Pintando

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Al siguiente día se percibía una mañana con algo de viento, hacia un poco de frío. Desde las seis de la mañana se escuchó repetidas veces la canción «Vive»a través de la bocina del señor José, quién usual mente le daba anuncios al pueblo.

A Mildred eso la despertó, estaba un poco furiosa y a la vez agradecida, se dirigió al baño para cepillarse los dientes, también abrió la regadera para que el agua se fuera calentando, después fue por su bata y su ropa. Se dio cuenta que su mamá ya se había levantado, esto por la luz del cuarto prendida, entonces pensó que también se estaba alistando para salir a correr como acostumbraba todas las mañana antes de irse a trabajar.

Recordó que ese día los chicos pintarían las mamparas, así que se verían más temprano en el aula de la escuela. Mildred se preguntaba qué fotos tomaría William de Santa Cecilia sobre el evento del 2 de septiembre, así que en su mente programó cosas que calculaba faltaban por hacer, su costumbre era repasarlas para no olvidarlas.

Cuando pasó su amiga por ella, ya en la camioneta Mildred tuvo la oportunidad de sacar una hoja y un lapicero para hacer una lista de los pendientes.

•Ver fotos de Pablo.

•Pintar.

•Programar uso de gimnasio y sonido.

- ¿Qué haces? - preguntó Karen mirándola desconcertada.

- Anoto las actividades que nos faltan por hacer.

- Lo bueno que aún no es temporada de exámenes -dijo Karen como para quitarle el estrés a su amiga.

Cosa que no ayudó. Entonces Preguntó Mildred:

- ¿Segura que William traerá las llaves para abrir la bodega y sacar las mamparas?

- Sí - respondió Karen con un tono esperanzador de que así sería.

Y así fue, cuando llegaron la bodega ya estaba abierta con la luz encendida.

- William, ¿Dónde estás? - preguntó Mildred.

- Arriba - él contestó con voz alta.

Subieron las escaleras, y efectivamente, ahí se encontraba William de cuclillas limpiando una mampara con una franela, llevaba una playera blanca con unas letras rojas que decían: «Esperanza». Se le miraba muy bien, además de que su pelo ondulado estaba perfectamente peinado.

- ¡Chicas, que bueno verlas!, ya me estaba sintiéndome solo.

Ellas se rieron.

- ¿Dónde están las franelas?

Y les entregó una franela a cada una, acompañada de un atomizador con un líquido especial. Después, para que pudieran agilizar el trabajo, se repartieron las mamparas equitativamente, para entonces los tres jóvenes trabajaban con entusiasmo.

- ¿Te veré mañana a las cuatro de la tarde en la prueba?

Le preguntó amablemente William a Mildred.

- Sí - dijo Mildred un tanto tímida.

Entonces fue cuando Karen dirigiéndose a William preguntó:

- ¿Pero tú también estarás en el equipo de basquetbol?

- Me gusta mucho el basquetbol - dijo entusiasmado,dando una pequeña palmada a un balón imaginario.

- ¡Y de seguro que eres muy bueno!

- No tanto...

- ¿Ya tienes las fotos?

Interrumpió Mildred para cambiar de tema, pues no quería que su amiga descubriera que William le había sugerido que se uniera al equipo de basquetbol.

MildredWhere stories live. Discover now