Capítulo 5

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"Ve a tu habitación, regresaré a verte, pero debes esperar", fue lo último que Jungkook escuchó de Jimin luego de verle alejarse hasta perderse al doblar por el pasillo.

Y Jungkook esperó.



***

Jimin entró al despacho del presidente, no tan asustado por la situación como debería, pero sí con parte de culpa rondando por su mente, aquel miedo de fallar a otros.

—Jimin —el presidente lo nombró, serio, una vez estuvo delante de él.

—Namjoon —imitó.

El presidente Kim hizo una leve reverencia con la cabeza, pero sostuvo su mirada en los ojos del contrario, desafiante, en tanto le dedicaba una sonrisa ladina, que provocó la formación de un pequeño hoyuelo en su mejilla izquierda. Jimin no supo si interpretarlo como una burla al contexto, o como un anticipo de reprimenda.

—Primer día y no pensé que tendríamos que repetir esto en el trabajo, pensé que tus llamados hacia la oficina directiva se habían acabado en cuanto salieses de la escuela, Jimin.

—Lo siento —se apresuró en garantizar, con la vista en el tapiz aterciopelado del suelo—. Perdón hyung, no pretendía que las cosas sucedieran así.

—Lo pretendías, sí, te conozco.

Jimin le miró.

—Vamos, no te hagas —se dirigió al escritorio. Tomó la taza de café por la parte posterior con dos de sus dedos, y volvió a darse media vuelta, quedando apoyado en éste, nuevamente frente a Jimin—. Una extralimitación ligada a una causa justificada siempre tendrá sentido para ti, querido hermanito —tomó un sorbo, sin quitar sus ojos del muchacho—. Te delatas.

El menor llevó su mano a la muñeca y la masajeó, pretendiendo que no había dado en el clavo, pero su silencio también terminó por delatarlo.

—¿Tenías que llamarme a tu oficina por altavoz? Podrías haberlo hecho por celular, es vergonzoso —comentó en cambio.

—Así que tú arriesgando tu lugar por un chico que acabas de conocer, ¿a qué viene eso? —le ignoró.

Y Jimin fue interrumpido antes de siquiera pensase en abrir la boca.

—No es nuevo de ti, pero tampoco es algo que harías en tu primer día, donde, conociéndote, buscas pasar desapercibido.

—Lo siento, hyung —y vaya que no lo sentía, o no del todo, pero Namjoon seguía siendo mayor a él y debía mostrar respeto y oír lo que tenía que decir.

—Te diré lo que es vergonzoso —enserió el semblante—. Firmé la petición de tu universidad para que practicantes aprendieran de su profesión, pero así me respondes, faltándole el respeto a nuestra institución, las normas y protocolos que seguir no están de adorno, lo sabes bien. Existen personas a quien recurrir, ¡todavía no formas oficialmente parte de nuestro personal! ¡No puedes responder de este modo a tus superiores! ¿Acaso quieres una sanción directa de tu universidad? Y sabes bien que a la gente no suele gustarle los entrometidos con falta de experiencia en sus asuntos de urgencia. Los familiares son los primeros en dejar reclamos, así que dime, ¿qué pasaría si la familia de este paciente decide hacerlo?

"La recibes y mejoras", pensó.

—De alguna forma hay que llenar esa experiencia —fue lo que respondió.

—¡La experiencia no se trata de responder con falta de respeto! Esto no es un juego.

—Lo sé... —balbuceó.

Atardeceres en el Ático (PJM+JJK)Onde histórias criam vida. Descubra agora