STILL WITH YOU | taekook

01. Do You Think It Makes Sense?

Siete años atrás,
Seúl

"¿Dónde estaban?" ruge la voz petulante enfrente suyo.

Jungkook se encoge en sí mismo, pero no debido al sermón, sino que es debido al frío de madrugueño que se cuela debajo del débil hoodie que ha logrado ponerse, helando la camisa húmeda contra su piel, logrando que esta se encrespe y lo haga temblar en espasmos. Está cansado, le duele la espalda y las piernas, sus ojos arden en los cuencos de su cabeza quien estalla en una fuerte migraña mañanera.

Había llegado y metido en la residencia de manera atolondrada, haciendo más ruido del que quería.

Pero no fue hasta que el joven a su derecha entró en el edificio haciendo un escándalo que el casero se percató de la rebelde salida juvenil.

Ugh, el castaño debió despertarse a duras penas, colarse el primer buzo que encontró y salir a calmar a su amigo. Pero la tempestad cayó sobre ellos y el casero hizo presencia en la entrada, observando con cólera a ambos jóvenes con pintas deplorables, sosteniéndose uno al otro.

Cha Eunwoo también tiembla, pero es debido a que él no sabe mentir.

"En la casa de los padres de Jungkook" masculla de manera poco creíble.

"Eso me dijeron ayer" admite alzando las cejas, pero su boca permanece impasible en una línea recta mientras sus ojos escrutan con definición al muchacho. "Pero huelen a alcohol y llegaron separados"

Jungkook suspira frustrado y se toma el puente de la nariz con su dedo índice y pulgar.

Ugh, Eunwoo...

El casero lo nota y dirige su mirada hacia él, observándolo fijamente con cierto prejuicio.

Jungkook siempre fue más despierto, más calmado y de semblante más serio que la mayoría de los estudiantes que vivían en aquella residencia. Pero su apariencia actual dejaba mucho que desear, com el cabello enredado se desparrama en mechones aleatorios; los labios que latían de la hinchazón y una pequeña grieta roja se ve en ellos; en su cuello yacen sutiles mordeduras, marcas de dedos y zonas rojizas; las ojeras oscuras son evidencia de lo poco que ha dormido y su cuerpo desgarbado se apoya en un solo pie, incómodo.

El hombre mayor tuerce el gesto, no queriendo imaginar lo que estaba haciendo.

"Jungkook-ssi, ¿en dónde estaban?" le pregunta intentando tener paciencia. El aludido no responde y eso obliga al casero a tomar decisiones más drásticas. "Te recomiendo responder al menos que quieras que llame a tus padres para confirmar que mágicamente estuvieron con ellos y decidieron volver a las seis de la mañana"

Oh, no. Jungkook se estremece.

Su sangre se congela y los músculos de su espalda se le vuelven arcilla seca debido a la inquietud que lo paraliza. Le cuesta coordinar las señales que su cerebro le manda y termina con las palabras a medio decir, ahogándose en el fondo de la boca.

Si sus padres se enteran de que él pasó la noche fuera de la residencia, es hombre muerto.

Por eso, dejando de lado su lealtad, se apura en negar con la cabeza y usar las manos para enfatizar sus gestos.

"No, señor Shin. Por favor, no le diga a mis padres" implora con las cejas pulidas en pretenciosa preocupación.

El hombre alza la ceja izquierda.

"Así que no estuvieron con ellos, ¿no?" inquiere cruzarse de brazos.

Y es ahí que Jungkook entiende que la batalla ya tiene un vencedor declarado. ¿Qué hará? ¿Mentir? No le serviría de nada, no hay bando que elegir ni grupo de ayuda al que pertenecer. Sólo es un joven de veintiún años, con más audacia que experiencia, qué se ha permitido vivir la vida una sola noche y ahora estaba jodido por las consecuencias que no había contemplado antes de atreverse a salir de la residencia con una débil mentira como excusa.