06.01 Danger

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"Jungkook..." lo llamó Eunwoo con tono cansado apoyándose contra el marco de la puerta del taller donde el castaño estaba. "Ya es de noche y tenemos que estar antes que el señor Shin se enoje, vamos a la residencia"

Pero el joven universitario permanece concentrado en su trabajo, pasando la espátula nuevamente por la arcilla semihúmeda, tratando de darle los últimos toques a su escultura. Suspira cuando otro poro vuelve a aparecer en la materia y debe volver a mojar la zona y amasarla nuevamente.

"Ya casi termino" masculla igual o más cansado que su compañero. "Dame cinco minutos, por favor"

Al pelinegro no le queda más que suspirar y aceptar aquel pedido. Ladeó la cabeza y lentamente se adentró en la misma sala donde estaba su amigo.

"¿Hace cuánto estás aquí?" inquiere con suavidad, torciendo la boca hacia un lado cuando divisa las oscuras ojeras bajo los ojos del otro.

Jungkook se encogió de hombros siguiendo con el espatulado de su escultura.

"Terminé la consulta de programación a las seis y vine volando aquí, ya todos se habían ido y la profesora Kim se apiadó de mí y me dejó las llaves para poder trabajar en esto" le explica con notoria fatiga.

Eunwoo arquea las cejas y se dirige a una de las sillas cercanas a donde el castaño está sentado. Se quita la mochila del hombro y la deja en el piso mientras se sienta en el alto banco de madera, y se da cuenta que él también está exhausto por lo mucho que le cuesta mantener la espalda derecha.

La vida universitaria se nutre de la energía de ambos jóvenes -o de cualquier joven en sí- dejándolos consumidos al final del día.

Y justo así es como Jungkook se percibía, extenuado. Horas de clases teóricas y prácticas lo dejaron mentalmente filtrado y al no entender del todo los conceptos dados, se vio obligado a permanecer a la hora de consulta y luego llegar tarde al taller de arte, encontrándose con la amable profesora que le permitió quedarse en el estudio hasta entrada a la noche. Pero las manos grises por la arcilla ya le duelen de estar tallando el mismo lugar una y otra vez, los ojos le escuecen y vuelve borrosa su vista, y el cuerpo entero le implora el merecido descanso que necesita.

El pelinegro, en una posición similar a la de su compañero de cuarto, parpadea con lentitud en un intento de no dormirse sentado en aquel banco y suspira.

"Lo terminas mañana, Kook" masculla con cierta súplica en su tono. "Vamos a casa"

El nombrado frena sus movimientos y lo mira, bajando los brazos y los hombros en un manifiesto de su frustración y explícita fatiga.

"No tengo tiempo, mañana tengo práctica de matemáticas y taller de programación, y tengo que correr para llegar a tiempo a historia del arte" susurra arqueando las cejas y dejando que sus ojos se humedezcan. "Sólo quiero ir a dormir, estoy muy cansado. Pero si no apruebo los próximos exámenes van a quitarme la media beca de ingeniería y mis padres van a matarme si la pierdo..."

Esconde la mano en el puño de su camiseta y la sube hasta para limpiar las silenciosas lágrimas que corren por sus mejillas.

El estrés se hace presente en su cuerpo en forma de llanto y su organismo responde con sutiles sollozos para intentar mantener la respiración meramente estable. Jungkook deja la espátula a un lado y sube ambas manos para cubrir el rubor de vergüenza que le produce llorar así, más no puede hacer nada ante la roca que siente en el pecho y el plomo que se aglomera en la espalda.

El día fue horrible, cansador e intranquilo. Veinte minutos fue lo que descansó entre clases y diez de ellos fueron para comer algo y así no desmayarse frente a todo el alumnado.

STILL WITH YOU | taekookTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon