Tardo en conciliar el sueño, porque woojin mientras dormía, balbuceaba cosas no muy entendibles, o lo eran sólo que JaeMin no logró escuchar, tenía tanto sueño que no tenía mente para enfocarse en los delirios de su hijo, no por ese momento.

Taehyung se levantó temprano. Rondando su closet, buscando una camisa y un pantaloncillo de cintura alta y un abrigo café de tela suave y cálida. Bajo las escaleras marcando cada toque que daba en los escalones de madera, una vez que tocó el piso de la primera planta de la casa, se encontró con hoshi.

es uno de los empleados de la casa.

Se miraron, y el hombre de traje le hizo una reverencia, tambien le dio los buenos días, con su voz ronca. Taehyung le hizo una reverencia, para no ser grosero, evitar que el hombre mayor pueda perder la costumbre de ser amable con el las mañanas, no le gusta ser irrespetuoso con la gente mayor, a parte ese hombre no merece ser tratado se una mala manera, siempre está a cargo de el, y le debe mucho.

Una vez que se alejó de hoshi, el pelirrojo fue en busca de una buena comida a la cocina. Cuando cruzo el marco de madera blanca, sólo se encontró a su madre sentada sobre una pequeña silla de madera, escuchando la radio, que emitía las noticias, y como se esperaba, la voz de uno de los locutores, hizo referencia el tema de la muerte de los militares que fueron encontrados sin vida a unas cuantas calles de la cafetería kim.

Si. Era verdad lo que woojin les había dicho...

¿A parte nadie mentiría con la muerta de una persona?

Si. Claro que si.

pero esta no era la ocasión, ya que los 2 hombre fueron fusilados, por cometer perjurios a la ciudadanía, y lógicamente la muerte es el castigo.

JaeMin miro atentamente a Taehyung y le ofreció tomar asiento en una de las pequeñas sillas, se sentó posando sus antebrazos sobre la barra y su mentón apoyado en la Palma de su mano, escuchando la radio atentamente, cada de talle de las noticias recientes de lo que en esa mañana fue encontrado en San Francisco. Se quedaron mirándose y mirando el radio por unos minutos, hasta que el reloj de la sala sono resonando por todo la planta baja de la casa, haciendo despertar a woojin. El reloj marcaba el medio día.

JaeMin, despegó su vista y fue hacia el rostro de tae y estableció una pequeña platica con el.

"¿Crees que es bueno abrir la cafetería, con lo que paso?" Le pregunto a tae, pasando un poco de saliva.

Taehyung la miro un poco dudoso y asintió. "Yo puedo ir ha abrirla por la mañana, tengo clases dentro de unos meses" la madre sonrió chiquito.

"¿Seguro...?, porque puedo ayudarte con ella, pero también quiero cuidar a woojin"dijo, agachando su mirada, para posarla sobre la barra. "¿Por qué no tendrás clases, cariño?" Pregunto aún con su mirada agachada, esperando la respuesta de el pelirrojo.

"Mi maestro tuve que viajar a Florida, su madre acaba de enfermar. Y mis clases se suspendieron por ello" dijo, jugando con sus manos "y sobre la cafetería, está bien, yo puedo ir a cuidarla. Primero está la salud de woojin que una cafeteria" le sonrió bonito a su mamá, mirándola con sus ojos oscuros.

"Tienes razón, Esperemos que se recupere en estos dias" JaeMin estiró su brazo y toma la mano de taehyung acariciandola delicadamente, mientras le decía lo bueno que era. "Te amo mucho, a ti y a woojin."

"Y-Yo, yo igual, mamá" Taehyung no pudo evitar sonrojarse un poco con esa palabra tan linda y cálida que hacia que su corazón se hiciera chiquitito.

Eran tan lindo cuando su madre le decía que lo quería, aunque no lo demostrara.

A la 13:50, taehyung salió de su casa, después de tomar un baño con agua caliente y despedirse de su madre, que le dio un casto beso en su mejilla bonita.

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