Dark Rooms

𝟼|𝙲𝚘𝚋𝚢

"Si muero, muero"

Coby regresó al barco marino y se sentó en su cuarto. Estar allí en la aldea de Luffy fue ciertamente... perturbador. Solo quería irse, irse. Sin embargo, nadie podía irse hasta que el vicealmirante Garp regresara, por lo que Coby se fue a su pequeña habitación compartida.

La gente lloraba. Algunos bandidos se volvieron violentos, pero todo lo que Garp hizo fue recibir los golpes, como si también se culpara a sí mismo. En ese momento estaba con los médicos del pueblo, los marines habían pensado que era mejor para el vicealmirante estar en una compañía reconfortante.

Coby frunció el ceño. No estaba seguro de qué le molestaba tanto. Tal vez porque quería que Luffy fuera testigo cuando se convertiría en almirante, un papel más alto en los marines, todo por el acto de Luffy. Tal vez porque acababa de perder a un amigo, y la única persona que creía puramente que Coby podía cumplir su sueño. Pero no era tan personal como eso, decidió. Fue el pueblo.

Todos actuaron como si hubieran perdido a un niño. Un niño inmaduro, que tenía mucho por lo que vivir, un niño que no podía estar a la altura de sus sueños.

Pero Coby lo vio como un hombre.

Luffy era alguien a quien Coby admiraba. Era decidido, fuerte, voluntarioso y confiable. Él era bueno. Luffy no había sido un hombre alto, pero Coby siempre había sentido que la espalda de Luffy era más larga y firme que la de cualquier otra persona, incluso que la de Garp. Cuando Coby miró a Luffy... siempre había visto un Rey. Un rey intrépido que cuidaba de su pueblo, que podía poner el mundo patas arriba y agitarlo con sus manos de goma.

Se podría decir que el sombrero de Shanks, para Luffy, fue como el coraje de Luffy para Coby. Fue algo irremplazable.

Por una vez, Coby no pudo llorar. No pudo. Respetaba demasiado a Luffy como para llorar, no, Coby estaba enojado. Había algo en Luffy que gritaba 'Legendario'. Para que alguien tan grande sea asesinado tan fácilmente...

Se preguntó con quién estaría enojado. Tal vez Akainu, un hombre que había pretendido ser un gran marine, corrompiendo la visión de Coby sobre la justicia valiente. Pudo haber sido Luffy. Todo el mundo, supuso.

Las manos de Coby se cerraron en puños y apretó los dientes. No era así como se suponía que iban a ir las cosas.

Helmeppo tartamudeó en la habitación, ruidoso e interrumpido. "Oi Coby, Garp está de vuelta, nos vamos..." Su voz se desvaneció cuando vio a Coby, arrugado en el suelo, todo su cuerpo parecía un puño. "C-Coby, ¿estás bien...?" Ninguna respuesta. "¡Sé que estás molesto y todo, pero un infante de marina no debería estar de luto por la muerte de un pirata! Incluso si fuera Sombrero de Paja, debes levantarte antes de que los otros infantes de marina te vean así-"

"¡CÁLLATE! ¡SOLO CALLATE HELMEPPO!" Estaba empezando a respirar con dificultad y no miraba a su compañero amigo.

"C-Coby-"

"¡DÉJAME EN PAZ!" Coby le arrojó algo a Helmeppo, no estaba seguro de qué. Su amigo se quedó callado.

"Coby... Sombrero de Paja está muerto. Tienes que superar esto, no por los marines... ni siquiera por mí. Necesitas mirar hacia adelante, por ti mismo. Ese hombre no murió para convertirse en tu obstáculo. Yo Estoy seguro de que lo sabes por tu cuenta, que ese hombre murió luchando. Eso es probablemente... lo mejor"

Sin otra palabra, cerró la puerta, dejando a Coby en esa pequeña habitación oscura.

"No tengo miedo de morir! ¡Porque ese es mi sueño, y no me importará morir por él!"

"Luffy... murió... luchando."

"Me pregunto si debería ir con él... Él defiende todo lo que estoy en contra, pero me hace sentir valiente"

"... Es... probablemente... lo mejor ..."

"¡Luffy-san! Sé que significa que seremos enemigos... pero unirme a los marines y atrapar a los malos... ¡siempre ha sido mi sueño!"

Sus manos comenzaron a temblar, su cuerpo comenzó a temblar y sus ojos ahora se le formaban lágrimas. Aparte de él, solo había una persona a la que quería demostrar su valía. Y ese era el hombre muerto que acaban de enterrar. Un hombre apto para ser un rey legendario, enterrado en las afueras de un pequeño pueblo, en una pequeña isla, en la esquina de un mar débil y diminuto.

Coby se puso de pie. Era hora de parar. Si quería demostrar su valía a un Rey, entonces necesitaba empezar, necesitaba salir de este pequeño lugar y hacer su propio gran impacto en el mundo.

Imitando a Luffy, puso sus manos en sus caderas, una enorme sonrisa se extendió por su rostro mientras las últimas lágrimas caían.

"¡Voy a ser unalmirante de los marines!" Esta vez, no cayó en la vergüenza. Todo lo quehizo fue agudizar el oído, ya que creyó escuchar una risa débil y distante perofamiliar...