Capitulo LXII

4.1K 406 74
                                    

Camino a pasos lentos hacia la habitación, luego de unos segundos en el teléfono en el que estuve convenciendo cada segundo a mi tío para que no venga y no le diga nada a mis padres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camino a pasos lentos hacia la habitación, luego de unos segundos en el teléfono en el que estuve convenciendo cada segundo a mi tío para que no venga y no le diga nada a mis padres. Gracias a Dios el es mi cómplice desde que me mandaba las mías en secundaria, así que no se sorprendió.

Un avión de el vendrá a buscarnos mañana en la noche. Buenas noticias para mi, malas para Venus, ella parece querer vivir aquí. Aunque no tan buenas para mi, ahora tengo que reprogramar el examen.

Me acerco a mi habitación al mismo tiempo que Venus sale de la suya, corre hacia a mi al verme.

—Aquí estas. ¿Vamos al spa?

Suspiro imaginando lo relajante que serian esos masajes, abro la boca para dar el si hasta que recuerdo las mordidas, y la reciente paliza que mi trasero recibió.

—No, no puedo —me quejo

—¿Por qué? —frunce el ceño, hago lo mismo mirando hacia mi habitación

—William.

Sigue con la confusión, sus ojos bajan a mi cuerpo comenzando a entenderlo.

—¿Donde?

—En todos lados. Parezco un dálmata extraterrestre —tiro mi cabeza hacia atrás

—Bueno, pero no te preocupes —rodea mi hombro—. De seguro las masajistas ya están acostumbradas a ver esas cosas. Como las ginecólogas o las depiladoras.

—No, no quiero. Dirán cosas y si esas cosas terminan en los oídos de mi tío me tiraré del ultimo piso.

—Oh, cierto. Bueno, entonces hagamos otra cosa.

—No, tu ve al spa, no retengas por mi.

—No seas ridícula, podemos ir a la zona de jacuzzis, hay climatizados.

Asiento unos segundos. Nadie podría verme, solo ella.

—De acuerdo. Dejaré esto, mato a William, busco ropa y vamos.

—Muy bien —sonríe

Palmea mi espalda cuando me alejo, vuelvo a la habitación escuchando el sonido de la ducha.

Ojala se resbale con el jabón.

Sonrío imaginándolo. Busco mi ropa interior sacándome la bata, como no tengo bikini tendré que usar eso. Me coloco el sostén que me faltaba y me acerco a la bolsa para ver la ropa que hay.

Me acerco al espejo para arreglar el sostén que creo que esta roto. Me giro de costado mirando los ganchos.

Maldito cavernícola, no solo roba mi ropa interior sino que me la rompe.

Mi mirada baja a las marcas que me dejó y los humos se me suben mas, lo escucho salir del baño.

Me giro volviendo a caminar hacia la cama, vuelvo a colocarme la bata y dejo la bolsa a un lado.

WandlungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora