Capítulo 30

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Nashly

Mi cabeza se siente demasiado pesada. Abro los ojos lentamente y tardo unos cuantos segundos en adaptarme a mi entorno. Estoy en la habitación de un hospital. Afuera es de noche, lo noto a través de los grandes ventanales.

—¿Jungkook?

Su rostro se acerca mostrando una sonrisa tenue.

—Estás despierta —susurra.

Me quedo unos minutos en silencio. La realidad, todo lo que pasó en el aeropuerto vuelve a mí de golpe.

—Padre, él... —menciono atropelladamente.

—Está en la cárcel —explica Jungkook sorprendiendome—. La policía lo atrapó. No volverá a hacerte daño, Nashly.

Su mano toma la mía y traza caricias con su pulgar como si tratara de calmarme. Asiento lentamente, asimilando la información.

Ese hombre estaba metido en cosas para nada buenas. Me alegra que por fin tenga que rendirle cuenta a la justicia. Al menos con eso estoy libre de él.

—Tú estás aquí —observo sus facciones con atención, luce un poco cansado.

No puedo evitar estrecharlo contra mi pecho en un auténtico arrebato. Lo abrazo con mucha fuerza, como si mi vida dependiera de ello.

—Ten cuidado. Tu salud está algo delicada —advierte.

—Jungkook —murmuro aspirando su aroma—. Realmente creí que no iba a volver a verte. Estaba tan asustada.

Me separo un poco para observarlo. Definitivamente, lo que siento por él es demasiado fuerte. Ese día casi se me salió el corazón del pecho cuando los hombres de padre le estaban apuntando.

—Todo estará bien, Nashly. Ya se acabó. Estaremos bien.

—¿Cuánto tiempo llevo en el hospital?

—Solamente un día —

—Tú... ¿Has estado aquí todo este tiempo?

—Debido a unas fotografías que me tomaron en el aeropuerto, es mejor que me quede aquí

—¿Hay problemas?

—No te preocupes. Todo se está solucionando. Army ya sabía que me gustaba alguien pero no saben que eres tú.

(...)

Pasaron tres semanas para que pudiera recuperarme por completo. Jungkook iba y venía de sus ensayos y actividades. Por más que le recomendé irse a casa y descansar se negaba. Según decía, quería serciorarse de que su novia estuviera bien.

No pude dejar de pensar en mis orígenes. Le dí demasiadas vueltas en esas tres semanas. Pensé en mis padres, los verdaderos. ¿Cómo serían en realidad? ¿Las cosas hubieran podido ser diferentes?

Finalmente opté por dejar esos pensamientos de lado. Llegué a la conclusión de que no me era del todo importante. Al final del día nuestro pasado ya pasó, el presente es lo que realmente importa.

Celebramos mi alta del hospital con una salida a la playa. Es invierno pero aún así Jungkook tenía ganas de venir. No pude negarme a su mirada de súplica.

Ahora contemplamos el anochecer mientras compartimos audífonos. La canción suena en un volumen adecuado. La melodía es tan hermosa que cautiva mis oídos.

Mi cabeza está recostada contra el hombro de Jungkook. El movimiento de las olas y la brisa del mar despeinandome el cabello es algo hermoso de sentir. Este momento es mágico y me alegra que me haya convencido de venir.

—Euphoria es arte —afirmo cuando la música acaba.

Él se quita el aparato de la oreja y me mira con cierta altanería.

—¿Quién diría que te acabarías volviendo mi fan?

Dejo el teléfono de lado y alzo una ceja en su dirección.

—No lo soy —espeto con mucha seguridad—. Solamente, disfruto el como interpretas esa canción en específico.

—¿Solo te gusta eso? —pregunta fingiendo ofensa.

Se levanta de la arena, donde estabamos sentados, y se aleja de mí. Enseguida lo sigo.

—Kookie —lo llamo en un grito.

Cuando voltea, tomo carrerilla hacia él y salto. Me atrapa sin problema. Sus manos agarran mis muslos para evitar que me caiga. Sonrío al notar un deje de picardía en su mirada.

—Me gusta todo de ti, Jeon Jungkook —susurro antes de besar su mejilla—. Pero me gusta más Euphoria.

La risa que suelta me contagia a reír junto a él. Une nuestras frentes y nos quedamos así durante un rato. Sus ojos miran los míos directamente. Es entonces, cuando logro sentir una emoción mágica.

Bajo la noche estrellada, puedo afirmar que por fin soy plenamente feliz. Me siento protegida a su lado y no planeo apartarme nunca de él. Porque, a pesar de mi pasado y de mis cicatrices, Jungkook supo amarme.

Las mentiras no son buenas. Pero, en mi caso, mentir en ese concurso fue la mejor decisión que tomé en toda mi vida.

Fin.

Fake Fan • JEON JUNGKOOK [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora