La sombra de sus actos

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Aliviado salió de los arboles que lo cubrían y comenzó a observar como se alejaba aquella figura femenina junto con lo que ahora parecía ser su fiel acompañante.-Espero por tu bien que no nos volvamos a ver querida, por que en ese caso, seria lo ultimo que vieses- Dijo para después caminar hasta una casa que se encontraba abierta. Estela no tardó mucho en llegar a la tienda, escondió al gatito en su gran abrigo de invierno y fue a comprar los pastelillos para Víctor, también compró comida para gato y algunos accesorios para este, como una cajita de arena y un pequeño ratón de juguete morado.-Bueno, tu cumpliste así que me toca a mi cumplir- Dijo con una sonrisa y se dirigió a su casa. Cuando esta llegó, Víctor la esperaba sentado en el sofá con los brazos cruzados. -Tardaste mucho, dámelos ya que quiero seguir con mi caso- Dijo, algo irritado, haciendo que Estela se sintiese algo mal. Estela se acercó a dárselos algo triste, Víctor notó el semblante triste de Estela y procedió a disculparse.-Yo... Realmente lo siento, sabes que últimamente estoy algo molesto por mis constantes fracasos, ya van tres meses y no conseguí nada, esto es lo más importante que tengo ahora, compréndelo.- Dijo, algo melancólico, a lo que estela respondió con una mirada aún mas triste, era entendible que el sintiese que encontrar al asesino de su hermana era lo más importante que el tenia, pues, ella era su única familia, pero ella había estado ahí desde el principio para apoyarlo, y aún así, el le hacía sentir mal casi todos los días diciendo que su caso era lo único que le quedaba.-¿Y yo qué? ¿Acaso no te importa todo lo que hago por ti?- Murmuró esperando que Víctor no la escuchara, cosa que lamentablemente pasó.