DESEO PROHIBIDO 🔞

CAPITULO 18: Niña inmadura.

Ya es lunes y por lo tanto me encuentro en la escuela, sentada justo al lado de Camil mientras escuchamos a la maestra de literatura hablar sobre el libro favorito de mi madre, “Orgullo y prejuicio”. Y no está hablando de el por el hecho de que le guste a mi mamá, sino porque tenemos que hacer un ensayo sobre el libro.

- Ojalá nos toque juntas. – susurra Camil para que solo yo la escuche.

- ¿Es en parejas? – cuestiono mirando su perfil.
Camil frunce el ceño, resopla y voltea a verme.

- Ni siquiera estás poniendo atención. – reclama mirándome a los ojos.

No sé qué responder ya que es verdad, no he puesto demasiada atención desde que comenzó la clase. Pero es que no dejo de sentirme mal por lo que hice ayer. Entregarle mi virginidad, mi primera vez, mi pulcritud a Byron, me ha hecho sentir demasiado mal desde que leí ese mensaje.

Me siento usada, me siento como un juguete viejo que fue remplazado por uno mejor y les juro que me da rabia de solo pensarlo. Saber que después de que estuvo conmigo en esa cabaña y en esa cama, fue a acostarse con alguien más en ese mismo lugar. Lo peor es que ella es la dueña y por ende yo fui la intrusa ahí.

- ¡Tierra llamando a Madeleine! ¡Repito, tierra llamando a Madeleine! – escucho a lo lejos la voz de Camil llamándome mientras con su codo empuja ligeramente mi brazo.

La miro e intento sonreírle pero solo logro una media sonrisa.

- Lo siento, no dormí muy bien anoche.

- Mmm, ¿Es por lo interesante que estuvo el Picnic con Jack? ¿O es que hicieron otra cosa? – curiosea con un tono raro.

- No fue por eso. – respondo mirándola mal y ella vuelve a ponerse seria.

- ¿Entonces por…? – no termina la frase ya que su boca se abre demasiado y su mirada viaja hasta la puerta. – Hablando del rey de roma. – dice señalando la puerta para que gire a ver.

Yo lo hago y ¡oh sorpresa! Mi mirada se encuentra con la de Jack que me mira sonriendo. Tiene puesto el uniforme de la escuela y colgando de un solo hombro se encuentra su mochila.

- Llegas tarde Jack, y a tu primer día de clases. – dice la maestra mirando con molestia a Jack.

- También me da mucho gusto verla de nuevo señorita Poppy, después de mucho tiempo creo que la extrañé.

- Preséntate y toma asiento. – la maestra ignora su comentario y le habla con firmeza.

- Creo que ya todos me conocen así que solo me voy a sentar.

- ¿Madeleine, conoces a tu nuevo compañero? – la pregunta de la maestra me toma por sorpresa, no sé qué responder.

Si digo que sí, podrían mal interpretarlo pero si digo que no, Jack podría sentirse mal.

- Sí, lo conozco. – respondo sin más y todos voltean a verme.

- Bien, creo que puedo tomar asiento, ¿No? – inquiere Jack sin dejar de mirarme.

- Siéntate y por favor no distraigas a tus compañeros. – le advierte la maestra y él solo asiente.
 
[…]
 
Ha llegado la hora de la comida y todos estamos haciendo fila en la cafetería. Camil no deja de lloriquear frente a mí porque tiene mucha hambre y hay muchas personas delante.