—Con todo eso parece que te vas a la playa...— Mencionó Iván, a lo que la contraria asintió con la cabeza con una gran sonrisa —Ou...

—¿Te vas a la playa?— Preguntó Ethan tomando la pelota y empezó a hacer que rebotara en el suelo.

—Corrección mi escalofriante amigo... Nos vamos TODOS a la playa— Mencionó con los brazos cruzados y observando las reacciones de cada uno, todos estaban entre sorprendidos, asustados y confundidos, menos Iván, él estaba que saltaba de alegría.

—¡¿PERO QUE ES LO QUE ESTÁ PENSANDO ESTA MUJER?!— Gritó Ethan completamente asustado dejando caer la pelota, la cual rodó por todo el vestíbulo.

—¡¿Quieres matarnos a todos?!— Esta vez habló Beliath dejando caer la sombrilla que tenía en manos y esta se abrió de golpe una vez tocó el suelo, dándole un fuerte golpe en la cara al vampiro.

—De acuerdo, tranquilos todos— Vladimir habló calmadamente y se acercó a la de ojos grises —Eloise, no logro comprender esta petición tan peligrosa... Y es extraño porque por lo general manejo todo muy bien...

El carraspeo de parte del pelinegro interrumpió al rubio —¿Debemos mencionar la crisis que te dio en una sequía de una semana y casi pierdes tus flores?

—¡Fue una crisis justificada!

—Si, por supuesto— Comentó Aaron con ironía sentándose en los primeros escalones —Eloise, ¿Por qué quieres ir a la playa? Es peligroso para todos nosotros.

—No soy tonta, el sol también me está lastimando, siempre quise ir a la playa, jamás pude por el orfanato, salí de ahí con un objetivo y es tener libertad y control de mi vida, ¡Y seis vampiros y una mansión no van a evitar eso!

—Claro, puedes hacer lo que quieras, pero creo que el sol va a ser tu único enemigo...— Comentó con un poco de pesadumbre Iván apoyando sus codos en el barandal de la escalera.

—Por eso iremos en la noche, es lo menos que se puede hacer, y creo que a todos nos hace falta salir un poco, cambiar de aires, conocer.

—Por mí no hay ningún problema...— Habló nuevamente Iván con una sonrisa de oreja a oreja.

—No lo sé, ¿No sería mucho riesgo?— Rafael arqueó una ceja levantando a Kiki del suelo, quien ya lo estaba llamando a ladridos.

—Estará oscuro, y no va a haber muchas personas, no hay mucha gente en la playa de noche, y con nuestros sentidos de la vista agudizados, pienso que no faltará del todo una fogata para iluminar un poco nuestros alrededores.

—De acuerdo, no tengo problema de que vayan, yo me quedaré cuidando la mansión— Comentó Vladimir un tanto desanimado caminando hasta la biblioteca, pero Eloise se le cruzó en el camino con una sonrisa.

—¿Por qué dices que no irás?, todos irán, no se escapa ninguno.

—¿Te recuerdo la luna?

—Resuelto— Con ironía sacó de su espalda un calendario lunar y lo posó en las manos del vampiro, lo abrió en unas cuantas páginas y señaló una fecha —Saldremos mañana al atardecer, ese día no va a haber luna, por lo que es perfecto para todos.

—¿Estuviste planeando todo esto?— Preguntó Ethan con una ceja arqueada.

—Se puede decir que sí, desde hace dos meses, así que, como está decidido, ¡Arreglen sus cosas! Busquen traje de baño, ¡Porque mañana a las dos estaremos partiendo rumbo a la playa!— Gritó de alegría y emoción.

—De acuerdo, pero la pregunta del millón es... ¿Cómo vamos a llevar todas estas cosas a una playa que se encuentra a más de 70 kilómetros de la mansión?

¿Qué pasaría si en Moonlight lovers...Место, где живут истории. Откройте их для себя