sea tu progenitor... No eres como él.
