CAPÍTULO 10: ¿Muñeca sexual?

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Llegamos al asilo y una señora con uniforme azul nos pide tomar asiento y esperar.

- ¿Por qué me trajiste aquí? - susurro cerca de su oído.

- Nona quería almorzar con nosotros. - explica en voz alta.

- ¿Con los dos? ¿Por qué? - cuestiono curiosa y él niega.

- No tengo idea. - responde y se levanta.

- Pueden pasar. - dice la señora que nos atendió al principio.

Me levanto de inmediato y camino detrás de Byron. Él va a paso apresurado y yo intento seguir su paso pero me es imposible y solo sigo detrás de él. Pongo todo de mí en la caminata hacia la habitación hasta que choco con la espalda de Byron.

- ¿Estás ciega? - cuestiona antes de voltear.

Lo miro con desdén y paso frente a él para entrar en la habitación. Frente a mí, en el fondo de la enorme habitación, se encuentra un hermoso balcón donde hay una gran mesa llena de frutas y demás platillos ya servidos, como si se tratase de un bufete.

- Blanca nieves. - dice con alegría la abuela de Byron cuando me ve. - Pasa, pasa. Me da mucha alegría verte.

- ¿Solo te da alegría verla a ella? - habla Byron sin dejarme responderle a la señora.

- Tambien a ti bebé, también a ti. - sonríe y me abraza.

Luego me suelta para pasar al lado de mi y abrazar a Byron. Él la toma con fuerza entre sus brazos y sonríe ampliamente.
Es la segunda vez que los veo juntos pero es más que evidente que la actitud y semblante de Byron cambian radicalmente en cuanto están juntos.

- Te extrañe, nona. - le dice Byron antes de soltarla.

- También yo mi bebé. - responde y le aprieta la mejilla. - Pero siéntense, pedí mucha comida deliciosa para ustedes. Espero les guste.

Sonrío mientras asiento y después camino hacia la mesa. La señora se sienta en la cabecera, Byron a su lado derecho y yo a su lado izquierdo.

- Madi, ¿verdad?

- Sí señora. - respondo y ella niega.

- Dime nona, ya somos de la familia. - sonríe y Byron me mira por debajo sin levantar la cabeza.

- Está bien. - digo sonriendo de nervios.

- Quería verte... - hace una pausa y pone detrás de mi oreja un mechón de cabello que tapa mi ojo derecho. - Me recuerdas mucho a alguien.

- ¿A quién te recuerda nona? - pregunta Byron evidentemente curioso.

- A alguien que no conoces. - dice sonriendo y me vuelve a mirar. - Cuéntame, ¿cómo vas con el cambió?

- Yo... bueno, bien, creo. - respondo pasando mi mirada entre sus ojos y los de Byron.

- ¿Crees? - cuestiona y yo me toco el cuello. - ¿Mi bebé te trata bien?

- Obvio nona. - responde Byron precipitadamente.

- No estoy hablando contigo. - comienzo a reir cuando ella dice eso y Byron me mira con ojos asesinos.

La nona de Byron sigue haciéndome preguntas durante todo el almuerzo y a él ni lo deja hablar. Terminamos de comer y ella se levanta para buscar algo que quiere darme.

- ¿Le vas a dar un regalo? Apenas y la conoces nona. - reclama Byron y yo río por lo bajo.

- Los corazones nobles dan la sensación de conocerse de toda una vida. - responde la señora y me mira con ternura. - Toma, abrela.

DESEO PROHIBIDO 🔞Where stories live. Discover now